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Florentino Pérez no ordenó a Ramos y Cristiano atacar a Undiano Mallenco
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ANCELOTTI EVITA HABLAR DE PERSECUCIÓN ARBITRAL

Florentino Pérez no ordenó a Ramos y Cristiano atacar a Undiano Mallenco

Florentino está indignado con los árbitros y quiere establecer un nuevo orden dentro del arbitraje español. Carlo Ancelotti, más cauto, habla de fallos

Foto: Undiano Mallenco saca a Sergio Ramos la tarjeta roja en el Clásico (
Undiano Mallenco saca a Sergio Ramos la tarjeta roja en el Clásico (

Florentino Pérez está indignado con los árbitros. Tal y como hemos ido informando pretende establecer un nuevo orden dentro del arbitraje español. Ancelotti, más cauto y desconocedor de lo que se mueve a su alrededor, no habla de campaña en contra del Real Madrid. Habla de fallos, pero no de campañas orquestadas, tal y como hicieron Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo para alegría de la afición y de algunos sectores de la prensa, que volvieron a señalar a Casillas y su silencio por su condición de capitán, cuando el portero no jugó ni un minuto ante el Barcelona.

La reacción de los jugadores fue espontánea. Ninguno de los dos recibió la consigna de atacar a un Undiano Mallenco que ha sido elogiado por Sánchez Arminio, destacando su labor de manera privada y pública. El segundo capitán y la referencia del equipo blanco hablaron en el vestuario sobre lo sucedido y coincidieron en señalar lo hecho por el colegiado, pero no recibieron consigna alguna del club para hablar de campaña orquestada y de persecución arbitral.

El club quiere separar lo que es el mensaje institucional del que emita el vestuario. No quiere problemas con los jugadores y los árbitros, pero tampoco está dispuesto a quedarse con los brazos cruzados. Los dirigentes buscan que sean ellos los que acaparen la atención, los que sean los protagonistas de los expedientes y no jugadores de la importancia de Ramos y Ronaldo, que a partir de ahora pueden estar señalados por los árbitros, expediente abierto incluido.

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El vestuario blanco no comparte la teoría. Hay jugadores que sí que hablan claramente de la actuación de Undiano y de otros árbitros. Xabi Alonso es de los más críticos de puertas hacia adentro. Muchos se han olvidado de la diplomacia, pero otros admiten errores propios y los asumen como es el caso de Marcelo.

Los dirigentes no se piensan quedar con los brazos cruzados. Van a buscar cambios, pero también han hecho análisis y hablan de errores, de fallos inexorables y que denotan síntomas de equipo sin las hechuras necesarias para pelear de igual a igual con los grandes, tanto de España como del resto de Europa. Hay nervios y los hay por esa debilidad. Hoy tienen una nueva prueba, pero la imagen dada por el equipo y por el entrenador preocupa.

Ancelotti se muestra cauto. Salvo en un par de ocasiones no ha hablado de los árbitros y sus decisiones. El italiano está preocupado por la falta de respuesta de su equipo en situaciones límite. Sin buscarlo se ha encontrado al aliado perfecto en Undiano, pero es consciente de que el equipo debe reaccionar porque si no su futuro peligra. Lo sabe.

Florentino Pérez está indignado con los árbitros. Tal y como hemos ido informando pretende establecer un nuevo orden dentro del arbitraje español. Ancelotti, más cauto y desconocedor de lo que se mueve a su alrededor, no habla de campaña en contra del Real Madrid. Habla de fallos, pero no de campañas orquestadas, tal y como hicieron Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo para alegría de la afición y de algunos sectores de la prensa, que volvieron a señalar a Casillas y su silencio por su condición de capitán, cuando el portero no jugó ni un minuto ante el Barcelona.

La reacción de los jugadores fue espontánea. Ninguno de los dos recibió la consigna de atacar a un Undiano Mallenco que ha sido elogiado por Sánchez Arminio, destacando su labor de manera privada y pública. El segundo capitán y la referencia del equipo blanco hablaron en el vestuario sobre lo sucedido y coincidieron en señalar lo hecho por el colegiado, pero no recibieron consigna alguna del club para hablar de campaña orquestada y de persecución arbitral.

El club quiere separar lo que es el mensaje institucional del que emita el vestuario. No quiere problemas con los jugadores y los árbitros, pero tampoco está dispuesto a quedarse con los brazos cruzados. Los dirigentes buscan que sean ellos los que acaparen la atención, los que sean los protagonistas de los expedientes y no jugadores de la importancia de Ramos y Ronaldo, que a partir de ahora pueden estar señalados por los árbitros, expediente abierto incluido.

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