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En Santander temen que su equipo se convierta en otro Real Oviedo
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LA DEUDA DE 30 MILLONES DE EUROS PUEDE LLEVAR AL RACING INCLUSO A LA DESAPARICIÓN

En Santander temen que su equipo se convierta en otro Real Oviedo

Es un clamor absoluto. En la capital cántabra ya no aguantan más. Los aficionados del Racing de Santander, los que realmente quieren al club de El

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En Santander temen que su equipo se convierta en otro Real Oviedo

Es un clamor absoluto. En la capital cántabra ya no aguantan más. Los aficionados del Racing de Santander, los que realmente quieren al club de El Sardinero, están hartos de la gestión que se está llevando a cabo en una entidad que en estos momentos navega a la deriva, tanto en lo deportivo como en lo institucional. La Asociación Unificada de Pequeños Accionistas (AUPA) y las peñas racinguistas están recabando firmas para intentar presionar al actual Consejo de Administración a que abandone el club.

Sin embargo, el problema no sólo reside ahí. Aunque parezca una broma, el famoso empresario indio Ali Syed sigue siendo el dueño del club tras pagar tan sólo 700.000 euros (en un primer plazo) de los 14 millones que  solicitó el anterior propietario, Jacobo Montalvo, quien no aseguró el resto del pago a través de avales. Eso sucedió en enero de 2011, pero resulta que el tal Ali, al que muchos veneraban cuando llegó a orillas del Cantábrico, lleva más de un año sin aparecer por Santander. La situación está denunciada ante un juzgado por parte de Montalvo, pero a día de hoy no hay un veredicto, algo que esperan ansiosos los racinguistas para que, por vía judicial, se le retira la potestad de estar al frente del club. Mientras tanto, es Francisco Pernía quien mueve los hilos de la entidad cántabra, por lo que se ha convertido en el enemigo público número uno en la capital santanderina.

Junto a Pernía, José Campos (director de Márketing) y Manolo Sainz (en Santander no saben el cargo que ostenta) son las otras caras visibles del Racing en estos momentos. El primero tiene interpuesta una denuncia por parte de un aficionado por una supuesta agresión y el segundo mantuvo  acaloradas discusiones, por momentos a punto de llegar a las manos, con aficionados en los aledaños de El Sardinero antes del partido que el Racing perdió el pasado domingo ante la UD Las Palmas.

Todo esto sin tener en cuenta el espectáculo circense que han protagonizado esta pretemporada con el anterior técnico, Juan Carlos Unzué, al que destituyeron una semana antes de comenzar la Liga. Fabri se ha hecho con las riendas del equipo y solicita “5 o 6 fichajes” antes de que se cierre el mercado el próximo 31 de agosto, algo que no parece sencillo en un club que se encuentra inmerso en ley concursal y que necesitará el visto bueno de los interventores para realizar determinadas operaciones o hacerlas a coste cero.

La desaparición, en el horizonte

Mucha gente en Santander tiene claro que el Racing está herido de muerte y que la desaparición de la entidad no es nada descabellado; es más, se trata de una posibilidad que algunos valoran como la mejor. De esta manera, se refundaría el club y todo empezaría de cero. Si bien en lo institucional parece una buena salida, todos en el entorno racinguista miran a sus vecinos ovetenses y analizan lo difícil que es volver a una élite futbolística en la que el Racing llevaba instalado muchas temporadas. Al Real Oviedo le está costando horrores volver a ella tras los problemas económicos que le llevaron a descender varias categorías.

Los 30 millones de euros de deuda, de los cuales cinco deben abonarse la próxima temporada, son una losa demasiado pesada para el club. Los periodistas que habitualmente siguen al equipo comentan abiertamente que se ha confeccionado un conjunto de Segunda B para jugar en la Liga Adelante, por lo que el futuro deportivo no es nada halagüeño. De producirse una temporada como la pasada, podríamos estar hablando de la defunción del Real Racing Club de Santander. El aspecto deportivo, pero fundamentalmente el económico e institucional, serán los que terminen dictando sentencia, y nunca mejor dicho.  

Es un clamor absoluto. En la capital cántabra ya no aguantan más. Los aficionados del Racing de Santander, los que realmente quieren al club de El Sardinero, están hartos de la gestión que se está llevando a cabo en una entidad que en estos momentos navega a la deriva, tanto en lo deportivo como en lo institucional. La Asociación Unificada de Pequeños Accionistas (AUPA) y las peñas racinguistas están recabando firmas para intentar presionar al actual Consejo de Administración a que abandone el club.