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Moyes, un 'galáctico' de los banquillos, del lujoso María Cristina al incómodo Bernabéu
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el técnico de la real se estrena ante el madrid

Moyes, un 'galáctico' de los banquillos, del lujoso María Cristina al incómodo Bernabéu

El técnico escocés de la Real Sociedad tiene la difícil misión de levantar el vuelo de un equipo que caía en picado y que ante el Real Madrid debe dar la cara

Foto: Moyes, en la grada de Anoeta tras el expulsado en el partido de Copa ante el Villarreal (EFE)
Moyes, en la grada de Anoeta tras el expulsado en el partido de Copa ante el Villarreal (EFE)

El bandazo del presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, fue de los que dejan evidencia un proyecto que nació torcido y está doblado. De enrocarse durante meses y mantener en el cargo a un técnico de perfil raso como Jagoba Arrrasate pasó a fichar a un entrenador mediático y con tablas como David Moyes. Cierto es que el escocés (Bearsden, 25 de abril de 1963) venía de pegarse un batacazo en el Manchester United, pero aún así forzó tanto la negociación que a punto estuvo de romperla. De hecho, Pepe Mel fue durante unas horas el nuevo técnico de la Real.

El madrileño se quedó con las ganas -aunque ha terminado volviendo al Betis- y Moyes firmó por lo que resta de esta temporada y otra más. "¿A quién tengo por encima de mí?", fue una de las primeras preguntas que le hizo a Aperribay. "Sólo a mí", respondió el presidente txuriurdin. El director deportivo, Lorenzo Juarros, quedó en ese momento definitivamente relegado. Por eso su candidato era Mel. A Loren le quedan cinco meses de contrato y no parece lógico que se le renovara, aunque si ya se desliza que puede hacerlo Elustondo...

De momento, el 'efecto Moyes' ha servido, además de para frenar la caída en picado del equipo, para cambiar la mentalidad del presidente. Donde antes todo era austeridad, ahora al menos hay disposición. El problema es que la dirección deportiva de la Real suele quedar aún más en evidencia cuando tiene con qué fichar. En cuanto al juego, debe mejorar, si bien el margen es grande, pues difícilmente podía ser peor. Moyes ha sumado 13 puntos en 9 partidos, frente a los 6 en 10 que firmó Arrasate. Entre uno y otro estuvo la victoria contra el Atlético en Anoeta, con Asier Santana en el banquillo. Por cierto, el técnico del filial se ha quedado como ayudante, aunque el escocés también se ha traído a un compatriota, Billy McKinlay, que podría no ser el único.

Tal y como comentó Michael Robinson, Moyes ha encontrado "un club donde va a recibir todo el apoyo posible y no le someterán a la misma presión a la que le sometieron en Manchester". Aperribay, que claramente ha buscado un escudo con su fichaje, le va a dar todo lo que le pida y viendo cómo se comporta con él, sólo le falta pedirle un autógrafo. Otra cosa es que Loren, el director deportivo, sea capaz de traérselo.

Ya sea porque aún no ha encontrado la casa que busca -con un amplio jardín para soltar a sus perros- o porque tampoco tiene intención de afincarse en Donosti por mucho tiempo, el caso es que el escocés sigue viviendo en el lujoso hotel María Cristina. No es raro encontrárselo dando un paseo por el Centro de la capital donostiarra. Este sábado le espera una visita bastante más incómoda que la vida que lleva en San Sebastián.

En sus últimas cuatro visitas al Bernabéu, la Real ha perdido las cuatro y nada menos que con 18 goles en contra, la mitad de ellos de Cristiano, el gran ausente este sábado. En la temporada 2010-11, con Martín Lasarte en el banquillo perdió 4-1. Las dos temporadas siguientes, con Montanier, cayó por 5-1 y 4-3. El año pasado, con Jagoba Arrasate, otra goleada: 5-1, con hat-trick de Cristiano. Ese es el gran reto del 'galáctico' Moyes, que la Real dé la cara con él en el banquillo y no sea un muñeco roto en manos del Madrid. Sobre todo en los arranques de los partidos, cuando suele ser un coladero.

Moyes se ha quejado de los horarios del fútbol español, ninguna novedad para los sufridos aficionados, aunque a él le resulta aún más llamativo. “Es una hora horrible para jugar un partido. El fútbol no puede perder sus raíces y rendirse a la televisión y el dinero”. Predica en el desierto. David es un gran aficionado al golf y nada más aterrizar en San Sebatián se fue a cenar con Txema Olazabal, uno de los mejores embajadores que tiene la Real. También le gusta el turf, deporte que sigue de cerca porque no en vano es propietario de varios caballos.

Los entrenamientos no sólo son ahora más largos, sino también más intensos. Moyes es de esos entrenadores que considera que se juega como se entrena, de ahí que esté muy encima de sus jugadores. También lo está el día del partido y durante los 90 minutos. Le gusta esconder el once e, incluso, la convocatoria. Sabido es que tácticamente poco se puede esperar de un técnico británico. Es muy básico entrenando, pero su Everton era el equipo inglés que más tocaba en corto, sin rifar balones arriba como hace la mayoría. Y eso es lo que parece querer inculcar poco a poco en la Real, donde la presencia de Rubén Pardo en el centro del campo es toda una esperanza. En su presentación habló de ambición, pero de momento lo que intenta es recuperar la confianza.

Moyes y VelaFísicamente ha habido partidos con Arrasate en el banquillo en los que la Real se caía en los segundos tiempos y parecía que aún estaba de pretemporada. Da la sensación de que la confusión que había con el anterior entrenador llevaba a los jugadores, si no a correr menos, sí a correr peor, lo cual desgasta más. A Moyes siempre le ha gustado supervisar personalmente la preparación física, algo que también hacía, por ejemplo, John Toshack. Si algo ha perdido el equipo donostiarra con respecto a los últimos años es la velocidad en su juego. Esta es la principal razón por la que le cuesta tanto encontrar la portería rival. Su nuevo entrenador lo sabe y la cuestión es si será capaz de que la Real recupere parte de esa mordiente que le llevó a la Champions.

La imagen más simpática que ha dejado hasta ahora el escocés en España es la cuando fue expulsado por Velasco Carballo -quién si no- y se sentó en la grada de Anoeta. Una niña que estaba a su lado le ofreció gusanitos y Moyes no dudó en aceptarlos. Los medios ingleses no le pierden de vista y cualquier cosa que hace tiene repercusión en las Islas. Lo curioso es que, a diferencia de los medios locales, Sky Sports estaba esta semana a pie de césped de Zubieta. ¿Con permiso de la Real o con permiso de Moyes? Ahora mismo lo uno y lo otro parece que son lo mismo...

El bandazo del presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, fue de los que dejan evidencia un proyecto que nació torcido y está doblado. De enrocarse durante meses y mantener en el cargo a un técnico de perfil raso como Jagoba Arrrasate pasó a fichar a un entrenador mediático y con tablas como David Moyes. Cierto es que el escocés (Bearsden, 25 de abril de 1963) venía de pegarse un batacazo en el Manchester United, pero aún así forzó tanto la negociación que a punto estuvo de romperla. De hecho, Pepe Mel fue durante unas horas el nuevo técnico de la Real.

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