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Si Guardiola meaba colonia, Luis Enrique mea gasolina
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el barça puede ganarlo todo, pero sin identidad

Si Guardiola meaba colonia, Luis Enrique mea gasolina

El Barça de Pep era tan superior que Florentino Pérez llegó a pedir "el antídoto" para que el Real Madrid pudiera ganarle. El Barça actual aún aspira a ganarlo todo, pero ha perdido su identidad

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"¿Neymar? No me fijo en chuminadas", respondió Luis Enrique con su chulería habitual cuando en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán le pregutaron por el enfado del 11 al ser sustituido. El brasileño dejó su sitio a Xavi cuando el FC Barcelona aún ganaba 1-2. "Es la primera vez que lo hago, pero era habitual en años anteriores", se excusó, más que explicarse, el técnico asturiano. "Buscaba el control del partido, creía que era necesario tener más control del juego", dijo a continuación, aunque nada más marcar Gameiro el 2-2 a quien retiró fue a Iniesta para dar entrada a Pedro. Sabido es, y así no sólo lo ha reconocido, sino que lo ha demostrado, que a Luis Enrique el estilo del Barça le importa poco tirando a nada.

A diferencia de Pep Guardiola, quien en su primera temporada en el banquillo del Camp Nou se encargó de llevar a su máxima expresión el estilo de juego del Barcelona, el actual técnico culé da la sensación que ni siquiera lo ha intentado. Posiblemente porque es consciente de que no está capacitado para ello. Además, tras su llegada en sustitución del Tata Martino no ha logrado tener el vestuario de su parte -y más concretamente a Messi-, precisamente lo primero que conquistó Pep pese a su menor experiencia como entrenador de élite. Salvo en las jugada a balón parado, donde ha mejorado notablemente, el compromiso de los jugadores es en todo caso con ellos mismos, aunque no con su entrenador, a quien no parecen respetar demasiado.

Luis Suárez reveló en la Cadena Cope que "un día me quedé yo en la posición de ‘nueve’ durante un partido y Leo (Messi) me dijo: “Quédate por ahí”. Después el entrenador vio que habíamos tenido una buena solución y empezó a probarlo”. Como es lógico, a Luis Enrique no le gustó nada esta confesión del uruguayo y tiró de su habitual ironía: "Suelen decidir quién juega, las rotaciones, quién va convocado, los cambios, la táctica... Lo deciden todo los jugadores sí. Si ganan, claro. Cuando se pierde, lo decido yo". Sin embargo, y así ocurrió tras su enfrentamiento con Messi a la vuelta de Navidades, el técnico asturiano sigue porque no ha vuelto a sentar al argentino, única condición que le puso el presidente, Josep María Bartomeu: "En el Barça juegan Messi y otros diez que tú decidas", le dijo.

Es cierto que no es fácil jugar como lo hicieron los azulgranas con Guardiola, aunque la aspiración siempre debería ser esa. Sobre todo porque lo contrario es traicionar una idea de juego con la que, además, el Barça firmó la mejor temporada de su historia, pues ganó Liga, Copa, Champions, Supecopa de Europa, Supercopa de España y Mundial de Clubes. Curiosamente, Luis Enrique aún sigue con opciones de ganar los seis títulos. En la Liga, su Barça sigue líder a falta de siete jornadas y con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid. En la Copa del Rey, el próximo 30 de mayo disputará la final ante el Athletic en el Camp Nou. En la Liga de Campeones, este miércoles se enfrenta en la ida de cuartos al Paris Saint Germain. Los otros tres títulos, las Supercopas de Europa y España y el Mundial de Clubes, podrían venir por añadidura, aunque tampoco es seguro que con el asturiano en el banquillo.

Florentino y el antídoto contra Guardiola

"No sólo han sido los entrenadores los que han mantenido en el Barça mi modelo de juego", explica Laureano Ruiz en su libro El auténtico método del Barça. "También los jugadores han colaborado, porque se aprende a jugar viendo y practicando", añade el veterano técnico. Y esto es lo sucede en el Barça de Luis Enrique y la razón por la que en el Sánchez Pizjuán se vio a un equipo que durante media hora recordó -siempre con matices- al de Guardiola, aunque después su juego se fue vulgarizando como acostumbra y se vio superado por el ímpetu del Sevilla.

Por cierto, en el citado libro Laureano Ruiz desvela una conversación que tuvo con Florentino Pérez en 2012, en la que el presidente del Real Madrid no sólo le felicitó porque "me han comentado que tú fuiste el inventor del método que utiliza el Barcelona y que tantos dolores de cabeza nos está dando". "¿Y tú no conoces el antídoto del sistema que utiliza Guardiola?", cuenta Laureano que le preguntó Florentino: "¡Por supuesto! Si yo lo inventé, es evidente que sé cómo anularlo. Pero, no siga presidente, no me pida el secreto, que soy culé", respondió el cántabro.

Cuando a Guardiola le preguntaron siendo aún técnico del Barcelona por algunos comentarios de los periodistas más críticos con su discurso, Pep los encajó con resignación: "A lo mejor es así, a lo mejor tienen razón y soy irónico, y desafiante, y meo colonia". Que Luis Enrique es irónico y desafiante no lo duda nadie. Ahora bien, más que mear colonia, el asturiano mea gasolina y veremos si tiene suficiente como para que su Barça no se quede tirado en el momento cumbre de la temporada. Es decir, cuando se lo juega todo y sigue jugando a lo que salga o se le ocurra a Messi.

"¿Neymar? No me fijo en chuminadas", respondió Luis Enrique con su chulería habitual cuando en la sala de prensa del Sánchez Pizjuán le pregutaron por el enfado del 11 al ser sustituido. El brasileño dejó su sitio a Xavi cuando el FC Barcelona aún ganaba 1-2. "Es la primera vez que lo hago, pero era habitual en años anteriores", se excusó, más que explicarse, el técnico asturiano. "Buscaba el control del partido, creía que era necesario tener más control del juego", dijo a continuación, aunque nada más marcar Gameiro el 2-2 a quien retiró fue a Iniesta para dar entrada a Pedro. Sabido es, y así no sólo lo ha reconocido, sino que lo ha demostrado, que a Luis Enrique el estilo del Barça le importa poco tirando a nada.

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