Eto'o no se movió de Milán hasta que tuvo 30 millones en el banco

"En el fútbol el dinero no lo es todo", dijo Samuel Eto'o nada más pisar suelo ruso como nuevo jugador del Anzhi, equipo en el que vuelve a compartir vestuario con Roberto Carlos. Las muchas personas que compartieron negociación con el camerunés no salían de su asombro cuando escucharon las palabras del ex del Barcelona, Mallorca y Real Madrid.

 

La lista de peticiones de Eto'o fueron amplias y variadas, pero su mayor preocupación era la del dinero. El delantero no se subió al avión que le llevó a la República de Deguestán hasta que sus agentes confirmaron que los 30 millones de euros que pidió como condición para iniciar el viaje ya estaban en su cuenta corriente. Dicho y hecho. Confirmación y firma por el Anzhi. Sin el dinero en el banco no se hubiera movido de Milán, ni para pasar la revisión médica.

 

Esos 30 millones de euros que pidió como inicio no han sido las únicas concesiones que ha tenido que hacer Suleyman Kerinov, 118 en la lista Forbes del pasado 1 de enero con 7.800 millones de dólares de capital, propietario del club ruso desde los primeros días de 2011 y que se ha propuesto ser un segundo Abramovich, pero sin abandonar la Liga rusa. Al margen de la cantidad antes citada de la que ya puede disponer el camerunés, Etoo recibirá otros diez millones de euros por cada una de las tres temporadas por las que ha firmado. Cantidades que también están aseguradas con todo tipo de avales.

 

Kerinov cuenta con una pequeña flota de aviones privados con los que se mueve por todo el mundo como nuevo rico que se precie. En la tensión de las negociaciones, el delantero se quejó de la distancia entre la República de Deguestán con sus añoradas Milán y Barcelona. Problema solucionado: "Tendrás uno de mis aviones cuando quieras. Sin problema". Y es que Majachkalá es una ciudad peligrosa, capital de una república que está acostumbrada a convivir con el terrorismo. Limita con Azerbaiyan y Georgia. La influencia rusa no es muy grande en la república caucásica, que ahora busca pasar a la historia del fútbol. Además, Eto'o tendrá casa, hotel en Moscú y coche de lujo a su entera disposición.

 

Entrenan en Moscú y viajan para jugar como local

 

"No es fácil vivir aquí, pero cuando me llamaron miré, busqué información sobre la ciudad y sabía que no iba a ser sencillo, pero el proyecto del equipo y la oferta me atraían", afirma Roberto Carlos, hoy capitán del Anzhi y que recibe nueve millones de euros por las dos temporadas y media que firmó el pasado mes de enero. Y es que durante muchos meses, el Anzhi entrena en Moscú y viaja hasta Majachkalá para disputar los partidos.

 

Suleyman Kerinov es un magnate del petróleo, gas, metales preciosos y fertilizantes que quiere hacer del Anzhi un club referencia en el fútbol europeo. Lo cierto es que es una entidad sin historia, fundada hace dos décadas y que en sus primeros años pasó inadvertida y lejos del reclamo de los grandes jugadores. Roberto Carlos rompió el hielo y es la punta de un iceberg que forman 16 rusos, 4 brasileños, Eto'o y Angbwa de Camerún y jugadores de Holanda, Uzkebistan, Senegal, Nigeria, la República Checa y Hungría y que en su mayoría han acudido al calor y color del dinero. En la actualidad son 30 los jugadores los que forman la plantilla y el problema puede aparecer con la diferencia salarial que ha marcado la llegada del ex del Inter.