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Brasil se olvida de sus cinco Mundiales y ataca a España y a su fútbol
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LA AFICIÓN LOCAL PERSIGUE A LOS DE DEL BOSQUE

Brasil se olvida de sus cinco Mundiales y ataca a España y a su fútbol

Ya no hace gracia. Ante Tahití lo pintoresco de la selección oceánica invitaba al descontrol y hasta el empleo de cierto tono festivo en los cánticos

Foto: Brasil se olvida de sus cinco Mundiales y ataca a España y a su fútbol
Brasil se olvida de sus cinco Mundiales y ataca a España y a su fútbol

Ya no hace gracia. Ante Tahití lo pintoresco de la selección oceánica invitaba al descontrol y hasta el empleo de cierto tono festivo en los cánticos y ánimos que surgían desde la grada de Maracaná. En algunos casos el apoyo terminó en mofa, traspasando por momentos la línea que marca lo estrictamente deportivo, pero toda valía. El problema llega cuando la historia se repite ante Nigeria y ya se convierte en persecución contra el campeón del mundo. En ese momento se percibe en el ambiente que no es apoyo al débil, si no persecución del poderoso, del que apuesta por el buen fútbol, algo que sorprende viniendo de una afición que tiene cinco estrellas en el pecho.

"España, puedes esperar, tu hora va a llegar", repite la torcida brasileña en cada estadio juegue o no juegue la campeona del mundo. Brasil teme a la campeona del mundo y la afición quiere ver eliminada a España cuanto antes para que la selección de Del Bosque no tenga que cruzarse en el camino de la de Scolari. No quieren ni ver el Rojo en lo que queda de torneo ni en el Mundial del próximo. 

La afición lo está demostrando en todos y cada unos de los partidos que el número del ranking FIFA ha jugado en la Copa de las Confederaciones. A excepción del primer día y porque Uruguay no es considerado un equipo amigo por estos lares, la reacción del que se presumía entendido y respetuoso público brasileño ha sido la de la censura, el silbido y los cánticos contrarios a la selección española. El técnico de la Roja lo justifica. "Es lógico siempre se apoya al más débil y también porque nos ven como una amenaza para el título". Es lo que tiene ser el campeón del mundo. Antes nadie tenía miedo ante España, ahora hasta la mismísima Brasil.

Los de Del Bosque siguen su camino pero la situación molesta, incomoda. No es agradable jugar con el abucheo constante de una afición que teoría debería ser neutral. Los gritos de 'Nigeria, Nigeria' atronaron en el estadio Castelao de Fortaleza el pasado domingo y los jugadores españoles ya saben que ante Italia se va a repetir salvo que Brasil quede eliminada hoy ante la temida Uruguay. Y es que el fantasma del 'maracanazo' sigue vivo entre los seguidores de la pentacampeona y saben que la historia se puede repetir hoy en Bello Horizonte con el combinado charrúa como enemigo.

En el seno de la expedición española piensan que la historia sacada a la luz por Globosporte forma parte de esta persecución que algunos quieren ver y que se ha iniciado en este mes de junio, pero que tendrá como objetivo final el próximo año, con la Copa del mundo en juego. Lo curioso es que después, lejos del terreno de juego, muchos de los gritos se convierten en alabanza y horas de espera en la puerta del hotel en espera de una foto o un autógrafo.

Ya no hace gracia. Ante Tahití lo pintoresco de la selección oceánica invitaba al descontrol y hasta el empleo de cierto tono festivo en los cánticos y ánimos que surgían desde la grada de Maracaná. En algunos casos el apoyo terminó en mofa, traspasando por momentos la línea que marca lo estrictamente deportivo, pero toda valía. El problema llega cuando la historia se repite ante Nigeria y ya se convierte en persecución contra el campeón del mundo. En ese momento se percibe en el ambiente que no es apoyo al débil, si no persecución del poderoso, del que apuesta por el buen fútbol, algo que sorprende viniendo de una afición que tiene cinco estrellas en el pecho.