Isco, obligado a mejorar su físico y reinventarse como futbolista

Isco sabe que su vida, futbolística claro está, debe cambiar. Su talento no es suficiente. Lo que le valió para sellar su pasaporte para el Real Madrid cuando días antes se había comprometido conel Manchester City, ya no está en vigor. Ha caducado. Ahora el que fue internacional absoluto español y ahora es, de nuevo, la referencia de la sub 21, tiene la obligación de buscar otro fútbol para poder ser titular en el Real Madrid.

El malagueño ha tardado un tiempo en adaptarse al nuevo rol que Ancelotti le ha asignado en este Real Madrid que camina imperial en las tres competiciones que tiene por delante. Tiene que inventarse de nuevo. Lo primero, a nivel mental, asumiendo un rol alejado del protagonismo del que ha disfrutado en el fútbol desde sus inicios.

Las ausencias en el once titular, no ha participado en cinco partidos y en otros tantos ha salido desde el banquillo, le han llevado a pensar en todo tipo de soluciones, incluyendo un cambio de aires. No le gusta eso de sentirse suplente, pero ha decidido luchar para seguir en el Real Madrid pero asumiendo un papel de protagonista.

Isco sabe que para lograr ese cambio, debe cambiar su manera de jugar y olvidarse de alguna de sus costumbres. Ancelotti lo dejó claro en la rueda de Prensa cuando lo comparó con Seedorf, jugador que inició su carrera como mediapunta o incluso como jugador de banda, para terminar siendo un mediocentro al uso, desplegando tanto trabajo como ese talento que le llevó a ganar su primera Champions con el Ajax con 19 años. Después levantó otras tres con Real Madrid y Milan.

Esa metamorfosis de Isco pasa por crecer en lo físico, una vez que tiene decidido seguir en el club blanco. Ancelotti le ha pedido más sacrifico en su fútbol para poder adaptarle a esa línea de tres junto a Xabi Alonso y Modric. La apuesta de ser el segundo nueve del equipo, por delante de su amigo Morata, no ha funcionado.

Ese sacrifico que lleva consigo lo que quiere Ancelotti del malagueño pasa por ganar un punto de fondo físico, perdiendo un par de kilos y ganarlos en músculo y determinación a la hora de defender. No hay otra. Por el momento, esa es la baza que tiene para seguir contando para el italiano y para poder ser una alternativa a Di María en el once titular blanco. No hay otra. Ronaldo, Bale y Benzema le cierran el paso arriba y debe buscar su hueco en el once, si no quiere convertirse en poco más que un revulsivo, como lo fue ante el Atlético.

Su partido con la sub 21 ha elevado la autoestima del malagueño. Volvió a sentirse importante, pero ahora está en la obligación de trasladar ese subidón en sacrifico y empeño en el Real Madrid, con el fin de poder entrar en el once blanco, sitio que perdió con el cambio de sistema. La vuelta al 4-3-3 ha servido para colocar al equipo blanco con opciones a ganar un triplete que hasta Zidane ve posible.