Argentina sigue esperando la aparición del Messi que deslumbra con el Barcelona

Parece que acoger la Copa-América no le está dando suerte a Argentina. La albiceleste cuenta sus partidos por insípidos empates y está muy lejos del equipo que un día maravilló con su fútbol. Toda la confianza de Argentina está puesta en Lionel Messi con la esperanza de que éste despliegue el arte que le ha dado su segundo Balón de Oro y con el que ha saboreado la gloria en el Barça ganando la Liga y la Champions esta temporada. De momento, el delantero no ha dado la talla pero también es cierto que el centro del campo de su selección está a años luz del que tiene en el Camp Nou.

Argentina empezó tropezando con Bolivia con un empate a uno en su debut en la Copa de América. En su segundo partido se enfrentó a Colombia y ninguno de los equipos logró estrenar su marcador. El partido se puede resumir en un tiro libre que Messi mandó a las gradas en el minuto 80. Argentina no consigue encontrar el punto de conexión exacto para unir todas sus líneas y recuperar su estilo. La defensa sufre, en especial Gabi Milito al que el banquillo del Barça no le da el rodaje suficiente, evidentemente. Los laterales del campo se quedan cojos porque Zanetti, Rojos y Zabaleta no consiguen dominar en las bandas y el centro del campo es un querer y no poder. Sergio Batista ha juntado a Banega, Cambiasso y Mascherano con la esperanza de que creen el fútbol que necesita Messi y de ilusiones no vive el fútbol. El caos reina en el ataque albiceleste: ni Tévez ni Lavezzi meten miedo en el área. Y la ‘Pulga’ se pierde en este desorden futbolístico.

Está claro que el torneo acaba de arrancar pero los argentinos deben buscar una reacción inmediata que puede pasar por Javier Pastore como socio de Messi o Higuaín y Agüero como referencia en al área. Aún hay tiempo antes de sacar la temida calculadora para hacer cábalas imposibles que les lleven a la siguiente fase.