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Antes de demostrar su valía, Puyol ayudará a Zubizarreta ante los medios y la afición
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el gran capitán seguirá en el club

Antes de demostrar su valía, Puyol ayudará a Zubizarreta ante los medios y la afición

Puyol no seguirá jugando, pero sí permanecerá en el club de su vida. Lo hará como mano derecha de Zubi, que tratará de exprimir los conocimientos del 'capità'

Foto: Zubizarreta ha elegido a Puyol para ser su mano derecha en la dirección deportiva.
Zubizarreta ha elegido a Puyol para ser su mano derecha en la dirección deportiva.

Su despedida del Barcelona no auguraba un gran futuro futbolístico en activo por delante. Carles Puyol no quiso decir abiertamente que su carrera deportiva había acabado; era demasiado doloroso para él, para el Barça y para los amantes del fútbol dar por sentado un final tan triste como el del gran capitán culé, amargado por las continuas lesiones. “Difícilmente podré jugar en el futuro en otro sitio”, dijo Puyol. Ese mal augurio se ha cumplido: Puyol se retira y se incorpora a la directiva del Barcelona.

La “profunda remodelación” de la que hablaba Josep María Bartomeu iba a afectar, de forma obvia y clara, a la parcela puramente futbolística, con incorporaciones numerosas y salidas no menos cuantiosas. Además, también suponía el relevo en el banquillo. Ahora, con la incorporación de Puyol a la dirección deportiva se confirma la remodelación en todos los ámbitos, pero con ciertos matices. Puyol, como la energía, no se crea ni se destruye, sólo se transforma, y lo hace dejando los hábitos cómodos y elásticos del futbolista por la chaqueta y corbata propia de los oficinistas.

Es una medida que se puede valorar con un doble rasero; la parte positiva del nombramiento de Puyol como adjunto a la dirección deportiva es que el cambio generacional, el Barça lo va a ejecutar desde unos valores propios, todos alojados de forma intrínseca en la figura del ya excapitán azulgrana. No hay nadie que represente más el ‘ser culé’ que Puyol e iniciar la revolución desde su figura hará que tanto los miembros veteranos de la plantilla, como la propia afición (muy quemada por todo lo sucedido esta temporada), se identifiquen con este nuevo Barça.

Además, no hay nadie que esté ahora mismo dentro de este Barça en plena descomposición que sepa mejor que Puyol lo que falta en el vestuario. Bartomeu insistió en que sería Zubizarreta el que lideraría los cambios que están por venir, y las tres contrataciones hasta ahora realizadas (Ter Stegen, Halilovic y Luis Enrique) se le han ‘otorgado’ al vasco. Pero también se considera a Zubi algo oxidado. Durante estos años le ha costado ver cuáles eran las necesidades básicas que requería el Barça para seguir creciendo o, al menos, mantener el nivel. No fichó un central cuando hacía falta, por ejemplo. Puyol será el encargado de hacerle ver qué tiene que llegar, qué no y bajo qué perfil.

La parte negativa es clara: que el Barça pueda utilizar la figura de un mito del barcelonismo como Puyol como un simple pararrayos de todos los males que le han venido, le vienen y le vendrán encima. El exdefensa podría convertirse en el guardaespaldas de Zubizarreta y en un espejo que refleje lo mejor de la mejor época culé de la historia al que sea harto complicado recriminar cualquier acción que se produzca en la que ahora es su parcela de trabajo. O, peor aún, que sea un mero puesto ficticio para mantener a una leyenda relacionado con el club, desaprovechando así el vasto conocimiento del equipo que tiene.

El problema que también se puede encontrar Puyol es su inexperiencia en los despachos. Sin duda, no se le va a exigir que sea un experto negociador, no es esa su función. Tampoco lo son el ‘marketing y las finanzas’, trabajos que según Zubizarreta desempeñará en su nuevo puesto. Es decir, Puyol se va a encontrar en un mundo completamente nuevo, visto hasta ahora por él desde el punto de vista del jugador en activo, siempre alejado de la realidad del despacho y las complicaciones que conlleva.

Pero sin duda, la permanencia de Carles Puyol en el Barça es un gesto que beneficia a todos y que ayuda a cuidar la imagen del club, algo deteriorada tras una temporada con demasiados problemas institucionales. Puyol será el mejor enlace posible entre la directiva y la plantilla, a la que conoce a la perfección y que seguirá teniendo (algo más alejado, eso sí) a su líder muy presente durante todos los días, sobre todo cuando la marcha de Xavi Hernández parece más cercana que nunca.. Tras la marcha de Víctor Valdés a un destino todavía por confirmar, que el otro peso pesado que sale del equipo se quede en el club no puede ser menos que beneficioso.

Su despedida del Barcelona no auguraba un gran futuro futbolístico en activo por delante. Carles Puyol no quiso decir abiertamente que su carrera deportiva había acabado; era demasiado doloroso para él, para el Barça y para los amantes del fútbol dar por sentado un final tan triste como el del gran capitán culé, amargado por las continuas lesiones. “Difícilmente podré jugar en el futuro en otro sitio”, dijo Puyol. Ese mal augurio se ha cumplido: Puyol se retira y se incorpora a la directiva del Barcelona.

Carles Puyol Josep Maria Bartomeu
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