El temprano adiós de Rijkaard, al que Messi y Pep deberán estar eternamente agradecidos

"No tengo ninguna intención de estar sentado enun banquillo hasta los sesenta años". Con esta contundente frase, Frank Rijkaard anunció su retirada de los banquillos de manera oficial. El que fuera exitoso jugador -brillando en especial en el AC Milan de la década de los noventa- y un excepcional entrenador, encargado de devolver la grandeza perdida al Barcelona, asegura que ahora ha llegado el momento de dedicarse a "otras cosas".

A los 51 años, el entrenador holandés ha anunciado su retirada de los banquillos. El hombre que hicera debutar a Messi en Primera División ha confirmado que ha llegado el momento de desvincularse del fútbol para probar otras experiencias: "Quiero ver partidos y charlar de fútbol, pero no continuar en el campo sometido a la presión", ha confirmado en la revista holandesa Voetbal, asegurando que se ha acabado su etapa como entrenador.

Rijkaard es uno de esos hombres ligados al deporte que dejan huella allá donde han estado. Amante del fútbol detoque yofensivo, es uno de los pocos que puedepresumir de haberlo ganado casi todo, tanto sobre el césped como desde el banquillo. Considerado uno de los grandes 'todocampistas' de la historia del fútbol, fue el gran artífice del 'renacimiento' de un Barcelona hundido y que, gracias a él, volvió a saborear las mieles del éxito.

El holandés colocó en el Barça los mimbres de un equipo que empezó a creer en sus posibilidades. Y no sólo por sacar al club de la dinámica derrotistaen la que se había instalado en los últimos años, sino por empezar a dar poder en el medio del campo a jugadores como Xavi Hernández o Andrés Iniesta, además de convertir en un fijo del equipo a un canterano, de nombre Leo Messi, que sería capaz de cambiar el fútbol culé de por vida.

Formado en las categorías inferiores del Ajax-una cantera inagotable de talentos -, con poco menos de 18 años dio el salto en dirección al primer equipo. Desde el momento en el que debutó en el combinado holanés, comenzó a mostrar de lo que era capaz. Jugador con un recorrido extremadamente amplio, tenía tanta facilidad para recuperar el balón como para llegar a la meta contraria gracias a su amplia zancada, además de gozar de un espectacular golpeo.

Un jugador único en su especie

Brillante como pocos jugadores en su demarcación, pronto se convirtió en una referencia para el Ajax y, por extensión, para la selección holandesa. Con un dominio aplastante en el medio del campo, Rijkaard se erigió en uno de los mejores jugadores del momento, comandado a su equipo a lograr seis ligas holandesas y una Recopa, además de conseguir con su selección la Eurocopa de 1988. Había nacido un mito.

El AC Milan -tras un fugaz paso por el Sporting de Lisboa y el Zaragoza-no quiso perder la ocasión de fichar al jugador y junto a sus compañeros Ruud Gullit y Marco van Basten, los 'rossoneros' hicieron uno de los mejores equipos de su historia. Con una de las escuadras más potentes que se recuerdan, Rijkaard levantó 2 'Scudettos', 2 Supercopas de Italia, 2 Champions -la de 1990 con un gol suyo-, 2 Supercopas de Europa y 2 Intercontinentales.

Tras un periodo exitoso -e incluso con alguna polémica, como su escupitaje sobre Rudi Völler en el Mundial del 90-, Rijkaard fue consciente de que se acababa su fútbol, por lo que regresó a su Ajax para acabar su periplocomo futbolista, no sin antes levantar otras dos Ligas y otra Copa de Europa. Tras colgar las botas en 1995, comenzó a prepararse para dar su salto a los banquillos, los que conseguiríaen 1998 de la mano de Guus Hiddink con la 'Oranje'.

De Holanda a reverdecer laureles en el Barça

Sólo un par de meses después de comenzar como ayudante, tomaría el mando de la selección holandesa, pero dos años después renunció al puesto tras no conseguir llevar al equipo a ganar la Euro del 2000, en la que perdió en semifinales ante Italia en la tanda de penaltis. Una temporada después, cogería los mandos del Sparta de Rotterdam, en el que su juego alegre y atrevido le abrió las puertas de un 'grande'.

En 2003, Joan Laporta decidió que había llegado el momento de dar la oportunidad a un técnico que había demostrado tener una idea de buen juego, pero que no lo había refrendado con títulos. Y llegaba a un Barcelona que, por ese entonces, llevaba cuatro años sin ganar un título. De la mano de Ronaldinho y de un refuerzo de lujo para el mercado de invierno, Edgar Davids, el Barça consiguió el subcampeonato y empezóa hacer soñar a la afición.

A partir de ese momento, el conjunto azulgrana recuperó el pulso ganador que había perdido en los últimos años, brillando con su fútbol y dando al equipo importantes éxitos: dos Ligas (2005 y 2006), dos Supercopas de España (2005 y 2006) y, sobre todo, la Liga de Campeones de 2006, uno de los grandes éxitos que devolvieron la ilusión al barcelonismo. Pero de entre todos ellos, otro 'título', este personal, destaca; hacer debutar a Leo Messi.

Messi, una 'creación' de Rijkaard

Rijkaard fue el encargado de hacer saltar a Messipor vez primera al césped del Camp Nou. Desde que el argentino debutara el 16 de noviembre en un amistoso ante el Oporto de José Mourinho, poco a poco fue cogiendo minutos en el equipo, hasta empezar a consolidarse en la 2004-05. Desde ese momento, los azulgranas han podido disfrutar de un jugador que ha conducido a su equipo a innumerables éxitos, y Rijkaard es parte activa de ese éxito.

Incluso los éxitos venideros de Pep Guardiola mucho tienen de herencia del equipo que dejó Rijkaard. El holandés convirtió a un equipo roto y sin alma en un combinado capaz de luchar por todo y con hambre de títulos. Luego el técnico catalán, con su particular filosofía y algunos retoques, dio al Barça una época gloriosa de éxitos, pero en buena parte gracias a continuar el camino que ya implantó el holandés en 'Can Barça'.

Sin embargo en 2008, tras dos años en blanco, Laporta decidióqueel holandés dejara el equipo. Tras pasar por Galatasaray y por la selección de Arabia Saudí, Rijkaard ya llevaba más de un año sin entrenar. Ahora, ha confesado que ha llegado el momento de dejar los banquillos, aunque anuncia que no se quiere desvincular del fútbol. Un hombre que ha vivido por y para el balón, ha decidido que ha llegado el momento de su retiro dorado.