Cristiano, Balón de Plata, sale del Mundial como si no hubiera ganado nada
"Se reserva un gol para la final", dijo su entrenador. Pero Cristiano se fue de Marruecos sin goles y sin lucir en la consecución del Mundial de Clubes
El Real Madrid tocó la gloria mundial en Marruecos. Todas las caras eran de jolgorio contenido. Era contenido porque, aunque el Mundial suponía la “guinda” a un año fabuloso, la importancia de este torneo es relativa dentro de la plantilla, sabedora de la inmensa superioridad sobre los rivales. Aun así, la felicidad estaba muy presente en los jugadores blancos. Todos sonreían. Bueno, todos no. Cristiano Ronaldo se marchaba de Marrakech cariacontecido, como si hubiese perdido la final y hubiese fallado un penalti decisivo. No parecía que hubiese ganado una Copa del Mundo y un Balón de Plata.
¿Sería eso lo que le dolería? ¿Un Balón de Plata? Cristiano no es un chico de plata, ni mucho menos. Él, como los piratas caribeños, lo que quiere es el oro, y cuanto más, mejor. Si Cristiano vuelve a Madrid con el premio al segundo mejor jugador del Mundial es, sin ninguna duda, porque no jugó bien. El trofeo que se llevó Sergio Ramos tenía ya casi escrito el nombre del portugués, el que estaba llamado a ser clave en la victoria merengue, ese que había marcado en todas las finales que había jugado con el Madrid. Pero Cristiano no apareció. Ni contra el Cruz Azul ni contra San Lorenzo. No fue su semana.
Menos mal, pensará, que el amigo Blatter cerró las votaciones para el Balón de Oro hace semanas, porque si los votantes vieran el nivel de Cristiano en este Mundial y lo comparasen con el doblete de Messi al Córdoba habría dudas. Precisamente, a Ronaldo le ha pasado casi lo mismo que al argentino en Maracaná. Messi ganó un Balón de Oro del Mundial de Brasil que no había merecido, y él mismo lo sabía. Cristiano tiene el de Plata del Mundial de Clubes porque no hizo prácticamente nada destacado.
Con haber hecho lo que hace mejor que nadie, marcar, el oro habría sido suyo. Y era lo que ansiaba: ser el protagonista del día, quería que el Madrid ganase gracias a él. Pero no pudo ser. Dentro de un tiempo, sabrá apreciar lo que hizo el equipo, pero por ahora no. Habría estado bien que comentase esto en la zona mixta, pero, como cuando Portugal cayó en Brasil, no habló.
Gareth Bale volvió a marcar en una final, tercera vez que lo hace en 2014 con el Real Madrid, y tras proclamarse campeón del Mundial de Clubes ante San Lorenzo, aseguró que "ha sido un año increíble" que espera extender en 2015. "Estaba deseando disputar este Mundial de Clubes y ganarlo como hemos hecho. Acaba el 2014, un año increíble para nosotros. Ahora en el nuevo año esperamos seguir ganando títulos", aseguró en la zona mixta del Gran Estadio de Marrakech, donde han tratado de maravilla al Real Madrid. "Es impresionante viajar por el mundo y ver el recibimiento de los aficionados. Estamos muy agradecidos por lo que hemos vivido en Marruecos. Estoy feliz de jugar para el mejor equipo del mundo. Espero que el año 2015 vaya bien", sentenció.
Mientras, Pepe destacó la firmeza del Real Madrid en el Mundial para conquistar el título. "Estoy muy feliz por un nuevo título y la racha que estamos viviendo. No me molestó lo que dijeron desde San Lorenzo, yo me dedico a trabajar con humildad, encarando cada partido con la máxima concentración y es lo que voy a seguir haciendo en 2015, un año en el que esperamos seguir en esta línea tan buena".
Álvaro Arbeloa aseguró que ha puesto "la guinda" en su etapa de madridista tras ganar todos los títulos a los que aspira un futbolista con su club. "Este título es el único que no había tenido la oportunidad de conquistar. Ahora ya puedo decir que lo ha ganado todo con el club más grande del mundo". El reto de Arbeloa es mantenerse en el Real Madrid y seguir conquistando títulos. "Por mi cabeza ahora pasa poder repetir en 2015 lo maravilloso que ha sido el 2014. Tenemos un equipo magnífico para seguir luchando por muchos títulos. Somos el mejor equipo del mundo".
El defensa madridista admitió que esperaban que San Lorenzo fuese "un equipo agresivo" en la final, para intentar recortar la distancia en calidad existente y reconoció la dificultad que tuvieron para vencer. "La final ha sido tan dura como pensábamos, los equipos argentinos son muy difíciles de derrotar, tienen mucha experiencia y no han parado de luchar con sus armas. Hemos sido mejores y el título es totalmente merecido". Por último, destacó la final de Ramos. "Estoy feliz por todo lo que está viviendo Sergio. Tiene una buena costumbre que es marcar en semifinales y final. Después de hacerlo en la Champions lo ha repetido en el Mundial de Clubes. Esperamos por nuestro bien que siga mucho tiempo".
Por último, Isco Alarcón habló de la felicidad que se vivió en el vestuario madridista tras conquistar el cuarto título del año. "Estamos muy contentos porque es un título importantísimo para el Real Madrid que nunca había ganado. Lo merecíamos por como estamos jugando. San Lorenzo ha intentado sacarnos del partido con faltas, protestas y pérdidas de tiempo, pero sabíamos a lo que nos enfrentábamos y lo sacamos adelante. En 2015 tenemos muy claro que queremos seguir ganando", concluyó.
El Real Madrid tocó la gloria mundial en Marruecos. Todas las caras eran de jolgorio contenido. Era contenido porque, aunque el Mundial suponía la “guinda” a un año fabuloso, la importancia de este torneo es relativa dentro de la plantilla, sabedora de la inmensa superioridad sobre los rivales. Aun así, la felicidad estaba muy presente en los jugadores blancos. Todos sonreían. Bueno, todos no. Cristiano Ronaldo se marchaba de Marrakech cariacontecido, como si hubiese perdido la final y hubiese fallado un penalti decisivo. No parecía que hubiese ganado una Copa del Mundo y un Balón de Plata.