¿Es justo el valor doble de los goles marcados en campo contrario?

Una máxima de cualquier competición o juego es que, antes de empezar, las reglas estén claras para todos los participantes. Por ello, no podría el Atlético de Madrid excusarse en que es menos perdedor de la Supercopa al no haber sido superado en el marcador por el definitivo ganador, el FC Barcelona, en ninguno de los dos partidos. Porque las normas contemplaban esta posibilidad que este año benefició a los catalanes, aunque en la edición anterior les perjudicó.

Pero es cierto que la puntualización de Simeone a un periodista en rueda de prensa (“no hemos perdido, hemos empatado”) deja un trasfondo y un debate más allá de la pura pataleta. Habrá quién se pregunte a toro pasado si es justa la regla de que en caso de empate definitivo, los goles marcados en campo contrario valgan doble.

Esta norma que los niños de las últimas generaciones se aprendieron de memoria gracias a las competiciones europeas, hasta que en los 90 del pasado siglo la Copa del Rey y la Supercopa también la incluyeron en su reglamento, nació como una idea para potenciar el fútbol ofensivo.

El ‘catenaccio’ de los 60 trajo al fútbol mundial los sistemas ultradefensivos y calculadores. Para evitar que los partidos en campos extranjeros se resumieran en planteamientos con cero riesgo por los visitantes y, por tanto, cero espectáculo, los organismos internacionales introdujeron la norma. Como más tarde inventaron el gol de oro para acabar quitándolo porque provocaba el efecto contrario: un miedo atroz a perderlo todo en un segundo.

Cuando se trata de dirimir un empate entre dos victorias con la misma diferencia de goles, como sin ir más lejos ocurrió en la Supercopa 2012, la polémica acerca del valor doble de los goles como visitante es menos visible. Hace un año, el Barça ganó la ida 3-2 y cayó en la vuelta en el Bernabéu 2-1, lo que hizo campeón al Real Madrid sin que nadie se quejara de forma pública.

Los clubes no quieren Supercopa a partido único

Pero al resolver dos empates, muchos protagonistas y aficionados verán cierta falta de justicia en tener que desempatar de esta manera, como ocurrió entre Barça y Atlético tras la igualada a cero de este miércoles y a uno en la ida en Madrid. Cierto es que si no fuera así, el Atlético quizá no hubiera tenido por qué buscar el gol ayer, pudiendo haber hecho un planteamiento todavía más defensivo y sin arriesgar siquiera para hacer contragolpes que hagan atractivo y abran el partido.

Otra vieja polémica alrededor de la Supercopa de España se levanta cada año por el formato de ida y vuelta. Muchos son los que reclaman un único partido para designar al primer campeón de la temporada, pero ningún equipo quiere perder los beneficios de taquilla extra que reciben al organizar uno de los dos choques.