Villa hace su gol 300 y el Barcelona se planta en octavos a costa del Alavés

El Barcelona estará en los octavos (3-1). Nada nuevo por más que el Alavés tirara de dignidad para sembrar la duda en el Camp Nou cuando al cuarto de hora ya estaba por delante en el marcador. Un gol de Viguera robando la cartera a Montoya sirvió para que el cuadro vitoriano dijera aquí estoy yo. De hecho, de no haber pasado por alto el árbitro unas claras manos de Song dentro del área a los cinco minutos de partido la noche se hubiese puesto seria. La jugada se fue al limbo y Adriano, en una buena combinación con Thiago, mandó la primera parte al descanso con el empate a uno.

Bien plantado y dispuesto a hacerse valer en Barcelona, el Alavés aprovechó el sesteo del equipo de Vilanova para ser dueño y señor del partido en el primer acto. Un dominio sin balón, claro. El Barça no permite otra cosa, pero mandó donde duele y puso en apuros a una zaga que de nuevo contó con Mascherano. Pinto no tuvo un minuto tranquilo como demostró en una acción que requirió su presencia en la frontal del área para detener a Viguera cuando de nuevo había superado todas las líneas. El árbitro, cuando se iba solo, abortó la jugada por falta. No lo era.

Apreciaciones arbitrales al margen, el Alavés disfrutó de sus minutos de gloria en gran medida por Song sigue sin entender el juego posicional del Barça y la pelota circuló con una velocidad parsimoniosa. Los tres goles de la ida no invitaban a otra cosa. Todo, hasta que Thiago y Tello tomaron cartas en el asunto.

El Barcelona entró en el segundo tiempo dispuesto a terminar con el partido. La eliminatoria nunca estuvo en peligro. A mayor velocidad, mayor peligro. Así de simple. Thiago lo entendió de maravilla y disparó el velocímetro del juego azulgrana hasta que cayeron dos goles seguidos en un par de minutos. No pudo ser más sencillo. El 2-1 llegó en un magistral lanzamiento de falta de Villa (su gol 300) tras una falta a Tello en la frontal cuando ya encaraba a Herrera. Parece que las molestias que le privaron de jugar ante el Levante son historia porque de las botas del Guaje también nació el 3-1. Esta vez el ‘7’ no tuvo más que empujar un sensacional pase de Tello que le sirvió en bandeja su gol 301.

El golpe fue definitivo para el Alavés que vio, además, cómo tras el 2-1 del Barça le anulaban un gol –la repetición no deja claro si legal o no-  a Miki en la jugada siguiente. Luchar contra el Barça, bien; contra los elementos parecía demasiado… Con todo resuelto, Tito Vilanova dio gusto a la grada y dio unos minutos a Deloufeu, la última perla de La Masía. El chico se mostró animoso y hasta armó alguna jugada que rozó el gol. Poco más. Un buen broche, en todo caso, para un día en el que Messi, Xavi o Iniesta vieron el partido desde la grada. Ahora espera el Córdoba.