Neymar lidera a Brasil en la victoria ante Japón con una obra maestra

Engendrada esta Confederaciones por la FIFA como un simulacro para el país anfitrión del próximo mundial, no hay nada que ilusione al mundo del fútbol en este torneo. Poco le importa a Blatter y su dirección estrujar aún más un calendario ya de por sí apretado. Lo que importa es el negocio. Ansiada por la propia FIFA un Brasil-España, esperan en el organismo internacional la celebración de este duelo que sirva para generar expectativas en el torneo. A nivel organizativo, es el turno de Brasil, el gigante sudamericano que pasará su primera prueba de fuego en los próximos tres años, con la celebración del Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

En lo deportivo, se presenta esta Copa Confederaciones como el escaparate mundial para Neymar, el rutilante fichaje de Sandro Rosell para el Barcelona, obsesionado desde hace años con el astro brasileño y queriendo de esta forma dar un golpe en la mesa a su ‘ex amigo’ Florentino Pérez. Neymar, que en los partidos preparatorios de Brasil apenas había dado síntomas del gran jugador que es, dejó pronto su sello en la inauguración del torneo. A los 3 minutos de partido, un balón largo de Marcelo permitía a Fred amortiguar con el pecho el esférico y ‘10’ brasileño empalaba una espectacular volea para batir a Kawashima, excelente durante la primera parte.

 Aunque empezó por detrás del punta pronto se asentó en la banda izquierda, sitio desde el que le gusta arrancar a la estrella brasileña para así moverse por todo el flanco de ataque. Se gusta el brasileño ante los focos, buscando siempre el aplauso del público. Un ‘tic’ que deberá redimir en Barcelona, donde por encima de la gambeta, prima el sentido colectivo del juego. En una selección de solistas, sin un patrón claro de juego, es Neymar el que lleva la voz cantante. Un papel que en el Camp Nou deberá limar, adaptándolo al juego coral innegociable en la entidad azulgrana.

El gol amedrentó a los japoneses, que hasta pasado los veinte minutos de juego apenas inquietaron la portería de Julio César, a excepción de algún destello de Honda, uno de sus jugadores fundamentales. Brasil se subió a la ola creada con su tempranero gol y asedió la portería de la selección de Zaccheroni. Hulk, jugador muy alejado del prototipo físico de jugadores brasileño, infundía mucho respeto cada vez que cogía el balón en las inmediaciones del área. Al igual que Neymar, que desde el carril del ‘11’ traía de cabeza a los nipones. No dio sin embargo Brasil la sensación de poner en demasiados apuros a los japoneses, bien armados y sin perder demasiado la posición.

Ilusiona este combinado de Japón, al que el italiano Zaccheroni ha logrado dotar del nivel competitivo necesario en las grandes citas. Echó de menos en esta primera parte la aparición de sus estrellas, Honda y Kagawa, que hasta pasado el ecuador del primer tiempo apenas dejaron señales de vida. Sin un delantero incisivo, el juego generado por los dos mejores futbolistas de Japón no daba sus frutos.

La segunda mitad comenzaba con un ataque de Japón que no logró concreta. Pero al igual que en comienzo del partido, los brasileños asestaban otro bofetón del que no logró recuperarse el combinado nipón. Un centro de Alves lo recogía Paulinho y batía por bajo a Kawashima, que pudo hacer algo más en este gol.  Brasil, cuyo juego resultaba tedioso durante muchas fases, sólo despertaba cuando a alguna de sus estrellas se encendía. Japón, demasiado correcta durante todo el encuentro, despertó algo pasado el minuto 70, cuando Maeda obligaba a Julio César a una gran estirada.

Poco a poco fue muriendo el partido y Scolari empezó a mover el banquillo. Dos de sus grandes estrellas, Neymar y Hulk, eran sustituidos por Lucas Moura y Hernanes, para asegurar un poco más la pelota. El partido, con el pulso de las competiciones menores,  no será recordado. Jaleada la verdeamarelha por su afición, no dejó grandes destellos de juego pero comenzó ‘su’ torneo venciendo a un rival acomplejado por el escenario y el rival. En los instantes finales Jo ponía el definitivo 3-0. Pese a la victoria, y excluido el ruido mediático que genera Neymar, le queda mucho por demostrar al combinado de Scolari. 

Ficha técnica:

3 - Brasil: Julio César; Daniel Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho, Oscar; Hulk (m.74, Hernanes), Neymar (m.73, Lucas Moura) y Fred (m.80, Jô). Seleccionador: Luiz Felipe Scolari.

0 - Japón: Kawashima; Uchida, Yoshida, Konno, Nagamoto; Endo (m.77, Hosogai), Hasebe, Honda (m.87, Inui), Kiyotake (m.50, Maeda); Kagawa y Okazaki. Seleccionador: Alberto Zaccheroni. (ITA).

Goles: 1-0. Min.3: Neymar; 2-0. Min.47: Paulinho. 3-0. Min.92: Jô.

Árbitro: Pedro Proença (POR) amonestó a Hasebe (m.45).

Incidencias: partido inaugural de la Copa Confederaciones jugado en el estadio Nacional de Brasilia, ante cerca de 67.400 espectadores.