El Barça encomendó a Braida buscar un lateral derecho seguro del adiós de Alves

"Las negociaciones se han acabado. Dani acabará su contrato con el Barcelona de la mejor manera posible". Las palabras vertidaspor Dinorah Santana, representante y expareja de Dani Alves, luego de reunirse con la cúpula directiva del conjunto azulgrana en un último intento por alcanzar un acuerdo con el internacional brasileño para que continúe ligado al vigente líder de La Liga más allá del 30 de junio, no han pillado a nadie en fuera de juego. Y mucho menos, en la zona noble del Camp Nou.

Sabedor desde hace un mes de su inalcanzable acuerdo económico con el PSG, el Barça tenía muy claro, antes de dignarse a citar a la buena de Dinorah a la mesa de negociaciones -más por cumplir el expediente de cara a Luis Enrique que otra cosa-, que el pescado en el 'caso Alves' estaba ya vendido de antemano. Que París sería su destino de todas todas y que la leonina oferta que iban a presentar a la representante del todavía lateral diestro azulgrana en ningún caso podría alterar ya el curso de los acontecimientos.

Por todo ello, el presidente culé, Josep Maria Bartomeu, encomendó días atrás a uno de los miembros de la Comisión Técnica que tomó el relevo de Zubizarreta en la dirección deportiva del club, en concreto al italiano Ariedo Braida, la búsqueda en el mercado de un sustituto de garantías para Dani Alves. A pesar de que la citada comisión está integrada también por el vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, el directivo Javier Bordas y Carles Rexach, el máximo dirigente azulgrana decidió poner en manos del único fichaje que ha podido hacer en el pasado mercado de invierno la nada sencilla misión de dar con la tecla exacta que consiga hacer olvidarse a la culerada del importante legado que el veterano carrilero bahiano va a dejar tras de sí en el Camp Nou.

Bartomeu confía ciegamente en la vasta experiencia y conocimientos del italiano, uno de los grandes artífices del mejor Milan de la historia (con los Van Basten, Gullit, Rijkaard, Baresi, Maldini...), para encontrar en el mercado el lateral derecho idóneo para el siempre arriesgado estilo de juego de la escuadra barcelonista.

Ni que decir tiene que el futbolista que resulte elegido del 'casting' iniciado por Braida no podrá incorporarse a la disciplina azulgrana hasta enero de 2016, cuando expira la prohibición impuesta al Barça por la FIFA para realizar contrataciones. Así las cosas, el ex director deportivo del Milan deberá convencer tanto al club vendedor como al futuro sustituto de Alves de ese cambio de aires se produciría en el ecuador de la próxima campaña.

Lo que sí tiene claro Braida es el prototipo de jugador que necesita Luis Enrique para apuntalar su costado derecho: un lateral de largo recorrido en materia ofensiva, raudo, competitivo, con depurada técnica y buen pasador, pero también aplicado en tareas defensivas. En definitiva, un clon del Alves de la gloriosa etapa de Guardiola.

Dado que no son muchos los carrileros que puedan reunir hoy día tales requisitos y que el que más gustaba en Can Barça, Danilo, tomará la senda del Bernabéu a partir de julio, el ex dirigente lombardo ha fijado su punto de mira en dos de las competiciones más fuertes y competitivas del planeta fútbol: Inglaterra y Alemania. Y es que el Barça quiere a un zaguero acostumbrado desde el minuto 1 a la dura exigencia de una liga del máximo nivel.

A buen seguro que los Walker (Tottenham), Lahm (Bayern), Sagna (Arsenal), Piszczek (Dortmund) o Ivanovic (Chelsea) serán algunos de los nombres que figuren en esa baraja de candidatos a futuro dueño del carril derecho en el Camp Nou. La Serie A, que Braida conoce como la palma de su mano, y La Liga, tampoco escapan al radar del hombre que logró juntar al mejor trío de extranjeros que ha pisado nunca los terrenos de juego italianos.