Mourinho no encontrará a ningún Materazzi que llore su adiós

José Mourinho se despedirá del Real Madrid mañana sábado al filo de las siete de la tarde, una vez que termine el partido que su todavía equipo debe disputar contra Osasuna. Los dirigentes del club blanco quieren que se vaya en silencio, sin montar más incendios una vez que parece ya se han sofocados todos. La idea es que ni hoy ni tras el choque ante los navarros comparezca ante los medios de comunicación, siguiendo la pauta marcada la semana pasada cuando ni antes ni después del partido ante la Real Sociedad nadie del cuerpo técnico pasó por la sala de prensa.

La primera idea del técnico era la de despedirse a su manera, aclarando todos los temas, pero en el club creen que lo mejor es que el silencio acompañe el adiós del técnico, que baraja la opción de decir adiós a través de la Web, ya sea mediante un comunicado u o una entrevista a manera de despedida. La decisión no es firme, pero la idea es la de evitar cualquier tipo de exposición a posibles reacciones contrarias.

La plantilla tampoco va a llorar la marcha del entrenador. Rotos muchos vínculos que mantenía con alguno de los jugadores que durante estos tres años anteriores le defendieron, caso Pepe y Cristiano Ronaldo, en esta ocasión el portugués no va a encontrar a un Materazzi que le sirva de almohada y mucho menos de pañuelo de lágrimas, tal y como hizo el central italiano del Inter minutos después de conquistar la Champions e instantes antes de convertirse en nuevo entrenador del Real Madrid.

La incógnita es conocer la reacción del Bernabéu, el plebiscito que tiene el alcance el madridismo para aplaudir o reprobar cualquier tipo de actuación de técnico y dirigentes. Está claro que el fondo sur, por lo que han demostrado durante la temporada, estará al lado del entrenador, pero la duda se centra en saber la respuesta del resto del estadio, una vez que ha quedado comprobado que en los últimos partidos, gran parte de la afición le dio la espalda.