Josep María Bartomeu queda exculpado por el polémico contrato de Neymar

El presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu, ha quedado exculpado de una posible vinculación con los contratos supuestamente ficticios del jugador brasileño Neymar Da Silva, que ha llevado a la imputación del expresidente, Sandro Rosell, como del propio club.

Tanto el representante legal del Barça, en este caso el director general, Antonio Rossich, como Rosell confirmaron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que tanto en el desarrollo de la negociación del fichaje como en la fijación de las condiciones contractuales no participaron ni Bartomeu, cuando era vicepresidente deportivo, ni Javier Faus, vicepresidente económico.

El magistrado preguntó a las partes en una de sus últimas resoluciones sobre la conveniencia de imputar a Bartomeu, Faus y al padre de Neymar por su participación en el fichaje del jugador, que pudo suponer un delito de apropiación indebida en la modalidad de distracción para el que fuera presiente del club y un delito fiscal por no tributar casi 38 millones de euros a la Hacienda Pública, por lo que el Barça no habría pagado 9,1 millones de euros.

Tras la declaración como imputado de Rosell, del director general en representación del Barça, que también está imputado, y el auditor de Deloitte, el siguiente paso es que la Fiscalía informe sobre la imputación de los otros tres firmantes de los contratos. Fuentes fiscales apuntan que las declaraciones de ayer no fueron convincentes y que hay indicios de que existieron contratos ficticios en el fichaje.

La acusación representada por el socio Jordi Cases ya solicitó estas imputaciones, que serán resueltas próximamente por el magistrado. Durante su declaración, Rosell mantuvo que él fue el líder del fichaje y quien convenció al jugador de que se fuera con el club catalán a pesar de que tenía propuestas más suculentas de otros clubes.Por ahora, la Fiscalía no tiene una decisión tomada sobre la imputación de Bartomeu e inicialmente esperará a que se aporten una serie de informes antes de informar sobre este aspecto.

Rosell, que dimitió después de que Ruz admitiera a trámite esta querella, defendió la legalidad del contrato e insistió en que el fichaje costó 57 millones de euros y el resto de cantidades de las que se hablan se trata de “otras cosas”, ajenas al pago del jugador. Es más, aseguró que a raíz de esta investigación se leyó todos los contratos exhaustivamente porque previamente no había leído la letra pequeña y confirmó que todos los documentos y gestiones se habían realizado de manera impecable.

Sobre el pago a Hacienda de 13 millones de euros tras hacerse público este presunto fraude fiscal, tanto el expresidente como el director general del club explicaron que se hizo por prudencia y las razones serán detalladas debidamente al juez con el envío de una serie de documentación que el propio magistrado les ha requerido.

Por ahora, en este asunto se investiga un presunto delito fiscal por no haber pagado a Hacienda debidamente por el fichaje del jugador y otro delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción por parte de Rosell. Sin embargo, para este último delito fuentes jurídicas señalan que para que se cometa tiene que haber un perjudicado. En este caso, sería el Barça, quien niega tal perjuicio, aunque deberá ser analizado en un informe pericial.

Por su parte, el club salió satisfecho de las declaraciones ante Ruz porque pudieron demostrar, según su versión, la “correcta articulación contractual y la inexistencia de motivaciones fiscales” en el fichaje del brasileño, respecto del cual negaron cualquier artificio o simulación contractual.