Es noticia
Portugal doblega a la Argentina de Messi el día que Old Trafford aclamó a Cristiano
  1. Deportes
  2. Fútbol
el duelo entre las dos estrellas duró 45 minutos

Portugal doblega a la Argentina de Messi el día que Old Trafford aclamó a Cristiano

Los lusos se llevan el triunfo gracias a un gol de Guerreiro en el minuto 91. Un bolo que se saldó con un tímido duelo entre los dos mejores del mundo

Foto:

Corría la jornada 6 de Liga cuando, durante los primeros compases del otoño, Villarreal y Real Madrid medían fuerzas en El Madrigal. En un momento del choque, un sonido proveniente desde el cielo llamó la atención de los presentes. Era una avioneta con un mensaje muy especial para Cristiano Ronaldo. “Cristiano vuelve a casa”, se podía leer en una pancarta unida por una cuerda a la nave. El astro portugués esbozó una ligera sonrisa al comprobar que el remitente no era otro que un grupo de seguidores del Manchester United, la que fue su casa durante seis temporadas (2003-2009). Años de vino y rosas que aún hoy añoran en la ciudad inglesa.

Este martes, Cristiano regresó a Old Trafford para disputar un amistoso con Portugal que le enfrentaba a la Argentina que comanda su némesis: Leo Messi. Era la segunda vez que pisaba el verde del ‘Teatro de los Sueños’ sin el rojo de los ‘Devils’. La primera fue con el Real Madrid en una eliminatoria de Champions. Esta vez tocó la selección en un partido con poco en juego. Muestra de ello fue el desangelado aspecto de la grada. Los precios de las entradas (85 euros las más baratas y 120 las más caras) tampoco ayudó. "Es un partido amistoso, si fuese para la Copa del Mundo sería especial, pero es amistoso, no cuenta para nada. Será especial volver a Old Trafford", reconocía en la previa del duelo.

Un partido en el que, al margen del gol in extremis del carrilero luso Rafael Guerreiro en el descuento, todas las miradas estaban puestas en el duelo entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo. El atleta Cristiano frente al esteta Messi. La fuerza de uno y la técnica del otro. Si uno mete tres, llega el otro y mete cuatro. Una competencia sana que ha elevado al fútbol a una nueva dimensión. Compiten en sueldo, en patrocinadores, en goles y hasta en seguidores en twitter. En Champions el luso registra 70 dianas por las 71 del argentino. Se reparten el pastel de los honores nacionales e internacionales: pichichis, Balones de Oro... es la rivalidad hecha fútbol. Un duelo que, tal y como habían pactado con sus respectivos entrenadores, se redujo a los 45 minutos del primer acto que habrían exigido los promotores del bolo, quienes desembolsaron 4 millones: 1,5 para cada federación y 1 más por el alquiler y los demás gastos necesarios para poner en marcha la infraestructura.

Era la vigesimosexta ocasión en la que se enfrentaban (11 victorias para Messi y 7 para Cristiano y ocho empates). Sin nada que rascar a nivel deportivo, los dos cracks se mostraron más distendidos y sosegados de lo habitual. Para los amantes del morbo, antes de saltar al verde, las cámaras captaron un bonito momento. Mano al cuello de Messi por parte de Cristiano, y el argentino responde con extendiendo la suya hasta la fornida espalda de su máximo rival sobre un campo de fútbol. La breve acción termina con una sonrisa. Qué alegría, qué alboroto. Después llegaron dos apretones de manos más: uno tras los himnos y otro en el sorteo de campos, donde los dos fueron protagonistas como capitanes de sus respectivas selecciones.

A nivel ambiental, Portugal se sintió poco menos que en Do Dragao o en el José Alvalade. Todo gracias al cariño de una grada que, si bien fue evidente que no estaba ocupada por sus habituales inquilinos, no perdió ocasión de rendir pleitesía al genio de Madeira y silbaba cada vez que su oponente más acérrimo cogía la pelota. Una situación extraña que más evocaba a una pachanga veraniega en cualquier capital de un país asiático que a un partido con cierta solera en una de las catedrales del fútbol mundial.

Pese a la intensa pitada, Messi mostró una versión ilusionante. Partiendo desde la derecha, algo que ya dejó caer en su día el Tata durante su frugal experiencia con el Barça, Messi se mostró más activo y participativo en el juego de la albiceleste. Tras rebasar con insultante facilidad a Tiago Gomes, en una acción vertical marca de la casa, una pared con Lucas Biglia le dejó sólo ante Beto. Controló con el muslo pero, algo escorado, su disparo con el alma se estrelló en la cepa del palo antes de salir disparado sin control. Leo fue un filón por el perfil y lideró el monólogo sudamericano en la primera parte. Cristiano, más tibio y sufriendo ante la falta de posesión de un combinado luso perdido, que corría detrás del balón y bailaba al ritmo del rival. Tuvo una tras pinchar el centro desde la derecha de Bosingwa, pero naufragó en un mar de inútiles recortes antes de mandar el balón a las nubes. Luego llegaron las disculpas ante Biglia después de lanzar una patada al aire que acabó impactando el estómago del centrocampista de la Lazio.

Otra de las imágenes del partido fue el recadito de Nani sobre Di María. El hombre que, aunque desde las oficinas del United se lo quisieran quitar de encima desde hacía tiempo, le ha quitado el puesto. Una acción sin posibilidad de jugar el balón que dejó al ‘Fideo’ tendido en el césped. A Van Gaal, testigo de excepción desde la grada, se le caían las gafas de cerca al ver el feo gesto con uno de sus primeros espadas. Más cuando el próximo sábado toca medirse el Arsenal en el Emirates en un duelo directo entre dos grandes en los que reina la apatía.

Y hasta aquí lo que dio de sí un partido con un claro vencedor: el márketing. Tata Martino y Fernando Santos sabían que no podían estirar el chicle. La temporada entra en una fase decisiva donde cualquier contratiempo puede acabar con las aspiraciones de uno u otro. Además del acuerdo con sus respectivos mascarones de proa, el segundo acto demostró el pacto de caballeros firmado con el resto del plantel. En el minuto 60, Martino retiró del campo a Higuaín y a Di María, con el consiguiente resoplido de Benítez y Van Gaal, ambos presentes en la plaza inglesa. Santos hizo lo propio. Mascherano fue el único de los pesos pesados que aguantó los 90 minutos. Sustituciones que dieron lugar a otro momento caliente: el sonoro abucheo que le dedicó el público a Carlos Tévez, de ídolo a verdugo después de su marcha al City.

Ficha técnica:

0. Argentina: Guzmán; Roncaglia, Otamendi, Demichelis, Ansaldi (Silva, m.73); Biglia, Mascherano, Pastore (Pereyra, m.73); Di Maria (Lamela, m.60), Higuaín (Tévez, m.60) y Messi (Gaitán, m.46).

1. Portugal: Beto; Bosingwa, B.Alves, Pepe (José Fonte, m.46), Tiago Gomes (Guerreiro, m.51); Moutinho, Andre Gomes (Adrien Silva, m.66), Tiago (William Carvalho, m.76); Nani, Danny (Quaresma, m.46), Ronaldo (Eder, m.46).

Gol: 0-1, m.91: Raphael Guerreiro.

Árbitro: Martin Atkinson (GBR). Amonestó a los argentinos Ansaldi (m.30) y Lamela (m.82), y a los portugueses Moutinho (m.31) y Tiago (m.56)

Incidencias: partido amistoso disputado en el estadio Old Trafford, en Manchester. El técnico del Manchester United, Louis van Gaal, el entrenador del Nápoles, Rafa Benítez, y el futbolista del United, Radamel Falcao García, asistieron al encuentro.

Corría la jornada 6 de Liga cuando, durante los primeros compases del otoño, Villarreal y Real Madrid medían fuerzas en El Madrigal. En un momento del choque, un sonido proveniente desde el cielo llamó la atención de los presentes. Era una avioneta con un mensaje muy especial para Cristiano Ronaldo. “Cristiano vuelve a casa”, se podía leer en una pancarta unida por una cuerda a la nave. El astro portugués esbozó una ligera sonrisa al comprobar que el remitente no era otro que un grupo de seguidores del Manchester United, la que fue su casa durante seis temporadas (2003-2009). Años de vino y rosas que aún hoy añoran en la ciudad inglesa.

Leo Messi Cristiano Ronaldo Noticias de Argentina Portugal
El redactor recomienda