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La RFEF intenta poner fin a la picaresca y castigará el lanzamiento de balones al campo
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6.000 EUROS DE MULTA Y APERCIBIMIENTO DE CIERRE

La RFEF intenta poner fin a la picaresca y castigará el lanzamiento de balones al campo

La nueva táctica extradeportiva para frenar al rival que se puso de moda esta temporada será castigada. La práctica de lanzamiento de balones al campo, propio

Foto: La RFEF intenta poner fin a la picaresca y castigará el lanzamiento de balones al campo
La RFEF intenta poner fin a la picaresca y castigará el lanzamiento de balones al campo

La nueva táctica extradeportiva para frenar al rival que se puso de moda esta temporada será castigada. La práctica de lanzamiento de balones al campo, propio de la picaresca y enemigo del juego limpio, no fue un hecho aislado y ha obligado a la Federación Española a tomar medidas para garantizar el 'fair play'. En la reunión de la Junta Directiva de ayer, la RFEF decidió castigar este tipo de acciones y ya ha concretado cómo sancionará a los equipos cuyos aficionados o trabajadores lancen balones al terreno de juego con el objetivo de desviar la atención e interrumpir el encuentro. A partir de ahora, la afición se lo pensará un poco más antes de intentar parar el juego de esta manera.

La decisión aún tiene que pasar por la Comisión Delegada para ser aprobada, pero no será necesario que lo haga por la Asamblea del 6 de julio para ser aprobada. La RFEF ha diferenciado tres supuestos para atajar estas irregularidades. Así, cuando sea el público quien tire los balones, el equipó será castigado con 6.000 euros de multa y apercibimiento de cierre del estadio. La sanción será la misma cuando los responsables sean los recogepelotas u otros miembros del equipo. En tercer lugar, si el que lanza balones al campo es alguien del banquillo, además de los 6.000 euros y el apercibimiento de cierre, será sancionado con tres partidos.

Todo empezó con la visita del Real Madrid al Reyno de Navarra. Fue la primera vez que en un partido de Liga se vieron más balones en el terreno de juego además del esférico oficial, pero no la única. Con un 1-0 a favor de los locales, un sector de la grada se dedicó a lanzar balones al campo coincidiendo con los momentos de presión del equipo blanco. El reglamento prohíbe el juego con más de un balón sobre el césped, por lo que de esta manera consiguieron su objetivo: frenar las acciones ofensivas del rival.

En la Romareda se vivió un episodio similar. En los minutos finales del encuentro que enfrentaba a Zaragoza y Getafe, varios balones saltaron al césped, uno de ellos procedente del banquillo local. El técnico, Javier Aguirre, pidió disculpas al término del encuentro y aseguró sentirse avergonzado. De nuevo, nada de fair play'.

Otro ejemplo. En la recta final del Sevilla - Villarreal no solo la grada, sino también los recogepelotas, arrojaron varios balones al campo con la intención de perder tiempo, viéndose interrumpido el juego en varias ocasiones. El colegiado del encuentro, Undiano Mallenco se vio obligado a parar el partido y tuvo que pedir al delegado que detuviese el lanzamiento de balones.

Del Bosque, Villar y la Copa volverán a Sudáfrica

Pero este no fue el único punto de la Junta de la Federación. En ella también se habló del calendario de la temporada que comenzará el 21 de agosto y se fijó la fecha de la final de la Copa del Rey, que se celebrará el 25 de mayo de 2012. Además, se anunció que el seleccionador nacional, Vicente del Bosque viajará a Sudáfrica junto a Ángel María Villar y la Copa del Mundo, como prometió el propio Villar, para realizar un acto homenaje en la ciudad de Potchefstroom, donde se alojó la selección española durante el Mundial, con motivo del primer aniversario de la victoria de España.

El viaje está programado para los días 10 u 11 de julio, pero ninguno de los internacionales estará allí. Ninguno salvo Iker Casillas, que ha viajado junto a Sara Carbonero y Telecinco por el mismo motivo.

La nueva táctica extradeportiva para frenar al rival que se puso de moda esta temporada será castigada. La práctica de lanzamiento de balones al campo, propio de la picaresca y enemigo del juego limpio, no fue un hecho aislado y ha obligado a la Federación Española a tomar medidas para garantizar el 'fair play'. En la reunión de la Junta Directiva de ayer, la RFEF decidió castigar este tipo de acciones y ya ha concretado cómo sancionará a los equipos cuyos aficionados o trabajadores lancen balones al terreno de juego con el objetivo de desviar la atención e interrumpir el encuentro. A partir de ahora, la afición se lo pensará un poco más antes de intentar parar el juego de esta manera.