El Barcelona se suma a la petición de que Cataluña pueda elegir destino

El Barcelona se sumó ayer a la petición independentista iniciada meses atrás por la clase dirigente. Y no lo decimos por la presencia de Artur Más junto a Sandro Rosell y Florentino Pérez. Lo decimos por las octavillas que repartieron en la zona de prensa antes del partido y que venían a explicar lo que sucedió en el minuto 17 de la primera parte, ese que ha sido adoptado por la grada del Camp Nou para participar en el movimiento surgido alrededor de la figura del presidente de la Generalitat. Ayer, además del grito de independencia, el estadio azulgrana mostró al mundo una estelada y una pancarta situadas en el fondo sur. En la misiva se podía leer 'Es normal querer un país normal', mensaje que se adapta al lema de la campaña organizada por Òmnium Cultural y que pide la posibilidad de que Cataluña elija su destino como país.

El Real Madrid y todo lo que conlleva el Clásico es el escenario elegido por el independentismo catalán para mostrar su esplendor en una petición que cada día parece sumar nuevos adeptos, tal y como demuestra que el Barcelona sea participe y dejando claros indicios de estar tomando partido de una decisión política, algo de lo que Sandro Rosell prometió alejarse días antes de llegar a la presidencia de la entidad azulgrana y que el paso del tiempo ha demostrado que no era cierto. Además del gesto de Òmnium Cultural, el fondo sur volvió a lucir un cartel en el que se pedía la independencia del pueblo catalán.

Muchos de los habituales del palco del Camp Nou en este tipo de partidos no pudieron acudir a la cita del Clásico debido a la boda del hijo de Lara y la hija de Brofau, presidente de Planeta y Repsol, respectivamente. De hecho, Rosell y Pérez, al poco de terminar el partido, partieron raudos a la cena de la citada boda que tuvo lugar en el recinto ferial de Montjuic. Javier de Godo, Salvador Alemany, Luis Basat o el socialista Pere Navarro estuvieron en un palco que también sirvió para que el presidente madridista se hiciera fotos con seguidores azulgrana, tal y como sucedió en el descanso.

Y es que el fin de semana del máximo mandatario blanco estuvo presidido por las fotos. En las noche del viernes posó con los 400 seguidores que acudieron a la cita de las peñas catalanas y en la mañana del sábado con las decenas de aficionados del Real Madrid que se quedaron sin ver a sus ídolos. Pérez repartió fotos y autógrafos durante veinte minutos.

Ya en la boda tuvieron oportunidad de seguir hablando del partido. A la cita no faltó casi nadie, empezando por Mariano Rajoy, la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría y los ministros Jorge Fernández y Ana Pastor. Mas y Pérez llegaron ya con la ceremonia iniciada que se ofició en la basílica de Santa María del Mar. Tampoco faltaron la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, los expresidentes de la Generalitat como Jordi Puyol y José Montilla, el expresidente de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana, o los exministros Rato y Josep Piqué. La llegada de los políticos fue recibida por los curiosos, que se acercaron a ver quienes estaban invitados con sonoros abucheos.

No faltaron, para acabar, numerosos miembros de la 'sociedad civil' catalana, como son los casos de Isidre Fainé, presidente del Grupo La Caixa, Isak Andic, Presidente Ejecutivo de Mango, y Sol Daurella, Presididenta de Cobega, embotelladora de Coca-Cola.