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La ONCE se integrará en el cartel de patrocinadores de la selección española
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EL SANTANDER RENUNCIA, AUNQUE SIGUE PAGANDO

La ONCE se integrará en el cartel de patrocinadores de la selección española

La ONCE patrocinará a la Selección durante dos años, pasando a formar parte de los patrocinadores oficiales con un acuerdo que rondará los tres millones

Foto: La seleccion española es una inagotable fuente de ingresos
La seleccion española es una inagotable fuente de ingresos

La ONCE será la próxima empresa en sumarse al tren de la campeona del mundo. Lo hará por dos años, pasando a formar parte en la categoría de patrocinador oficial, en un acuerdo que rondará los tres millones de euros y que también tendrá un fuerte componente social. En los próximos días se anunciará el acuerdo por el cual se sumará al cuadro de patrocinadores de la Federación Española de fútbol, pero no será la única novedad cara al Mundial de Brasil. Antes de que termine el año, una empresa de tecnología se sumará al cartel, como también lo hará otra empresa con un patrocinio exclusivo para China. En esta situación sorprende que el Banco Santander haya querido desaparecer de cualquier soporte publicitario. Sigue pagando, pero sin reflejo alguno. Lo último, desaparecer de la trasera de las ruedas de prensa.

El objetivo que persigue la federación que preside Ángel María Villar es cubrir cerca de un tercio del presupuesto (108 millones de euros) con los ingresos por marketing y publicidad, incluyendo en este concepto lo recaudado en partidos amistosos. En años anteriores la cifra que se ingresaba por este concepto se quedaba en los 20 millones, pero el objetivo en estos momentos es llegar a los 35 millones de euros, dinero que también llega al seleccionador y a los jugadores, principales soportes el éxito publicitario de la campeona del mundo.

Hace cuatro años, antes del éxito de Sudáfrica, el presupuesto de la Federación estaba situado en 87,6 millones de euros. Los triunfos deportivos han elevado la cotización y los ingresos de la selección, elevando al presupuesto por encima de los 100 millones de euros. El caché de un partido amistoso de la selección ha pasado de los 600.000 euros a los tres millones que se ha llegado a pagar por alguno de los últimos amistosos (excluyendo Guinea Ecuatorial y Sudáfrica). En publicidad sucede lo mismo y ahora algunos de los contratos hablan de cinco o seis millones de euros.

Esta aparición de dinero llega como consecuencia de los buenos resultados del equipo y de la buena gestión de la federación tanto a nivel deportivo como de marketing, de la mano de Jorge Pérez (secretario general) y María José Claramunt (directora de la selección). Una de las medidas adoptadas en los últimos tres años ha sido la de renunciar a la subvención del dinero que el Consejo Superior de Deportes asigna a las diferentes federaciones.

Dentro de este panorama sorprende que el Banco Santander (contrato heredado del Banesto y que se inició en 2009) renuncie a tener vinculación alguna directa con la imagen de la selección española. El Santander sigue pagando (su contrato no termina hasta el 31 de agosto de 2014), pero ha querido desaparecer de las traseras que se colocan en las ruedas de Prensa, así como a la aparición en cualquier acto publicitario, tanto a nivel de grupo como individual con jugadores.

El argumento esgrimido para este progresivo adiós es que no quieren identificar la imagen del banco con nadie en concreto, pero la realidad habla del negocio que tiene en Brasil, sede del Mundial y país que ven a la selección española como la principal rival para la obtención del que sería el sexto título. Las cifras hablan de 3.800 sucursales repartidas por todo Brasil, siendo el tercer banco privado del país sudamericano.

La ONCE será la próxima empresa en sumarse al tren de la campeona del mundo. Lo hará por dos años, pasando a formar parte en la categoría de patrocinador oficial, en un acuerdo que rondará los tres millones de euros y que también tendrá un fuerte componente social. En los próximos días se anunciará el acuerdo por el cual se sumará al cuadro de patrocinadores de la Federación Española de fútbol, pero no será la única novedad cara al Mundial de Brasil. Antes de que termine el año, una empresa de tecnología se sumará al cartel, como también lo hará otra empresa con un patrocinio exclusivo para China. En esta situación sorprende que el Banco Santander haya querido desaparecer de cualquier soporte publicitario. Sigue pagando, pero sin reflejo alguno. Lo último, desaparecer de la trasera de las ruedas de prensa.

El objetivo que persigue la federación que preside Ángel María Villar es cubrir cerca de un tercio del presupuesto (108 millones de euros) con los ingresos por marketing y publicidad, incluyendo en este concepto lo recaudado en partidos amistosos. En años anteriores la cifra que se ingresaba por este concepto se quedaba en los 20 millones, pero el objetivo en estos momentos es llegar a los 35 millones de euros, dinero que también llega al seleccionador y a los jugadores, principales soportes el éxito publicitario de la campeona del mundo.

Hace cuatro años, antes del éxito de Sudáfrica, el presupuesto de la Federación estaba situado en 87,6 millones de euros. Los triunfos deportivos han elevado la cotización y los ingresos de la selección, elevando al presupuesto por encima de los 100 millones de euros. El caché de un partido amistoso de la selección ha pasado de los 600.000 euros a los tres millones que se ha llegado a pagar por alguno de los últimos amistosos (excluyendo Guinea Ecuatorial y Sudáfrica). En publicidad sucede lo mismo y ahora algunos de los contratos hablan de cinco o seis millones de euros.

Esta aparición de dinero llega como consecuencia de los buenos resultados del equipo y de la buena gestión de la federación tanto a nivel deportivo como de marketing, de la mano de Jorge Pérez (secretario general) y María José Claramunt (directora de la selección). Una de las medidas adoptadas en los últimos tres años ha sido la de renunciar a la subvención del dinero que el Consejo Superior de Deportes asigna a las diferentes federaciones.

Dentro de este panorama sorprende que el Banco Santander (contrato heredado del Banesto y que se inició en 2009) renuncie a tener vinculación alguna directa con la imagen de la selección española. El Santander sigue pagando (su contrato no termina hasta el 31 de agosto de 2014), pero ha querido desaparecer de las traseras que se colocan en las ruedas de Prensa, así como a la aparición en cualquier acto publicitario, tanto a nivel de grupo como individual con jugadores.

El argumento esgrimido para este progresivo adiós es que no quieren identificar la imagen del banco con nadie en concreto, pero la realidad habla del negocio que tiene en Brasil, sede del Mundial y país que ven a la selección española como la principal rival para la obtención del que sería el sexto título. Las cifras hablan de 3.800 sucursales repartidas por todo Brasil, siendo el tercer banco privado del país sudamericano.

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