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Así actuará el Real Madrid con Odegaard para no meter la pata ante la FIFA
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Así actuará el Real Madrid con Odegaard para no meter la pata ante la FIFA

El noruego está a pocas horas de oficializar su compromiso por el Madrid, club que ha debido revisar -como hace habitualmente- el artículo 19 de FIFA

Foto: Martin Odegaard en su debut con Noruega a los 15 años.
Martin Odegaard en su debut con Noruega a los 15 años.

El noruego Martin Odegaard está a pocas horas de oficializar su compromiso por el Real Madrid. Su contratación ha sido un plato del deseo de importantes clubes europeos, entre ellos el FC Barcelona, que abandonó la puja prematuramente tras confirmarse su prohibición de fichar, precisamente por incumplir las normas que exige FIFA a la hora de hacerse con los servicios de un menor, como es el caso de este joven internacional. Dentro del artículo 19 del reglamento FIFA, a quien se protege no es al jugador, sino al 'niño', y es el mencionado artículo el que se debe mirar con lupa (como siempre) en casos del tipo de Odegaard, de 16 años.

En el reglamento, que versa sobre las transferencias internacionales, pone de relieve su prohibición si es menor de 18 años salvo en tres supuestos: que los padres del futbolista se trasladen de país por motivos que no tengan que ver con el fútbol (no es el caso); que el jugador viva en su casa y a menos de 50 kilómetros de la frontera natural, misma distancia a la que debe estar su nuevo club (tampoco es el caso); o que la transferencia se efectúe dentro del territorio de la Unión Europea (UE) o del Espacio Económico Europeo (EEE) y el jugador tenga entre 16 y 18 años (sí es el caso ya que Noruega está dentro del EEE y Ordegaar desde hace un mes tiene 16 años).

Las obligaciones por parte del Real Madrid

Y dentro de esta excepción, el nuevo club –Real Madrid- debe cumplir las siguientes obligaciones mínimas:

“i. Proporcionar al jugador una formación escolar o capacitación futbolística adecuada, que corresponda a los mejores estándares nacionales.

ii. Además de la formación o capacitación futbolística, garantizar al jugador una formación académica o escolar, o una formación o educación y capacitación conforme a su vocación, que le permita iniciar una carrera que no sea futbolística en caso de que cese en su actividad de jugador profesional.

iii. Tomar todas las previsiones necesarias para asegurar que se asiste al jugador de la mejor manera posible (condiciones óptimas de vivienda en una familia o en un alojamiento del club, puesta a disposición de un tutor en el club, etc.)”.

Así se especifica en el reglamento: una buena escuela tanto futbolística como académica (colegio) que le permita iniciar una carrera en caso de un futuro sin fútbol, una casa “óptima” y un tutor en el club (su padre, el exfutbolista Hans Erik Odegaard que entraría a trabajar directamente en el club).

Aunque por diferentes motivos, la presencia de un padre o tutor dentro de un club de fútbol no es un hecho aislado, y más en este tipo de operaciones. Para el recuerdo está, por ejemplo, la contratación del padre de Raúl como electricista, el de Silva en la seguridad del Valencia o el tío del Kun Agüero en el Cerro del Espino.

Siguiendo estas pautas, el conjunto de la Castellana no debería toparse con la ‘justicia’ como le ha ocurrido al FC Barcelona. La práctica de este tipo de contrataciones es continua en el mundo del fútbol y sólo el Real Madrid lleva en los últimos meses cuatro: Mink Peeters (16), Omar Rodríguez (17), Marco Asensio (18) y la mencionada Odegaard.

El noruego Martin Odegaard está a pocas horas de oficializar su compromiso por el Real Madrid. Su contratación ha sido un plato del deseo de importantes clubes europeos, entre ellos el FC Barcelona, que abandonó la puja prematuramente tras confirmarse su prohibición de fichar, precisamente por incumplir las normas que exige FIFA a la hora de hacerse con los servicios de un menor, como es el caso de este joven internacional. Dentro del artículo 19 del reglamento FIFA, a quien se protege no es al jugador, sino al 'niño', y es el mencionado artículo el que se debe mirar con lupa (como siempre) en casos del tipo de Odegaard, de 16 años.

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