¿Qué le ocurre a Di Stéfano con el Real Madrid?

Alfredo di Stéfano es presidente de honor del Real Madrid y ejerce y cobra como tal. De vez en cuando expresa en voz alta su pensamiento sobre todo lo que ocurre en el club blanco, en especial sobre el terreno de juego, pero no olvida los despachos. Lo hace en las columnas que escribe en el diario Marca y llama la atención que el que fuera jugador de la entidad madridista no repare en gastos a la hora de criticar algunas actitudes del técnico y de los jugadores, poniendo en duda en algunas ocasiones si sus comportamientos están a la altura de lo que representa el Real Madrid. No hay críticas sobre la gestión de Florentino Pérez, del que dice que todo lo hace con una ilusión tremenda, pero sí que llama la atención que ataque algunos de los mensajes que emite el club. ¿Qué le ocurre a Di Stéfano con su equipo de toda la vida? ¿Hay algún cortocircuito entre La Saeta Rubia y los actuales dirigentes?

 

En la guerra entre Mourinho y Valdano no tiene duda alguna. Se inclina por el director general del club y en cuanto puede apoya al que fuera jugador del Real Madrid. Ayer mismo habló de lo que quiere el adjunto a la presidencia respecto a la plantilla de la próxima temporada. Además, ha sido el único capaz de criticar las decisiones tácticas y técnicas de Mourinho. Habló con dureza de su planteamiento en los partidos ante el Barcelona, palabras, por cierto, que no sentaron nada bien en la zona noble del Bernabéu. Nadie entendía un ataque así y algunos hablaban de algún problema personal en ese cambio de actitud del presidente de honor blanco. Hay que reconocer que sus columnas son seguidas con atención entre los dirigentes madridistas y son acompañadas de manos a la cabeza o de suspiros de alivio, dependiendo el día.

 

En la última columna, la del lunes, habla de que la Copa del Rey no es suficiente argumento para decir que la temporada blanca ha sido buena. Quiere más, tal y como refleja la historia del Real Madrid. Una Copa por temporada no vale. Lo cierto es que su distanciamiento con el club parece patente. Sus visitas al Bernabéu se han espaciado. Cierto es que su estado de salud apenas le permite el movimiento, pero hasta hace bien poco no olvidaba su cita con los que habían sido sus compañeros de equipo.

 

Su último ataque ha sido a algunas actitudes personales de jugadores. No le gustan los bailes de Adebayor y compañía en alguno de los goles y critica la propaganda de club respecto a los récords logrados por Cristiano Ronaldo. Algo falla y no es normal que el presidente de honor cuestione tantas cosas respecto a su equipo. Algún día sabremos qué sucede.