Cruyff se deja ver a la espera de elecciones y piensa en Michael Laudrup como entrenador

Josep María Bartomeu prepara el próximo curso del Barcelona. Está en su derecho. Está legitimado. Se habla de seis o siete jugadores, de entrenadores tipo Paco Jémez, Valverde, Frank de Boer, Valverde y Laudrup-el último en aparecer-, pero con lo que no parece contar es con la opinión del famoso entorno de la entidad azulgrana y, en especial, con la palabra de esa afición que en el entrenamiento del jueves la tomó con Martino porque era al que tenían a mano. Todas las encuestas, hechas en medios catalanes, señalan al actual presidente, pero machacan a Sandro Rosell, al que culpan directamente del deterioro del club.

En este escenarioque se está empezando a mover, se está dejando ver Johan Cruyff. El holandés, desaparecido en meses anteriores, ahora habla. Cuestiona el fichaje de Neymar, la posición del entrenador que tiene Martino, la actitud de los jugadores y, por supuesto, la gestión de los directivos en los últimos tres años... Los mismos que lleva alejado del Barcelona y de esa presidencia de honor que le dio Laporta. Ahora se ha convertido en la cabeza visible del movimiento que pide unas elecciones presidenciales y un lavado de imagen del club desde los vestuarios hasta la zona noble.

Muchos ven detrás de las palabras de Cruyff la verdadera intención de Joan Laporta, que no es otra que el deseo de regresar a la presidencia del Barcelona tras su fallido paso por la política. Ya ha pedido elecciones y el martillo no va a parar en el golpeo a la actual directiva hasta que no convoque unos comicios que están en la hoja de ruta del Barcelona desde que allá por el mes de enero Sandro Rosell abandonara la presidencia.

Bartomeu no piensa hablar de la posibilidad de convocar elecciones ni del futuro hasta que no termine la temporada, aunque habrá que ver la reacción del Camp Nou en el partido ante el Athletic para saber la repuesta de la afición y el proceder de los dirigentes a partir de ese momento. Una vez más será el socio y su voz el que decida, pero hasta que llegue ese instante, Bartomeu se siente con la ley de su parte.

Hasta el momento en el que el socio hable, Zubizarreta tiene el encargo de ser la cabeza visible de ese cambio que demanda el actual momento del Barcelona. La consigna es que el cimiento del proyecto tenga pasado azulgrana, cualidad que Martino no tenía y que le ha pesado como una losa desde el primer día.

Ese incesante carrusel de nombres que van apareciendo tienen dos grandes protagonistas en Valverde y Luis Enrique. Uno era el favorito de Rosell para la presente temporada y el otro fue pretendido tras el forzado adiós de Vilanova.

En los próximos días aparecerá un nombre que cumple todos los requisitos, que no es otro el de Michael Laudrup. Es el favorito de Cruyff y Laporta. Conoce la casa a la perfección, sabe del gusto de los azulgranas y su manera de entender el fútbol se identifica con el toque que ha sido proclamado como identidad por el club catalán en los últimos años.