Bale 'pasa' de la oferta del Tottenham y sigue pensando en clave madridista

Es, sin lugar a dudas, el nombre del verano. Gareth Bale, objeto de deseo del Real Madrid, centra la atención informativa de los medios aquí en España y en el Reino Unido. El jugador galés se ha convertido en una de las piezas más codiciadas del concierto europeo tras sus dos últimas temporadas, sobre todo la pasada. Su intención es clara y manifiesta, jugar en el conjunto de Carlo Ancelotti, pero no por ello va a protagonizar ningún acto de indisciplina como el que llevó a cabo Luka Modric hace ahora un año. Bale está muy agradecido a los ‘spurs’, pero cree que ha llegado su momento de dar elsalto a un grande. El Madrid ha llamado a su puerta y él está encantado de hacer las maletas rumbo a la capital de España. A pesar de ello, este sábado no jugará con su equipoel amistoso que tiene ante el South China. Un misterioso golpe en un entrenamiento ha provocado que no jugara el miércoles ante el Southampton. Varios días después, este sábado tampoco estará en el campo por culpa de esa 'lesión'.

Su futuro está en manos de Daniel Levy, el rico propietario del Tottenham, quien ha demostrado en numerosas ocasiones que no le tiembla el pulso a la hora de negociar con quien sea. En un primer momento se cerró en banda y no quería escuchar ninguna oferta por el centrocampista galés. Era intransferible, punto. Pero las cosas han cambiado, fundamentalmente por los deseos mostrados por el propio Bale, quien le habría pedido a Levy que escuchara todo lo que llegara procedente del Real Madrid. Florentino Pérez tiene claro que éste es su nuevo galáctico, y va a luchar por conseguirlo a sabiendas de que no va a ser nada fácil. Las cantidades suenan desorbitadas (lo último con lo que se ha descolgado el club de White Hart Lane son 120 millones de euros), pero el presidente blanco es consciente de que la operación puede rondar los 100 millones, cantidad que los blancos podrían alcanzar en ventas este verano tras los traspasos de Callejón, Albiol, Higuaín, el dinero recibido por Garay y Negredo y las potenciales ventas de Coentrao (Mónaco o Tottenham) y Di María.

Al parecer, el propio Villas-Boas habría asimilado la marcha del galés y habría activado un plan B, pero lo último con lo que ha salido la entidad londinense es una oferta de renovación al futbolista. Un contrataque perfecto, en el que Daniel Levy ofrecería a Gareth Bale doblar sus emolumentos. Con el Tottenham fuera de la Champions, la única vía que tiene el mandatario ‘spur’ de retener a su gran estrella es a través del dinero, y por ello le habría propuesto prácticamente duplicarsu salario (de los 4,5 millones de euros actuales hasta los 9). Ahora bien, la respuesta del internacional galés es un rotundo no.

Por todo esto, al Real Madrid le va a tocar remangarse y entrar un verano más en una negociación extenuante. Levy ha sido capaz de hacer temblar al mismísimo Florentino, quien la temporada pasada dejó la ‘operación Modric’ en manos de José Ángel Sánchez. Por aquel entonces, rebelión del croata incluida, el fichaje le supuso al Madrid 40 millones de euros y que el futbolista llegara a la ‘casa blanca’ con la competición ya iniciada (28 de agosto). Todo pinta a que lo de Bale puede seguir los mismos derroteros. El Tottenham está en posición ganadora en cuanto a que el jugador tiene contrato y el club no necesita el dinero, mientras que el Madrid cuenta con la voluntad del futbolista de jugar en el Bernabéu y el acuerdo que ya tienen con él (firmaría por 6 temporadas y un salario de unos 10 millones de euros).

Mientras tanto, el futbolista da calabazas a ese brutal aumento de salario que le ofrece su actual club y siempre que puede lanza mensajes en dirección a Madrid. “Sólo quiere jugar en el Real Madrid”, eran sus últimas declaraciones. El tira y afloja va a ser brutal, ya que según las últimas informaciones que publica el Daily Mail, los ‘spurs’ habrían desestimado ya una oferta del Madrid por 80 millones de libras (unos 93 millones de euros). La operación puede ser de órdago y algunos ya apuntan a que pueda ser el traspaso más caro de la historia, por encima incluso del de Cristiano Ronaldo (96 millones de euros).