Álvaro Negredo toma ventaja en la carrera por llevar el '9' de la Roja

Sorprendía a eso de las 20:30 la alineación de Vicente Del Bosque. No tanto por la portería, pues era una opción tan válida como cualquier otra. Más lógica quizá que la de anteriores citas importantes. Esta vez fue Valdés y no Casillas quien ocupó la portería de España. La novedad estaba sin embargo en la punta de lanza. Michu, el recién llegado, debutaba en su primera convocatoria como titular. De la grada al césped en apenas cinco días.

Del Bosque es un hombre de fútbol que suele moverse por sensaciones. El rendimiento del asturiano, con la voracidad del que sabe que está ante un momento crucial en su carrera, se entrenó con la ilusión de un juvenil en las Rozas. Entendió Del Bosque que, ante defensas cerradas como se preveía la de Bielorrusia, necesitaría España más dinamismo a la hora de generar juego para encontrar los espacios. El jugador del Swansea, un centrocampista destapado como fabuloso goleador de la mano de Michael Laudrup, cumplió con el guión marcado por el seleccionador moviéndose con fluidez entre líneas. Tras el descanso, viendo una película que se ha sucedido en muchas ocasiones en este camino hacia Brasil, el técnico agitó el cesto y cambió al plan B.

En esas apareció Álvaro Negredo. También Iniesta, que encendió la bombilla cuando nadie encontraba la luz. El delantero vallecano del Manchester City volvió a evidenciar su idilio con la Roja. Contabiliza un gol cada 78 minutos, superando registros de hombres tanta alcurnia con la casaca de la Roja como Raúl, David Villa, Alfredo Di Stéfano o Zarra. Inteligente, con más recursos de los que aparenta su imponente armadura, abrochó el partido con su segundo gol. Un preciso centro de Ramos, con una rosca endiablada, fue rematado a la red por el ariete para pedir de nuevo un sitio en el Mundial de Brasil. No está clara la terna de delanteros de Del Bosque. Nadie hasta ahora ha colmado las expectativas del cuerpo técnico de la Roja, que ha visto en Diego Costa una posible salida de escape a las dificultades en ataque del combinado nacional.

Precisa España en partidos de la talla como el de Mallorca, con defensas tan pertrechadas en su propia área, ampliar el registro que le facilite el camino hasta el gol. A la espera de solucionar estos enigmas, arrastrados desde hace tiempo, Negredo sigue a lo suyo. Con un peso cada vez más importante en todo un aspirante europeo como es el City de Pellegrini, el vallecano sigue reclamando su sitio. Con el City lleva tres goles en siete partidos de la Premier y un gol en la Champions. Con Españaya van nueve con la camiseta de España en sus 18 internacionalidades.