Es noticia
Salva Rocha, el sueño imposible de pasar de la cola del paro a jugar en China
  1. Deportes
  2. Fútbol
joven guardameta de pinto

Salva Rocha, el sueño imposible de pasar de la cola del paro a jugar en China

En verano no tenía equipo. Meses después su vida pudo dar un giro total y radical. Pero todo era mentira. El desconocido portero fue engañado por un agente

Foto: Salva Rocha inicia una apasionante aventura en China
Salva Rocha inicia una apasionante aventura en China
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Pocas veces se dan casos tan increíbles. Hace unos meses no tenía equipo. Ahora soñaba con formar parte de la plantilla de todo un campeón de Champions. En este caso de Asia. Y en diciembre, según le prometieron, hasta podía llegar a estar presente en el Mundialito de Clubes que se disputará en Marruecos. La vida de Salva Rocha, un anónimo guardameta madrileño de 19 años, pudo dar un giro que jamás podía imaginar. De no tener ficha con ningún equipo a abrirse la posibilidad de firmar un contrato con el Guangzhou Evergrande, que de la mano del histórico Marcello Lippi se ha proclamado recientemente campeón de Liga de Campeones de Asia tras imponerse en la final al Seoul de Corea del Sur. Todo suena muy bien, pero no. El sueño es imposible porque en China está prohibido fichar guardametas.

Salva, nacido en Pinto en 1994, se inició en el A.D.Y C. Pinto, un equipo vinculado al Atlético de Madrid. Tras seis temporadas en el equipo de su pueblo, pasó con 16 a los juveniles del Alcorcón. En el club madrileño estuvo hasta el pasado mes de junio, entrenando alguna vez con el segundo equipo. Pero en junio se quedó en la calle. Tocaba buscarse la vida, abrir una puerta que le garantizara su futuro.

placeholder

Y esa puerta se la quiso abrir con trampas y mentiras una agencia de representación. Antonio Puerto, el responsable de la empresa Puerto Sport de Córdoba, le hizo llegar una oferta sorprendente. Le ofreció formar parte del plantel del equipo más fuerte de Asia para estar a las órdenes de un técnico de la reputación de Marcello Lippi. Pero todo era fruto de un engaño porque la ley en China es intocable. Todos sus guardametas son del país, los extranjeros no tienen sitio.

Dentro de unos días, según le comunicó el agente, viajaría a China para firmar un contrato de dos temporadas (con opción a una tercera según los partidos que juegue) y ser presentado como nuevo jugador del gigante asiático. Pasaría de ser observado en pequeños campos donde apenas se congregan los familiares de los jugadores a hacerlo en el estadio Tianhe, con capacidad para 60.000 espectadores. De ser olvidado por muchos, a tener la posibilidad de ser protagonista en un club muy grande. Un sueño imposible de realizar por lo expuesto anteriormente.

placeholder

Este joven jugador acabó defendiendo porterías por pura casualidad. Cuando apenas levantaba unos palmos del suelo, con seis años, lo que más le gustaba era marcar goles. Lo suyo era hacer la vida imposible a los guardametas. Hasta que un día a su equipo le falló un portero. A Salva le atraía esa demarcación, lo habló con su entrenador y aquel lejano día se puso por primera vez unos guantes. “Hice un gran partido y el entrenador me dijo que me quedase para siempre en esa posición. De momento no me arrepiento”, comenta a El Confidencial Salva.

El joven guardameta, según comenta, pensaba viajar acompañado por su padre, pues adaptarse a su nueva vida no sería fácil. Una vida que no disfrutará... El Guangzhou Evergrande iba a poner, según le informó el mentiroso agente, a su disposición un traductor desde el primer día, además de facilitarle una vivienda. Jugaron con sus ilusiones, como muchos representantes hacen a menudo

placeholder

De su pasado más reciente prefiere no hablar. Tal vez no depositaron en él la confianza que necesitaba. “No es que me hayan cerrado puertas aquí, pero soy uno más de muchos deportistas a los que les cuesta triunfar en su país y deben marcharse fuera. Eso sí, considero que aquí se valora más a los extranjeros”, apunta sin dudar.

Se sabe, por desgracia para él, cómo acabará la historia de este guardameta que idolatra a Iker Casillas y que también tiene como modelos a De Gea o Vicente Guaita. Lo que es seguro es que la ilusión sigue intacta. No se resigna, quiere seguir jugando al fútbol. “Que no exista una razón para quedarse, es una buena razón para marcharse”, se puede leer en su cuenta de Twitter.

Pocas veces se dan casos tan increíbles. Hace unos meses no tenía equipo. Ahora soñaba con formar parte de la plantilla de todo un campeón de Champions. En este caso de Asia. Y en diciembre, según le prometieron, hasta podía llegar a estar presente en el Mundialito de Clubes que se disputará en Marruecos. La vida de Salva Rocha, un anónimo guardameta madrileño de 19 años, pudo dar un giro que jamás podía imaginar. De no tener ficha con ningún equipo a abrirse la posibilidad de firmar un contrato con el Guangzhou Evergrande, que de la mano del histórico Marcello Lippi se ha proclamado recientemente campeón de Liga de Campeones de Asia tras imponerse en la final al Seoul de Corea del Sur. Todo suena muy bien, pero no. El sueño es imposible porque en China está prohibido fichar guardametas.

Iker Casillas David De Gea Marcello Lippi
El redactor recomienda