A Luis Enrique no hay quien le aguante y ya le acusan hasta del fichaje de Douglas

Aunque Luis Enrique quiso aprovechar el 8-1 al Huesca de Copa para darse autobombo -"es difícil imaginarme un partido mejor", dijo sin ponerse colorado-, lo cierto es que el técnico del FC Barcelona está cuestionado por todos los estamentos del club. Desde la Junta directiva que preside Josep María Bartomeu, quien públicamente dice tener confianza en él, pero en privado no tiene reparo en reconocer que se han equivocado con su contratación, al vestuario, donde Leo Messi lidera una rebelión de momento soterrada, pero que podría acabar en motín si la temporada se tuerce, por ejemplo cayendo ante el City en Champions o viendo cómo el Real Madrid se escapa definitivamente en la Liga.

Luego están la afición, que se mantiene a la espera de acontecimientos, y, por supuesto, los medios, con quien el asturiano parece estar permanentemente litigando. No hay una rueda de prensa en la que Luis Enrique no se muestre a la defensiva delante de los periodistas. Más agrio que simpático en las formas y queriendo aparentar una seguridad en sí mismo que precisamente deja en entredicho con su chulesco comportamiento. "No leo las críticas desde hace tiempo, me lo recomendó mi médico", fue su última perla.

Pero por si todo esto fuera poco, también en la secretaría técnica que dirige Andoni Zubizarreta están cansados de llevarse críticas que, según ellos, son injustas, de ahí que empiecen a desviarlas hacia el entrenador. Hace unas semanas saltó la noticia de que el FC Barcelona habría iniciado una investigación interna para saber si Albert Valentín, responsable de gestión de la secretaría deportiva y colaborador de Zubi, habría inflado y se habría lucrado con el fichaje de Douglas, el lateral derecho brasileño fichado este verano. Según las citadas informaciones, Valentín habría sido el encargado de que se fichara al exjugador del Sao Paulo después de que se descartara la incorporación del internacional colombiano Cuadrado.

Sin embargo, en la secretaría técnica aseguran que fue Luis Enrique quien pidió y dio el visto bueno al fichaje de Douglas. El hecho de no haber sido internacional con Brasil ya mosqueó. Unas informaciones aseguran que Valentín ofreció al intermediario que negoció este fichaje, el brasileño Juan Figer, 12 millones de euros, tres veces más de los 4 más 1'5 en variables que finalmente se abonaron por el traspaso. Pero algo no cuadra.

“Era lo que queríamos", dijo Luis Enrique al poco de conocerse el fichaje del lateral. "Nos aportará cosas en ataque, tiene claridad en el uno contra uno. Merece la pena haber hecho un esfuerzo por él”, añadió el técnico azulgrana. Desde la secretaría técnica se lavan las manos. Ellos querían a Cuadrado y por supuesto se desmarcan de las presuntas comisiones. Al menos que ellos las cobraran, aunque hay un nombre muy concreto al que todos apuntan.

Con Montoya condenado a una extraña suplencia que ha durado tres meses, Douglas debutó en Málaga, aunque tampoco volvió a jugar hasta el partido de Copa de esta semana contra el Huesca. En su caso, parece evidente que es un tema de rendimiento. Lesionado Alves, Montoya fue titular, aunque también Douglas tuvo minutos. El brasileño entró en la segunda parte para ocupar el lateral derecho, mientras Montoya se trasladó al izquierdo. Por minutos, incidencia en el juego, asistencias y oportunidades de gol, el canterano eclipsó a uno de los fichajes que más dudas generan en la historia reciente del Barça, junto al del lesionado Vermaelen.