Una factura de 1.600.000 euros liquida a Jorge Pérez y hunde a María José Claramunt

En la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sigue el incendioque se ha avivadotrasel nombramiento de Esther Gascón como nueva directora general. El movimiento promovidoporJuan Padrón, vicepresidente Adjunto a la Presidencia,y apoyado plenamente por el presidente,Ángel María Villar, tenía como objetivo acabar con el poder absoluto que aglutinaban de un tiempo a esta parteJorge Pérez, secretario general,yMaría José Claramunt, directora de la Selección absoluta.La hoja de gastos del Mundial de Brasil presentada por ambosha supuesto la gota que colmóla paciencia de Padrón y del propioVillar.

El ‘media center’ instalado en Curitiba, lugar en el que estuvo concentrada la Selección enBrasil, fue montado,organizado y gestionado por Mediapro, que a diario, con empleados suyos, lo mantenía operativo, encargándose de su buen funcionamiento. Pérez y Claramunt fueron los que cerraron con la empresa de Jaume Roures el acuerdo. Cuando la factura de 1.600.000 eurosllegó a la Federación, Padrón tomó la decisión de dar un giro total y absoluto al funcionamiento de todo lo relacionado con la Roja. ‘Hasta aquí hemos llegado’, vino a decir el veterano dirigente canario. Una factura demasiado elevada y además pagada a una empresa -Mediapro- quePadrón considera muy ligada a Javier Tebas, el presidente de la LFP, quien hace años se querelló contra él y Villar.

Jorge Pérez, tras mediavida trabajando a las órdenes de Ángel María Villar, está a la espera de abandonar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Ha puesto sucargo a disposición y, como quiera que tampoco quiere irse dando un portazo, está a la espera de negociar su salida. La pérdida de confianza de sus superiores en irrecuperable. Por su parte,María José Claramuntverá recortadas sus funciones, además de perder algunos ‘privilegios’.

Algunas decisiones del pasado tomadas por Pérez y Claramunt, muy unidos siempre a la hora de trabajar, no gustaron en determinadas estancias de la Federación. Estaban bajo ‘vigilancia’, sobre todo, por parte de Juan Padrón, al que no cuadraban algunas cosas. El desastroso Mundial de Brasil -a todos los niveles-, coronado con una lamentable salida de tono de Jordi Alba, supuso el punto y final y el inicio de una nueva era sin los hasta ahora mandamases. Muchos estiman que la cúpula federativa ha tardado demasiado tiempo en cortar por lo sano y apartar a Jorge Pérez y, sobre todo, a María JoséClaramunt.

La Roja no es ajena a este terremoto que ha zarandeado -y sigue haciéndolo- las estructuras de la Federación Española de Fútbol. Apoyada por algunos jugadores con cierto peso, otros muchos nunca han tenido buen ‘feeling’ con Claramunt. Sin que la relación fuera mala, algunos han optado por mantenerse a una prudencial distancia de la, por el momento, todavía Directora de la Selección absoluta. No confían en ella...

Del Bosque asiste preocupado al tenso ambiente que reina desde hace tiempo en las entrañas de la Federación. Es el responsable máximo del equipo absoluto y sabe que algunos movimientos que se están produciendo pueden tener cierta incidencia en la convivencia del grupo. El seleccionador, que recela de Claramunt desde hace mucho tiempo, está a la espera de ver cómose asientan las estructuras de la Rojay en qué situación queda todo lo concerniente a la vida diaria del equipoy su funcionamiento.