Encontrar un nuevo 'Pantic', la guinda para que el Atlético gane la Liga

Simeone camina orgulloso por todo lo que está logrando con su equipo, pero no pierde ni un segundo en congratularse. Sólo tiene ojos en el futuro próximo, que es lo que le marca por dónde ir en el presente inmediato (el famoso “partido a partido”). Aunque cuando alguna vez se para a divisar el horizonte, es consciente desde hace meses cuáles son los puntos a mejorar en el Atlético actual para optar con mayores garantías a hacer historia de verdad.

Aparte del mediapunta que tantas veces le ha pedido al club, el Cholo quiere que este ansiado refuerzo, u otro que venga con él, sea un especialista contrastado en libres directos. No busca un jugador de golpeo preciso, eso ya lo tiene en Koke, Arda o Gabi, principales encargados de llevar a cabo el enorme y efectivo abanico de jugadas ensayadas a balón parado. La guinda que le falta es un hombre capaz de convertir en gol golpes francos en momentos decisivos de los partidos y los campeonatos.

Partidos como la primera parte ante el Valencia, de tremenda igualdad táctica y sin ocasiones, comenzarán a sucederse en la parte importante de la temporada. Los rivales estarán más preparados para combatir el juego colchonero, y el cansancio se hará notar, por lo que es probable que algunos partidos se traben y se reduzcan las opciones de marcar. Es ahí cuando el mejor desatascador es un gol de falta directa. Cristiano lo hace en el Madrid y Messi en el Barça. Y a Simeone le encantaría poder contar con un hombre así, su ‘Pantic’ particular.

El 60% de los goles del Doblete, a balón parado

Milinko Pantic, compañero del actual técnico rojiblanco en el Doblete de 1996, es referencia histórica del club del Manzanares precisamente por su habilidad al lanzar faltas. El éxito de aquel equipo pivotó sobre todo en el balón parado. El propio Radomir Antic, entrenador de aquella época, admitió que el 60% de los goles de su equipo se marcaron de esta manera, con Pantic dejando algunos de los mejores lanzamientos de falta jamás vistos en la Liga.

El Espanyol, el Valencia, el Athletic o el Borussia de Dortmund fueron testigos de cómo el balcánico decidía partidos para el ‘Atleti’ con goles de falta. A lo que hay que sumar el enorme peligro que creaban sus córners y faltas laterales, de las que se aprovechó el propio Simeone, gran rematador. Como recuerdo a aquella virtud, detrás del banderín izquierdo del fondo sur del Calderón se coloca desde entonces en cada partido un ramo de flores rojas y blancas.

“Tenemos seis o siete variantes para cualquier falta alrededor del área rival… todas las posibles menos el golpeo directo”, dicen desde el equipo atlético. Gabi y Felipe Luis son los pocos jugadores que alguna vez han lanzado directamente a puerta. Pero lo normal es que en un partido del Atlético todas las faltas sean lanzadas buscando el ensayo previsto para encontrar un segundo rematador. Simeone quiere que, como hacía Pantic, haya un par de duelos decisivos donde la balanza caiga de su parte gracias a la habilidad de un lanzador. Aunque el problema es que un tipo así cuesta dinero, precisamente lo que no le sobra al equipo madrileño.