Lucas Silva, el alma del Cruzeiro bicampeón aterriza para hacer olvidar a Xabi Alonso

Lucas Silva ya es del Real Madrid después de que el equipo blanco confirmase la contratación del centrocampista brasileño, que llegará del Cruzeiro y firmará hasta 2020. A pesar de que hace semanas se hablaba de la posibilidad de que llegase el próximo verano, ambos clubes y el jugador decidieron hacer el traspaso efectivo de manera inminente. El propio vicepresidente del Cruzeiro, Márcio Rodrigues adelantó este jueves el fichaje Silva por el Real Madrid.

El jugador ya había pasado un reconocimiento médico en una clínica ajena a su club para confirmar su perfecto estado físico antes de aterrizar en el Bernabéu. Este viernes, el Cruzeiro anunció oficialmente el traspaso del centrocampista Lucas Silva al Real Madrid. El presidente del club brasileño, Gilvan de Pinho Tavares, confirmó en una rueda de prensa la venta del jugador y dijo que los detalles finales del acuerdo aún iban a ser discutidos con el club español. El Real Madrid podría desembolsar 14 millones de euros por el traspaso, aunque el Cruzeiro no confirmó el valor de la operación.

Lucas Silva es un mediocentro de contención moderno, esto es, capaz de ganar el balón imponiendo su físico y a la vez tiene una técnica muy suficiente para poder ser la referencia en la salida de pelota desde la defensa. Es por esa doble función que desempeña sobradamente por la que se ha convertido en un fijo para que Marcelo Oliveira, entrenador del Cruzeiro, le diera la manija del equipo, actual bicampeón de Brasil.

Vídeo: Las mejores acciones de Lucas Silva.

A sus 21 años acumula ya 66 partidos con el primer equipo, del que es canterano. Debutó con Cruzeiro en un partido del Brasileirao de 2012 y a mitad del año siguiente empezó a hacerse dueño de la medular. Eso sí, en el último campeonato brasileño acabó por no ser imprescindible para su entrenador. Aun así, fue considerado el mejor centrocampista defensivo por la revista Placar de Brasil y formó en el once de gala de la Serie A.

Por características, Lucas Silva debería ser una pieza de rotación para Ancelotti, no alguien básico. Y esto debe ser así fundamentalmente porque el joven jugador todavía tendrá que adaptarse del inmenso salto que supone siempre el fútbol europeo para alguien acostumbrado al suramericano y que, además, necesita todavía pulir varios aspectos de su juego para hacerlo del todo eficiente.

Queda bastante claro, sobre todo después de esta contratación, que Ancelotti no tiene plena confianza en Illarramendi, si no seguro de forma inmediata, puede que sí futura. Pero por ahora, no se fía del vasco y tampoco lo hace de Khedira, al que le quedan cuatro meses de relación con el Madrid si no cambia su contrato en breve. Es decir, que los elementos del centro del campo se reducen a cuatro, James, Kroos, Isco y Modric. Tres si tenemos en cuenta que al croata aún le falta un mes para volver a estar en plenas condiciones físicas y que Álvaro Medrán no tiene pinta de asentarse en el primer equipo a corto plazo.

Es decir, al técnico italiano le urgía un apoyo más en el centro del campo. Uno más de tantos que han pasado por el Real Madrid desde que Claude Makélélé se marchó al Chelsea en 2003. La estabilidad llegó a esa posición seis años después con Xabi Alonso después de ver cómo pasaban con más pena que gloria jugadores como Cambiasso, Pablo García, Gravesen, Emerson, los dos Diarra, Fernando Gago… Fuera también del Madrid están otros pivotes que pasaron por la cantera como Álex Fernández, traspasado al Espanyol, Javi García, en el Zenit, y Casemiro (uno de los favoritos de Florentino), cedido en el Oporto, cuya vuelta ahora se hace más complicada por el fichaje de su compatriota Lucas.