Diego Costa es español, como lo son Donato, Senna y un largo etcétera

Con permiso de la crisis del Real Madrid, el debate futbolístico nacional se centra en estos momentosen un nombre propio, Diego Costa (Lagarto, 1988). Tras los últimos acontecimientos, es más que probable que el jugador del Atlético de Madrid acabe yendo al Mundial con la selección española.

La controversia acompaña a esta noticia, con opiniones para todos los gustos. Del Bosque fue muy claro este viernes al dar la lista de convocados que cerrarán la fase de clasificación y donde Costa no está por motivos burocráticos que se resolverán pronto: “Diego cumple con todos los requisitos. Lleva desde los 18 años en España”. Y tras destacar sus virtudes futbolísticas que le hacen especial no quiso entrar en la polémica admitiendo que respeta “a los que no quieren que venga" por ser de fuera.

Y es que conviene destacar, por lo que se está oyendo en algunos foros, que Costa no es extranjero. El delantero nacido en Brasil juró la Constitución Española este verano, obteniendo el pasaporte español al cumplir con los requisitos que marca la ley para que un ciudadano de otro país obtenga la nacionalidad. Por tanto, es igual de español que cualquiera nacido en Sevilla, Albacete, Valencia, Tenerife o Pontevedra. Toda interpretación dudosa de esto tiene un inconfundible regusto xenófobo.

Eso en cuanto al plano legal, donde es hispano-brasileño a todos los efectos. En el futbolístico sí que está aún más claro el tema. Diego Costa es futbolísticamente más español que brasileño en cuanto a que ha desarrollado toda su carrera profesional en este país, al que llegó con 18 años tras un año puente en Portugal. Casi un tercio de su vida la ha pasado fuera de su país natal, y más de la mitad del tiempo que lleva dándoles patadas a un balón lo ha hecho a este lado del Atlántico. En equipos españoles ha disputado hasta la fecha 211 partidos oficiales, cuando está a dos días de cumplir sólo 25 años.

Además, los inicios de Costa en el Atlético fueron idénticos a los de un canterano clásico, con cesiones constantes (hasta a cuatro equipos diferentes), curtiéndose en la Segunda división y estando el club del Manzanares varias veces a punto de desprenderse definitivamente de él. La fortuna se alió con su constancia y trabajo hasta convertirse en referencia de uno de los equipos más en forma del mundo en estos momentos.

Seríael 40º internacional españolnacido fuera

Brasil, por tamaño, población e historia futbolística, siempre tuvo demasiados jugadores talentosos. El gran rendimiento del delantero rojiblanco no ha sido suficiente para que en su país de origen le lleguen a considerar como imprescindible. LuizFelipe Scolari le hizo debutar en dos amistosos el pasado mes de marzo. Pero al no ser encuentros oficiales, la normativa vigente le permitetodavía jugar con España, combinado que el jugador ha elegido. Así se lo comunicó a la Federación y a Del Bosque en una comida este mismo jueves.

El seleccionador es quien manda, como dejó bien claro al declarar que la Roja “no es un coto privado”, y que la decisión de incluir o no a Costa nunca estará influenciada por lo que piensen el resto de internacionales o la prensa.

Si debuta con la campeona del mundo oficialmente, que sería ya directamente en el Mundial de su Brasil natal, puesto que sólo quedan amistosos hasta entonces después de los dos últimos partidos clasificatorios, Costa se convertiría en el cuadragésimo jugador nacido fuera de España que defiende sus colores, quinto nacido Brasil. Muchos son, por tanto, los momentos en que,a lo largo de la historia,los distintos seleccionadores se han apoyado en nacionalizados para conformar sus equipos.

Desde Di StéfanoyKubala, pasando por Donato, Pizzi, Christiansen, Catanha, Rubén Cano, Marcos Senna o Thiago Alcántara.Todos han vestido la Roja como uno más. Diego Costa parece que será el siguiente. Un auténticoespañoltanto por sus papeles como por su formación futbolística.