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Hacer miles de kilómetros en bus convierte al Real Murcia en el mejor visitante de 2ªB
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a pesar de los complicados viajes al norte

Hacer miles de kilómetros en bus convierte al Real Murcia en el mejor visitante de 2ªB

Cada viaje para jugar lejos de la Nueva Condomina es una odisea, pero eso no le ha mermado su rendimiento, más bien al contrario. José Manuel Aira, entrenador grana, lo explica en 'El Confidencial'

Foto: El club grana es un seguro lejos de la Nueva Condomina (FOTOS: Real Murcia CF, SAD).
El club grana es un seguro lejos de la Nueva Condomina (FOTOS: Real Murcia CF, SAD).

En Segunda División B hay 80 equipos, todos con sus problemas, sus motivaciones, sus condiciones deportivas, económicas o institucionales. Ninguno está especialmente cómodo, pero si hay uno que es profundamente infeliz en esa categoría es el Real Murcia. Le introdujeron de manera brusca en esta competición, con mayor o menor justicia y para hacer su aventura en la categoría de bronce más abrupta y difícil, le obligaron a ocupar el mismo puesto que ocupaba el Club Deportivo Mirandés, el club que ascendió a Segunda A por el descenso administrativo de la entidad murciana. Es decir, le toca jugar contra los que iban a jugar los burgaleses: los del norte. Pues bien, eso no ha sido un problema para el Murcia. Al contrario.

A pesar de que su viaje más cercano son los 592 kilómetros que separan la capital de la vega del Segura de Valladolid, el Real Murcia se ha convertido en el mejor equipo visitante de toda la Segunda B. No hay nadie que haya llegado, con 30 jornadas disputadas por todos los equipos, a los 31 puntos que han obtenido los pupilos de José Manuel Aira hasta el momento. 31 puntos que se reparten con diez victorias, un empate y cuatro derrotas. Unos números que son realmente demoledores y que están restando importancia a los duros desplazamientos nocturnos que realizan los jugadores y técnicos.

“La competitividad que tenemos fuera de casa es el reflejo del grupo humano de jugadores que entrenamos y de los que formamos el club. Nos adaptamos a cualquier situación. Somos un grupo que trata más de buscar soluciones a los problemas que le surgen que no excusas a todas las vicisitudes por las que estamos pasando”. Son palabras del principal artífice de este pequeño gran milagro. José Manuel Aira firmó por un equipo de Segunda A y acabó entrenando en el grupo I de 2ªB, que conoce muy bien por haber entrenador al Racing de Ferrol el año antes. “No hemos necesitado ese estudio previo del adversario, porque ya lo tenía yo hecho”, reconoce a El Confidencial.

Ni siquiera el gran rival este año del Real Murcia, el Real Oviedo, alcanza los buenos números de los pimentoneros lejos de la Nueva Condomina. Los asturianos han ganado nueve encuentros, ha empatado tres y ha caído en otras tres ocasiones, lo que suma un total de 30 puntos, siendo el segundo mejor visitante de toda la categoría. Comparado con los números de uno de los otros líderes, el Huesca, son descomunales. Los oscenses tienen justo los números contrarios a los ovetenses: tres victorias, tres empates y ocho derrotas. El que más puntos ha obtenido de este segundo grupo es el Toledo, con 22, que es el quinto clasificado. El segundo visitante con más puntos tras el Murcia es el Gimnàstic de Tarragona, del grupo III, que suma 29 puntos con nueve victorias, dos empates y cuatro derrotas. En el VI, el líder Cádiz alcanza los 26 puntos fuera del Carranza.

19 viajes tiene que hacer el Real Murcia al norte. Durante las primeras semanas, el grupo de jugadores pasó muchas horas encerrado en un cubículo y mientras unos intentaban dormir tomando pastillas, otros lo intentaban y al final desistían (Aira reconoce que lo intentó, pero “no me hace efecto”) y empezaban a conocer al resto de los que iban a ser sus compañeros los siguientes meses. La plantilla grana, recordemos, se formó en apenas una semana. Jugadores y técnicos eran desconocidos entre sí. Pero ahora han viajado mucho y lo hacen todos juntos, Se conocen, se cuentan intimidades. En fin, son amigos. “Esta situación nos ha hecho más fuertes y competitivos. El grupo se conoce mejor y eso vale mucho”, dice Aira. Es eso, un grupo, y lo expresan como tal dentro y fuera del campo.

Con el último empate en la Nueva Condomina contra el Compostela (1-1), el Murcia mantiene mejores números fuera de la Región que dentro de la misma. ¿Por qué pasa esto? ¿Tiene problemas el Murcia para jugar delante de su escaso público? Según cuenta Aira, encaran los partidos de casa y los de fuera “de la misma manera”. Pero la diferencia no la imponen ellos, sino “el comportamiento de los rivales. El equipo rival, por jugar en casa y por la motivación de ganar a un histórico como el Real Murcia, se expone un poco más, va a por ti en vez de defenderse. Nosotros sabemos leer muy bien esa situación. Por el contrario, en casa los adversarios vienen con la idea de no encajar gol y encontrar soluciones contra un equipo con diez u once jugadores por detrás del balón es mucho más complicado”.

En la crisis, la cantera explota

Ya lo dice el ladillo que da título a estos párrafos. El Murcia vive una situación económica en la que tuvo que hacer verdaderos malabares para incorporar a 11 jugadores en una semana. Iban a haber fichas sin cubrir, era evidente y se asumía. Y se asumía con naturalidad porque el cuerpo técnico que lidera José Manuel Aira iba a confiar plenamente en el Imperial, el filial grana. El primero en explotar fue Arturo Molina, que a sus 18 años podría jugar todavía en el División de Honor juvenil. También aparecieron José Ángel Carrillo, Fernando Martínez, Javi Saura, Álvaro Marín, Edu Alarte… El último en salir, Isi, ya pone los dientes largos a la afición grana.

“En ese sentido somos afortunados. En otras cosas estaremos en desventaja con otros rivales de todos los grupos, pero en cuanto a la cantera tenemos una ventaja, porque tenemos el filial más fuerte, que ha sido el equipo a nivel nacional que más tiempo se ha mantenido imbatido. Es normal que de ahí salgan jugadores con el potencial de los que estamos viendo”. Aira está convencido de que en los meses que quedan de competición irán apareciendo por el primer equipo más jóvenes con “gran potencial”, y el entrenador siente que es “un triunfo ver que cada vez hay más murcianos en la primera plantilla y encima aportando cosas positivas”. Si la LFP lo permite, el futuro del Real Murcia parece asegurado... si no cometen los fallos que ya cometieron dejando escapar a jugadores como Juan Valera o Manu Trigueros.

En Segunda División B hay 80 equipos, todos con sus problemas, sus motivaciones, sus condiciones deportivas, económicas o institucionales. Ninguno está especialmente cómodo, pero si hay uno que es profundamente infeliz en esa categoría es el Real Murcia. Le introdujeron de manera brusca en esta competición, con mayor o menor justicia y para hacer su aventura en la categoría de bronce más abrupta y difícil, le obligaron a ocupar el mismo puesto que ocupaba el Club Deportivo Mirandés, el club que ascendió a Segunda A por el descenso administrativo de la entidad murciana. Es decir, le toca jugar contra los que iban a jugar los burgaleses: los del norte. Pues bien, eso no ha sido un problema para el Murcia. Al contrario.

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