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Puyol se debate entre ser agente o seguir jugando en Estados Unidos o un país árabe
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siempre soñÓ con jugar hasta los 40 años

Puyol se debate entre ser agente o seguir jugando en Estados Unidos o un país árabe

Puyol, una vez anunció que deja el Barça, se plantea seguir jugando en Estados Unidos o un país árabe. Si cuelga las botas, ejercerá de agente de jugadores

No se siente con fuerzas para seguir jugando al máximo nivel en el Barcelona, y por eso ha decidido abandonar su casa. Carles Puyol, que cumple 36 años en abril, lo anunció ayer en una comparecencia pública, aunque dejó una puerta abierta. Por ahora no ha resuelto colgar las botas y en el futuro podría plantearse continuar su carrera como futbolista en una liga menos competitiva y exigente como la española. Estados Unidos o un país árabe son las alternativas que maneja. Jugar hasta los 40 años, su gran sueño, parece a día de hoy un objetivo complicado de cumplir. La profesión de agente de jugadores aparece como alternativa si decide no seguir jugando al fútbol.

Con contrato en vigor con el Barcelona hasta 2016, Puyol ha renunciado a esas dos temporadas que le restaban. Ahora, como bien dijo, necesitará un período de descanso cuando finalice la temporada. Y también de reflexión, pues por el momento no descarta continuar su carrera en otra parte. Las señales que le mande el físico mandarán. Por el momento, se encuentra estudiando todas las posibilidades; Carles está recabando información de las diferentes ligas que podrían resultarle atractivas y, sobre todo, que no le exijan un rendimiento físico superior.

Puyol, obviamente, buscará, llegado el caso, un fútbol más cómodo, menos exigente. Se habla de Estados Unidos o la posibilidad de recalar en el exilio dorado del fútbol árabe como alternativas. No oculta que su cuerpo no llega donde él pretende y que lo mejor es dar un paso al lado. Ligas como las de los Emiratos Árabes o Qatar aparecen en el horizonte. La Major Soccer League de Estados Unidos también tiene su atractivo, pero se vislumbra más exigente que las del Medio Oriente.

Carles Puyol sabía desde hace tiempo que estaba consumiendo sus últimas horas como jugador del Barcelona y que la puerta de la selección española estaba cerrada de manera definitiva. Del Bosque tiró de diplomacia a la hora de hablar de un jugador centenario como el defensa. "Estamos en contacto con él y conocemos su estado", comentaba, para más tarde decir que “la historia no va a condicionar nuestras decisiones. La respetamos, pero en la elección definitiva estarán presentes otros factores”.

El central es consciente de que las últimas operaciones que ha sufrido en los últimos tiempos han debilitado su cuerpo. Su fútbol siempre ha necesitado de ese ciento por ciento de plus que da una máquina perfecta, pero precisamente ese juego al límite, poniendo en peligro su integridad en muchas ocasiones por la camiseta que viste, le ha llevado a penar con todo tipo de lesiones que ahora han pasado factura de manera inevitable.

Puyol lo ha intentado de todas las maneras posibles. Su compromiso, tanto con el Barcelona como con la Roja, está fuera de toda duda. El pasado año se personó en la concentración de la Roja en Nueva York para sentirse internacional por un día y para dialogar con el seleccionador. Las doloridas rodillas le han obligado a cambiar sus apoyos, su manera de desplazarse sobre el terreno de juego. No está listo para el exigente fútbol europeo.

Ahora intenta adaptarse a esos movimientos que su cuerpo le permite realizar. Sigue siendo competitivo, pero no al más alto nivel. La exigencia diaria del Barcelona y, por supuesto, de un Mundial, están fuera de su alcance. En esa búsqueda del sitio perdido llegó a pensar en la posibilidad de regresar a su antigua posición de lateral, todo con tal de no perderse el Mundial y continuar en el club azulgrana, pero el experimento tampoco ha dado resultado.

Hay que recordar que Puyol tenía decidido abandonar la selección española después del Mundial de Sudáfrica, pero la labor de persuasión de Fernando Hierro y el propio Del Bosque le animaron a seguir en la pelea. Las lesiones, sin embargo, apenas le han dejado jugar desde entonces. Se perdió la Eurocopa de Polonia y Ucrania y la Copa de las Confederaciones. Al menos sí que llegó a la cifra de 100 partidos con la Roja, objetivo que le marcó el seleccionador.

Si en verano decide dejar el fútbol de manera definitiva, la vida de Puyol se encaminará al mundo de la representación de futbolistas. Así, como ya desveló en su momento El Confidencial, el actual capitán del Barcelona ya ha fundado una sociedad con Iván de la Peña con la que ambos se convertirán en agentes de futbolistas en un futuro muy breve. Dicho proyecto ya está en marcha, y Puyol centrará todos sus esfuerzos en el mismo si en verano opta por dejar el fútbol.

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En la Selección, salvo giro de última hora, el puesto de central será cubierto por Sergio Ramos, Piqué y Albiol, más la aportación de Javi Martínez. Bartra, el madridista Nacho e Íñigo Martínez están en la recámara. El problema aparece en el Barcelona actual. Con el adiós del capitán, serían el citado Piqué y Bartra los únicos centrales puros de la plantilla, más el añadido de Mascherano. En los últimos años se ha reclamado el fichaje de un nuevo zaguero, pero la inseguridad causada tras el fallido fichaje de Chygrynsky ha derivado en la negativa a reforzar al equipo en esa posición.

Tras el intento del pasado verano de arrebatar al PSG al brasileño Thiago Silva, todo apunta al posible fichaje de David Luiz. El jugador del Chelsea, pese a las lesiones que está sufriendo, cuenta ahora más para Mourinho, pero el central busca una titularidad que el portugués no le va a dar. Con mejor manejo de balón que el capitán, su fútbol es rápido y expeditivo al máximo, siendo el sustituto ideal de Puyol según la dirección deportiva azulgrana.

El hashtag #GraciesPuyol se convirtió en tendencia apenas minutos después de que el jugador anunciara su retirada. Twitter echó humo, con constantes mensajes lanzados por personas cercanas, y otras no, al jugador. Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona, escribió "eternamente agradecido, Carles". Luis Enrique, entrenador del Celta y excompañero, expresó simplemente que se va "el más grande. Ídolo, ejemplo eterno, referente, mito, capitán, amigo. Gracias Puyi". Iniesta, mientras, tiene claro que "seguiré disfrutando a tu lado hasta el final de este año, un honor. Después lo mejor para ti! Ninguno como tú, capi!".

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"Honesto, representante de los valores del esfuerzo, trabajador y luchador incansable. Hombre clave en el mejor Barcelona de la historia. Gracias, Puyi", escribió Joan Laporta. El gran Baresi, modelo de defensa, subrayó que Puyol "ha sido un ejemplo y un gran capitán", mientras Demetrio Albertini apuntó que "Puyol puede estar muy orgulloso de todo lo que ha hecho en el Barcelona". Víctor Valdés, para acabar, tiene claro que "nunca habrá otro como él. Grande capitán! Grande".

Puyol aterrizó en el Barcelona con 17 años y cumple su temporada número 15 en el primer equipo. Es, tras Xavi Hernández y por delante de Migueli, el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta azulgrana. Debutó el 2 de octubre de 1999 con el primer equipo de la mano de Van Gaal y, desde ese momento, se convirtió en un jugador insustituible para todos los técnicos que llegaron después.

Con 100 internacionalidades con la selección española absoluta, Puyol ha disputado hasta la fecha un total de 782 partidos, incluyendo todas las competiciones y los amistosos jugados con la Selección de Catalunya. 25 goles ha marcado por el momento el gran capitán barcelonista; el último, precisamente, el pasado domingo ante el Almería.

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Con el Barcelona ha estado en primera línea durante la etapa más gloriosa del club. Ha ganado 3 Ligas de Campeones, 6 títulos de Liga, 2 Copas del Rey, 6 Supercopas de España, 2 Supercopas de Europa y 2 Mundialitos de Clubes. Un envidiable palmarés para un futbolista único en la historia del Barcelona.

Las 36 lesiones sufridas a lo largo de su carrera han terminado dictando sentencia. Prácticamente todas las partes de su cuerpo están marcadas por las duras batallas libradas. La rodilla derecha, intervenida hasta en cuatro ocasiones (2004, 2007, 2012 y 2013), ha sido la que finalmente ha provocado que Puyol tomara tan drástica decisión. Los que conviven con él sabían desde hace tiempo que el jugador ya la tenía tomada. Él mismo lo ha reconocido en su círculo más íntimo, comentando que ya no está preparado para jugar al ciento por ciento.

Fractura del tabique nasal, doble fractura de la base orbital y del arco cigomático del ojo derecho, contusiones craneales, artritis traumática en una clavícula, esguinces de todo tipo, roturas musculares… Siempre salió a flote el gran capitán barcelonista. Superó todas las lesiones que sufrió, resurgiendo siempre con la misma raza. Tesón y entrega han sido señas de identidad en la vida profesional de Puyol. Hasta que llegó la hora de dar un paso a un lado. Al menos en el Barcelona.

No se siente con fuerzas para seguir jugando al máximo nivel en el Barcelona, y por eso ha decidido abandonar su casa. Carles Puyol, que cumple 36 años en abril, lo anunció ayer en una comparecencia pública, aunque dejó una puerta abierta. Por ahora no ha resuelto colgar las botas y en el futuro podría plantearse continuar su carrera como futbolista en una liga menos competitiva y exigente como la española. Estados Unidos o un país árabe son las alternativas que maneja. Jugar hasta los 40 años, su gran sueño, parece a día de hoy un objetivo complicado de cumplir. La profesión de agente de jugadores aparece como alternativa si decide no seguir jugando al fútbol.

Carles Puyol
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