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La pubalgia de Busquets deja sin 'base' la remontada del Barcelona
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TITO VILANOVA PIERDE A SU JUGADOR CLAVE EN EL CENTRO DEL CAMPO

La pubalgia de Busquets deja sin 'base' la remontada del Barcelona

El Barcelona habla de la remontada ante el Bayern (20.45/ C+) con la boca chica. Los cuatro goles de Múnich y sobre todo la sensación de

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La pubalgia de Busquets deja sin 'base' la remontada del Barcelona

El Barcelona habla de la remontada ante el Bayern (20.45/ C+) con la boca chica. Los cuatro goles de Múnich y sobre todo la sensación de impotencia que transmitió el equipo no invitan a otra cosa que no sea la prudencia. Todos hablan de que nada es imposible, de que la historia del club está a la altura de las mayores gestas. Faltaría. Lo dijo Piqué, lo refrendó Vilanova, pero ninguno de ellos con el fervor suficiente como para pensar que el vestuario ha interiorizado el ‘yes, we can’ con el que muchos azuzan el partido. Wembley está lejos, muy lejos. Esa es la terca realidad.

Una realidad que torna negra con las malas noticias que llegan desde la enfermería: Busquets no está en condiciones para el partido. Una pubalgia ‘carcome’ al centrocampista desde hace tiempo y las molestias se hacen ya caso insoportable. Necesita parar. Lo ha hecho en Liga, donde sólo ha jugado siete minutos en las últimas cinco jornada. No así en la Champions, titular en todas las citas importantes. A medio gas, pero ahí estuvo el primero. La factura la está pagando. Su aportación en Múnich, sin embargo, fue testimonial y ayer Vilanova cruzaba los dedos porque, al menos, pudiera incluirle en la convocatoria. Los médicos lo desaconsejaron y Sergio se quedó fuera.

La presencia de Busquets en el equipo es capital. Desde que Guardiola lo convirtiera en la piedra angular de su proyecto, no se entiende al Barcelona sin el juego de presión del centrocampista. Sergio da estilo al equipo y marca la pauta en la recuperación de la pelota y la salida desde atrás. Un multiusos dotado de una calidad y un ejemplar sentido táctico. Ya lo dijo Vicente del Bosque: “Si yo fuera jugador me gustaría ser Busquets”. Todo lo admiran.

La preocupación de Vilanova por saber si el dolor en la ingle de su futbolista le permitía jugar, por lo tanto, no era cualquier cosa. El técnico sabe que su presencia o ausencia condiciona para bien o para mal al equipo. Pero los médicos no dieron el ok ni con una infiltración. Por lo tanto, Alex Song gana enteros para hacer sus funciones. Un reto demasiado grande para un actor secundario durante toda la temporada. Veremos

Negados en las citas claves

Al margen de Sergio Busquets, lo cierto es que el Barcelona no ha respondido esta temporada en las citas importantes a excepción hecha de la remontada ante el AC Milan en el Camp Nou. El resto, un erial. La temporada arrancó con un fracaso ante el Real Madrid en la Supercopa, que bien pudo haber sido un escarnio si los delanteros blancos hubiesen estado finos en el Bernabéu. Ahí el equipo salvo la barba.

Después llegaron las derrotas en Champions ante el Celtic (2-1), AC Milan (2-0) y más recientemente el duro correctivo de Múnich. Por si fuera poco, los cuartos de final ante el PSG los salvaron con sendos empates agónicos en París y Barcelona. Entremedias de todos se ‘acopló’ la eliminación copera con el Real Madrid ganando el Camp Nou (1-3) y la consiguiente derrota liguera en el Bernabéu apenas tres días después. La hoja de servicio, por lo tanto, no invita al optimismo, aunque ya se sabe que el fútbol se escribe con renglones torcidos. 

El Barcelona habla de la remontada ante el Bayern (20.45/ C+) con la boca chica. Los cuatro goles de Múnich y sobre todo la sensación de impotencia que transmitió el equipo no invitan a otra cosa que no sea la prudencia. Todos hablan de que nada es imposible, de que la historia del club está a la altura de las mayores gestas. Faltaría. Lo dijo Piqué, lo refrendó Vilanova, pero ninguno de ellos con el fervor suficiente como para pensar que el vestuario ha interiorizado el ‘yes, we can’ con el que muchos azuzan el partido. Wembley está lejos, muy lejos. Esa es la terca realidad.

Sergio Busquets