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El complejo y exigente reto para que Odegaard sea un “igual entre sus iguales”
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el madrid debe cuidar con tino su formación

El complejo y exigente reto para que Odegaard sea un “igual entre sus iguales”

Con 16 años recién cumplidos, el noruego se encuentra en plena fase de formación, física y psíquica, y por ello el Real Madrid deberá guiar sus primeros pasos con tino

Foto: Martin Odegaard, durante el amistoso Real Madrid Castilla-Beijing Guoan (www.Realmadrid.com)
Martin Odegaard, durante el amistoso Real Madrid Castilla-Beijing Guoan (www.Realmadrid.com)

Es casi un niño y se encuentra en pleno proceso de formación, tanto a nivel físico como intelectual. Martin Odegaard, que tras un casting por toda Europa decidió fichar por el Real Madrid, es un privilegiado que tiene la fortuna de compartir entrenamientos con Cristiano Ronaldo y compañía. Pero con 16 años recién cumplidos, el club deberá tener en cuenta muchos factores para que el trayecto sea el correcto y dé los pasos oportunos con el fin de que alcance la madurez de la mejor manera posible. Juan José Boscá (fisioterapeuta y osteópata) y Arantza Pérez Mijares (psicóloga clínica), ambos miembros de la comunidad médica online Saluspot, analizan para El Confidencial algunas claves para que el talento noruego siga creciendo al ritmo adecuado en un deportista de elite de tan corta edad.

“La genética es lo que marca el crecimiento; en ello nada tiene que ver realizar actividad física alguna o practicar un deporte. Hay que desmitificar lo contrario”, recalca para empezar Juan José Boscá, que sí subraya que “sí que podría verse afectado por la alimentación si el joven deportista llegase a sufrir anorexia o ingiere anabolizantes. En estos dos casos sí se puede ver afectado el crecimiento”. Considera al hablar del talento noruego que “las cargas físicas deben ser las adecuadas y por encima de todo una buena supervisión por parte de fisioterapeutas, osteópatas, preparadores físicos, médicos y nutricionistas”.

Apunta que “el fútbol es un deporte de contacto y en el que, por ello, se producen muchas lesiones. Lo aconsejable en un jugador de 16 años es que se entrene 4 días a la semana y con un descanso de 24 horas entre sesión y sesión; los entrenamientos deberían ser de entre hora y media y dos. Eso es lo recomendable en futbolistas de entre 14 y 18 años, aunque sabemos que en la práctica no es así, y que en este caso concreto se entrenará más días, sobre todo en el alto rendimiento”. “En deportes más aeróbicos como natación, gimnasia o ciclismo, el joven puede entrenarse sin problemas durante 4 o 5 horas al día, pero el fútbol es diferente”, resalta.

Sí estima básico “un buen control en su alimentación. Es importante que un 60 por ciento de la alimentación sea alcalina (verduras, frutas, hortalizas, frutos secos…) y un 40 ácida (carne, pescado, hidratos, huevos, lácteos…)”. En cuanto a los suplementos nutricionales tiene claro que en un futbolista de elite de sólo 16 años “no hay que abusar. Sin embargo, puede ser aconsejable magnesio o potasio en algunos casos, por ejemplo, pero considero que con una buena alimentación el deportista ya ingiere esos elementos, dándole mucha impotancia a la hora de adoptar un buen hábito en la alimentación”. Y recalca que “hay que respetar los plazos de recuperación e hidratar mucho el cuerpo en todo momento. Y, por supuesto, no trasnochar”.

El gimnasio es desde hace años otra estancia en la que los futbolistas pasan muchas horas. En este punto, Boscá estima que “no es aconsejable sobrecargar a un jugador de 16 años. No es un paquete de músculos y huesos, y no podemos olvidar que está en fase de crecimiento hay muchos sistemas funcionales que están interactuando. No hay evidencias de que hacer mucho trabajo en gimnasio lo altere, pero es aconsejable que los diferentes grupos de músculos tengan un descanso de un mínimo de 48 horas. Hay que tener especial cuidado con la sobrecarga en zonas como las rodillas y los talones, ya que son zonas muy activas en el crecimiento y se ven frecuentemente afectadas, al inflamarse con mucha facilidad”.

Además del trabajo físico/mecánico, es importante el tratamiento del sistema fascial, lo que conecta vísceras y huesos, postural y nervioso, además de un buen control emocional que evite el estrés”. “Una buena coordinación del fisioterapeuta, el preparador físico, una buena alimentación y un buen control médico hacen compatible el deporte de élite a estas edades, significa para acabar.

Turno para Arantza Pérez Mijares, que comienza su diagnóstico de la situación afirmando que “para empezar ha de asumir más responsabilidad que cualquier jugador de su edad y corre el riesgo de perderse cosas habituales en un joven de 16 años; la escolarización, vivir el primer amor… Desde luego no va a ser un igual ante los demás, empezando por el dinero. Sus relaciones sociales serán diferentes por ello. Las niñas se van a tirar a sus pies, no le darán calabazas como a los demás… Son cuestiones que le pueden pasar factura”.

“Los jóvenes de 16 años necesitan tener un sentido de pertenencia, pero en casos como el que analizamos, nunca será un igual entre iguales porque desde corta edad viajará en primera y tendrá cosas que no tienen los chicos de su edad”, afirma, añadiendo que “hay futbolistas que acaban siendo tiranos porque nunca han tenido que luchar por nada, sólo a la hora de jugar al fútbol. No tienen que superar exámenes, no tienen la preocupación de ahorrar dinero… Insisto, no se van a relacionar con sus iguales por este tipo de cuestiones”.

Arantza piensa que “jugadores o deportistas como él deben estar alejados de los medios, deben vivir como adolescentes que son. Son diferentes por aparecer en la prensa y corren el peligro de perder la libertad igual que cualquier adulto. Ven el mundo manejado por adultos y sin libertad”. Hay niños prodigio que sí han tenido una correcta educación y pone el ejemplo de Rafa Nadal, que “creció junto a su familia y le hizo tener los pies plantados en la tierra desde el principio. Seguro que recibió más de una colleja en su momento… En fin, verse en la prensa puede hacer pensar al joven que es un grande y no sé si es bueno. Se requiere una gran fortaleza mental para asumirlo”.

Cree indispensable en casos como el de Odegaard que “la familia esté a su lado en todo momento, sobre todo para normalizar su vida y que siga haciendo lo mismo de siempre. Ha de tener las mismas obligaciones que antes aunque sea un futbolista de elite. En una palabra, ha de seguir siendo un hijo más, un hermano más…”. Arantza tiene claro que “el club tratará de obtener un rendimiento máximo del joven, pero ha de tener en cuenta su edad, formándole con planes personalizados a todos los niveles. Será el caso del Real Madrid, que me consta tiene experiencia de sobra en este tipo de situaciones y sabe hacerlo de maravilla”.

La psicóloga considera que “el problema es que se empiece a ver a sí mismo como un dios y por ello es importante que cerca de él esté un profesional de la psicología. Que se divierta es lo primero, pero sin olvidar su formación porque la carrera de un futbolista es corta y nunca sabes si una lesión o cualquier otra circunstancia la pueden truncar. Debe compaginar su profesión con los estudios. Siempre es importante tener un plan B. Y en este sentido, familia y club deben estar alineados”.

Es casi un niño y se encuentra en pleno proceso de formación, tanto a nivel físico como intelectual. Martin Odegaard, que tras un casting por toda Europa decidió fichar por el Real Madrid, es un privilegiado que tiene la fortuna de compartir entrenamientos con Cristiano Ronaldo y compañía. Pero con 16 años recién cumplidos, el club deberá tener en cuenta muchos factores para que el trayecto sea el correcto y dé los pasos oportunos con el fin de que alcance la madurez de la mejor manera posible. Juan José Boscá (fisioterapeuta y osteópata) y Arantza Pérez Mijares (psicóloga clínica), ambos miembros de la comunidad médica online Saluspot, analizan para El Confidencial algunas claves para que el talento noruego siga creciendo al ritmo adecuado en un deportista de elite de tan corta edad.

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