La nueva vida de Villa pasa por inventarse como futbolista

David Villa ha vuelto a nacer. Se ha inventado de nuevo. El internacional español llegó en el verano de 2010 al Barcelona como campeón del mundo, subido a lo alto de la ola. Lógico. En el Valencia era el jefe. El juego giraba alrededor de su figura y en la selección poco más o menos sucedía lo mismo. Era el de los goles, el importante, el que acaparaba las portadas y los minutos en televisión. En el club azulgrana su rol es diferente, pero el asturiano se ha sabido adaptar, inventarse de nuevo hasta ser un nuevo jugador, ocupando un espacio y sitio diferentes, pero con la misma ambición: el gol. Txiki Begiristain se lo advirtió en alguna de las conversaciones que mantuvieron en los meses previos a su fichaje y con Joan Laporta todavía como presidente. "En el Barcelona todo gira alrededor de Messi. Hay que adaptarse a ello. Todo el que quiera jugar aquí lo debe saber. Nadie se puede comparar a él". 

Villa aceptó el reto, pero lo que nunca llegó a pensar era que tendría que cambiar su forma de jugar para encontrar acomodo en el once. "Ahora lo que hago es asociarme. Esa es la clave. Asociación. He cambiado mi manera de jugar", afirma el asturiano a su círculo íntimo. Y es que al delantero no le ha quedado otro remedio que cambiar el chip y hacer un hueco en su cabeza a algo más que el gol. Villa está aprendiendo a ser feliz en esa nueva posición, esa que le hace intervenir menos en el juego al estar pegado a la banda, pero en la que parece haber encontrado su habitat. "Toda mi vida he intentado ayudar al equipo y no pensar en mi juego", comentó a El País sobre su nuevo desempeño dentro del terreno de juego. Y es que el delantero lo tiene claro. "Messi es único" ha repetido cuando se le pregunta por el argentino.

No fue Guardiola el que primero colocó a Villa en la banda izquierda. El origen de ese cambio tuvo lugar en un partido de septiembre de 2009 en A Coruña. Del Bosque tenía un problema. El exceso de efectivos para el ataque 'obligó' a cambiar y colocar al en ese momento jugador del Valencia en la banda izquierda. "Fuimos nosotros los que colocamos a Villa en la banda izquierda. Nos dio buen resultado. Lo teníamos más o menos claro porque es un jugador que sabe arrancar, buscar el centro. Después en el Barcelona también adoptaron esa posición. Pensé que iba a ser una buena zona para él porque le permitiría aparecer por la derecha como el centro o por la izquierda", afirma Del Bosque respecto a la nueva posición de Villa, que apenas ha abandonado con la selección en un par de partidos durante el Mundial.

Es inevitable mirar los números, comprobar la evolución de Villa en su último año con el Valencia y en su primera temporada con el Barcelona. No hay que olvidar que la posesión del balón y las ocasiones de gol son más habituales en la entidad azulgrana, pero el delantero sigue participando más de lo que parece en el juego ofensivo, aunque en su anterior equipo tenía más influencia. En la campaña 2009-2010 disputó 32 partidos en Liga, con 135 disparos a puerta, de los cuales 21 terminaron en gol. Un año después, y ya vestido de azulgrana, Villa participó en 34 partidos de Liga, rematando en 129 ocasiones logrando 18 goles. En Europa los números son muy semejantes. Menos disparos y menos goles. 39 remates en Champions con 4 goles, por los 51 remates con 6 goles en la Europa League con el Valencia.

Asumir un nuevo rol no es sencillo y menos en un mundo tan competitivo como es el fútbol. Guardiola le pidió un esfuerzo, tal y como hizo Del Bosque en su día. "Siempre crea ocasiones. La gente le juzga por sus goles, pero el equipo valora y mucho su trabajo", ha reconocido el entrenador del campeón de Europa. Y es que esa metamorfósis que ha sufrido, el asturiano ha tenido una referencia. "Me fijé mucho en los movimientos de Pedro para comprender lo que se pretende de un delantero en el Barcelona". Lo curioso es que el canario también se inspiró en la manera de trabajar de Villa para acoplarse cuanto antes a la selección. Por algo son buenos amigos.