Cuando Florentino se emocionó, "increíble, increíble" y una canción motivó al Madrid

Es un galáctico que ‘juega’ en el Madrid. Marroquí –nacido en Tetuán en 1972- fue condecorado en 2011por el rey Mohamed VI debido a sus éxitos profesionales. Se llama Nadir Khayat aunque todo el mundo le conoce como RedOne. Entró en acción en el Santiago Bernabéu a partir de que el Real Madrid conquistara la Décima y su arte ha logrado poner de acuerdo a todo el público merengue, algo difícil en el estadio de la Castellana. Hala Madrid, y nada más es su obra, que apoyado en la letra de Manuel Jabois emocionó desde el primer día a Florentino Pérez, poco después al vestuario y por último a la afición.

En los instantes previos al partido entre su equipo, el Real Madrid, y el Cruz Azul, el productor, compositor y cantante marroquí RedOne atendió a El Confidencial con la tremenda satisfacción que expulsaba su rostro por ver y vivir en su tierra un encuentro del Real Madrid. “Es un gran orgullo porque el club de mi vida es el Real Madrid y siempre he querido hacer algo grande con ellos. Lo hice con la canción de la Décima –Hala Madrid y nada más- y ahora que todo el mundo la está cantando es una sensación increíble e inimaginable. A todo esto le sumas que el Real Madrid está en Marruecos, en mi tierra (pone acento y se expresa profundamente) significa algo muy especial en lo personal. Es muy grande”.

La popularidad del fútbol en Marruecos es elevadísima. En ocasiones se establecen comparaciones de artistas del balón y artistas del escenario, RedOne ha dado un chut al lado del micrófono y esto ha provocado que su fama creciese a prácticamente todos los rincones del país del Atlas. “La gente me conocía mucho aquí por todos los éxitos que he hecho con Lady Gaga, Jennifer López, Enrique Iglesias, Pitbull, Mika y otros artistas de talla mundial. Pero el fútbol es muy importante y la gente, cuando ha visto que un marroquí -fanático del Madrid, como mucha gente de aquí- ha hecho un himno para el Real Madrid, ha significado algo histórico. Así que sí, el fútbol me ha convertido en un personaje más popular todavía”.

“El público del Madrid es muy distinto, muy difícil”

Los Rolling Stones, AC/DC, U2, Bon Jovi y otros gigantes del rock llenan estadios cada vez que se echan a la carretera. RedOne puede decir algo parecido (risas) porque su representación es “como un concierto cada tres días. Es increíble”. Sus expectativas se han cumplido: “Mi idea era que todo el Santiago Bernabéu se uniera para que cantasen la canción. Eso pensé antes de que se grabara y gracias a Dios esto es lo que está pasando… todo un estadio unido cantando el himno”. Aunque no todo lo tenía bajo control, debido a la particularidad de la ocasión, y del oyente… “Estaba un poco nervioso por cómo podría reaccionar la gente. Sé lo que hago porque he compuesto muchas veces… y podía intuir cómo la gente podría reaccionar. Pero el público del Madrid es muy distinto, muy difícil y… y lo amó (pausa). Me gustó mucho. La verdad, es un sueño hecho realidad porque, repito, el madridista es muy exigente y ver cómo lo cantaban fue un sentimiento increíble”.

“Siempre que estoy en el estadio lloro, se me saltan las lágrimas. Es muy emocionante ver al público unido, cantando todos juntos. Me emociona mucho”, admite el artista de origen sueco que en abril cumplirá los 43 años.

Florentino puso el tema antes de la final ante el Barça

Al principio, algo importante fue el ‘feeling’ que recibió de los protagonistas, “a los jugadores también les gusta. Cristiano (Ronaldo) y Sergio (Ramos) lo han dicho, que es muy apasionante, une al público y nos da fuerzas. Florentino, de hecho, antes de hacer público el tema, lo utilizó en el vestuario antes de saltar al césped en partidos importantes como el de la final frente al Barcelona (Copa del Rey), Bayern de Munich en casa y fuera (semifinal Champions League)… les emocionó, enchufó y motivó”.

¿Y cómo fue el recibimiento por parte de los que mandan en el club? “Fue también impresionante porque cuando les comuniqué la idea, Florentino Pérez y José Ángel Sánchez me dijeron “Dios mío esto es increíble, increíble. ¡Ya está, lo hacemos!” No fue un “lo vamos a pensar”. Lo sintieron desde el principio y significó mucho para mí”.