La Liga certifica el cambio de modelo: vende activos para sobrevivir

Real Madrid y Barcelona comen aparte. Nada nuevo. Así ha sido siempre, más desde que el reparto televisivo les favorece tanto: 140 millones por cabeza. En el siguiente escalón están Atlético y Valencia con sólo 42… Este flagrante desequilibrio, sin embargo, se ha convertido en insoportable, y la brecha entre ellos y el resto de clubes de Primera se ha transformado en un abismo que ha terminado por devaluar una Liga de la que la coletilla ‘de las estrellas’ suena a reliquia del pasado.

El cierre del mercado el pasado lunes es rotundo en este sentido. El balance es tan desolador como clarificador del campeonato que se avecina: mientras Real Madrid y Barça han invertido 172 millones de euros unos y 70 otros, los 18 clubes restantes juntos no superan los 147 millones para un raquítico total de 389. Un síntoma claro de la descapitalización que está sufriendo la Liga y que ha obligado a un cambio de modelo.

España es ahora, como en su día Argentina o Brasil, un país exportador de talentos. No les queda otra para capear la crisis y sobrevivir. La venta de activos se ha generalizado tanto que los ingresos por ventas se han disparado hasta los 492 millones de euros, una cifra que supone ya más del doble de los 217 de la pasada campaña.

Las enormes deudas con Hacienda (más de 663 millones de euros según el Gobierno) que arrastran los equipos de Primera División en España, unidas a la situación de quiebra técnica de muchos de ellos, impiden pensar en otra cosa que no sea vender a los mejores jugadores. Así, Sevilla, Valencia o Málaga han traspasado a todas sus estrellas para hacer caja. Por suerte para ellos, el futbolista español cotiza al alza y Negredo (vendido por 25 millones), Navas (22), Soldado (30) o Isco (30) han dejado un buen pellizco a las maltrechas arcas de estos equipos.

Estas ventas, además, vienen motivadas por los límites salariares de los clubes, incapaces de pagar las jugosas fichas que los equipos ingleses, por ejemplo, ofrecen a los futbolistas. Ofrecer salarios superiores al millón de euros es casi una quimera para el Atlético, Valencia o Sevilla. De ahí hacia abajo, mejor ni hablar. Sólo Neymar, Messi, Bale, Cristiano y compañía lucen nóminas con tantos ceros como pudieran ganar las estrellas del Chelsea, United, PSG o Bayern. Barça y Madrid sí compiten a ese nivel.

El fútbol mira a la Premier inglesa

Mientras la Liga española sigue su particular reconversión a costa de la permanente fuga de talentos, la maquinaria del fútbol inglés continúa perfectamente engrasada. Por segundo año consecutivo, la Premier League es la competición que más dinero ha invertido en fichajes. En grandes fichajes. Hasta 762 millones de euros han desembolsado los clubes ingleses para contar en sus equipos con las estrellas pujantes del fútbol, muchas de ellas españolas (33 jugadores en total). El último en llegar, en la que ha sido una de las operaciones del verano, ha sido Özil. Al Arsenal no le ha dolido en prendas soltar 45 millones al Real Madrid por el genio alemán. Quién lo iba a decir: cambiar el Bernabéu por el Emirates.

Así se las gastan los ingleses –con capitales estadounidenses, catarís y árabes, claro-, ahora dominadores absolutos del mercado por más que el Tottenham haya mandado a Bale a España a cambio de 92 millones de euros. A cambio, el duro Daniel Levy se ha gastado 121 millones para compensar la marcha, 30 de ellos en los goles de Soldado.

El resto de las grandes ligas arrojan balances más moderados y bastante equilibrados. La Bundesliga alemana, ejemplo de gestión y rendimiento económico, ha gastado 263 millones y ha ingresado 205, muy similar a lo sucedido en Italia, donde se han invertido 410 millones en jugadores y han traspasado por valor de 412. Francia, donde el AS Mónaco ha gastado 166 millones de euros ‘rusos’ en fichajes como el de Falcao, desequilibra un poco la balanza: 379 millones en gastos y 229 en ventas.