El Tata Martino llevaba muchos meses tachando a diario los días del calendario

Como los presos en la cárcel. Poniendo cruces en el calendario. Así se ha pasado el Tata Martino sus últimos meses como entrenador del Barcelona, tachando días y soñando con el día de la despedida. El sufrimiento se ha acabado para el entrenador, que en cuanto acabó la Liga anunció su adiós. Pudo marcharse con el título en el bolsillo, pero el éxito no habría podido tapar el sufrimiento que ha padecido como máximo responsable técnico del primer equipo. Andoni Zubizarreta dio al Tata las gracias por los servicios prestados, calificando de “complicada” la temporada. Y así fue de principio a fin para el técnico argentino.

En julio de 2013 el vestuario del Barcelona recibió el golpe más duro. Unas semanas antes, Tito Vilanova, recuperado de su enfermedad, manifestaba que se sentía con las fuerzas necesarias para seguir dirigiendo al equipo. Pero llegó una inesperada recaída que le obligó a centrarse en su recuperación y dejar el cargo. Tocaba buscar sobre la marcha un sustituto de garantías. Y por ahí apareció el nombre del Tata Martino, que en pocas horas pasó a ser el elegido.

Ya entró con mal pie cuando desde el primer momento se desveló que Messi había tenido mucho que ver en la contratación de su compatriota. Hasta el propio Tata habló en un primer momento del papel desempeñado por Leo, algo que tuvo que desmentir posteriormente. Andoni Zubizarreta, Director Deportivo del Barcelona, que salió rápidamente al quite para subrayar que la elección de Martino era una cuestión del club, sin que el jugador hubiera tenido nada que ver.

El entrenador argentino firmó un contrato de dos temporadas, pero ya en pretemporada comenzó a observar detalles que no le agradaron nada. En la parcela deportiva, con la plantilla ya diseñada perfectamente, no pudo introducir algún elemento nuevo. Pero lo que más le incomodó entonces, y que ha estado vigente durante toda la campaña, es que el cuerpo técnico de Tito Vilanova estuviera a su alrededor a diario.

El Tata aterrizó en el Barcelona con sus colaboradores de máxima confianza. Su segundo, Jorge Pautasso, y su preparador físico, Elvio Paolorosso, se integraron en la vida diaria del Barcelona. Pero de la misma no desapareció la ‘guardia de Tito’ por decisión del club. Al principio, cuando no conocía el entorno, no puso objeciones, pero con el paso del tiempo, cuando empezó a manejar la situación, comprobó que a su alrededor había personas que no sumaban lo que él esperaba.

Cuando la temporada oficial daba sus primeras brazadas, Martino empezó a tener claro que su vida en el vestuario no iba a ser tan feliz como pensaba. Aunque los resultados acompañaban, no se sentía lo suficientemente respaldado en algunas situaciones. Se dio cuenta enseguida que algunas filtraciones de su entorno, lejos de ayudarle, le dañaban. Y, por consiguiente, al equipo.

Nunca se sintió cómodo trabajando con los asistentes que eligió Tito. Sobre todo en algún caso concreto… Martino no tardó mucho en hacer la ‘ficha personal’ de sus colaboradores.El diagnóstico sobre alguno de ellos no fue nada positivo. En muchos momentos, el técnico argentino sintió que su trabajo era examinado con lupa; se sintió vigilado, algo que provocó que se cerrara más y más en su entorno de confianza, alejándose del resto de personas que trabajaban con él todos los días.

Martino quiso prescindir de algunos, pero no fue posible. Supo en muchos momentos que algunas informaciones que no le dejaban en buen lugar partían de su propio vestuario, el del cuerpo técnico. A finales de 2013, ya empezó a meditar seriamente la retirada cuando acabara la actual temporada. Y ese pensamiento se extendió a su alrededor. En el mes de marzo, como desveló El Confidencial, anunció de manera oficial al vestuario que al acabar la temporada abandonaría el Barça. “Si alguien me avisa de lo que pasaba por aquí, no hubiera venido", ha comentado Martino más de una vez en diversos lugares.

En el vestuario tampoco encontrófacilidades precisamente. La temporada abrió muchos frentes que trató de sortear de la mejor manera. Muchas veces sin sentir el respaldo necesario por parte del club y de muchos integrantes del vestuario. La revolución que exigió Guardiola y nunca se produjo -la temporada que viene ya es otra cosa- también le ha afectado. No consiguió conectar plenamente con el plantel y desde éste, en muchos momentos, se deslizaron comentarios nada positivos hacia la persona del técnico. Martino lo supo siempre, pero todo lo gestionó internamente. Ni un solo comentario público que sobrara.

Con el paso de los meses, el equipo fue conociendo la evolución de la enfermedad de Tito Vilanova. Las noticias que llegaban no eran nada buenas, algo que afectó anímicamente al grupo. Sobre todo en casos concretos. Jugadores como Messi, Cesc o Piqué, con el que coincidieron en el mejor equipo Cadete de la historia del Barcelona, sufrieron en silencio. Cuando se produjo el fatal desenlace, el vestuario en pleno lloró. Un golpe que deportivamente pudo ser definitivo en Villarreal horas después de la marcha de Tito Vilanova. Pero un 2-0 pasó a convertirse a última hora en un 2-3 que fueclave para que el Barcelona luchara por eltítulo hasta el final.

Martino siempre ha sido fiel al club. Cuando le ha tocado dar la cara ante los medios de comunicación, sus mensajes siempre han estado cargados de lealtad. Y eso en las oficinas del Camp Nou lo valoran. Sobre todo Andoni Zubizarreta, que siempre conoció las inquietudes del técnico. Ahora el Tata ya disfruta con su regreso inmediato a Rosario. Quien sabe si dirigir la selección de Argentina será su siguiente reto. Se va sin títulos y eso le duele especialmente. Sobre todo por Tito...