La familia Montalvo puede pasar a controlar de nuevo el capital del Racing

La tranquilidad parece que es un calificativo que tiene cabida en Santander en los últimos meses, en especial desde el pasado mes de enero. El dibujo accionarial del Racing puede sufrir un nuevo vuelco en los próximos días. Si como todo hace indicar, Ali Sayed continúa sin dar la cara y, lo que es más importante, sin poner el dinero al que se comprometió el  29 de enero, las acciones del club cántabro volvería a ser de la empresa Dumviro y por extensión de la familia Montalvo, antiguos dueños del club. El plazo se agota y en menos de un mes todo puede volver a ser como antes.

Con este movimiento, el Gobierno de Miguel Ángel Revilla se quedaría compuesto y sin acciones. El motivo es que se inclinaron por las garantías ofrecidas por Ali Sayed y no por las de la familia Montalvo. Ahora el problema para el ejecutivo cántabro es recuperar el dinero en forma de garantías que presentó el empresario indio en el momento de la supuesta compra del club. El tiempo está dando la razón a las Ligas inglesa e italiana, que cerraron las puertas de sus competiciones en cuanto Sayed apareció con intención de comprar la Roma y el Blackburn Rovers.

Deudas con Hacienda, el crédito y la plantilla

En el momento en el que la familia Montalvo recupere el control de la situación, el panorama económico y social del Racing mejoraría automáticamente. La entidad cántabra mantendría deudas con Hacienda (9 millones), más el pago del crédito (1,9 millones) del plazo del pago hecho la semana pasada, más la de los jugadores que estaban en el plantel durante la pasada temporada. El problema llegará el 30 de junio, con el pago de la segunda parte de la ficha de la actual plantilla. El total de ambas.

Una de las primeras decisiones sería la más que probable salida del club del actual presidente Francisco Pernía, hombre clave en las últimas decisiones adoptadas por el Consejo de Administración del Racing. El empresario indio no apareció el pasado domingo por El Sardinero y lo cierto es que la afición no le añoró. Nadie reparó en su ausencia, en especial tras los goles que certificaron el triunfo ante el Mallorca.

Una última maniobra de los actuales dirigentes es la de la ampliación de capital de 3,8 millones que aprobó la Junta de Accionistas, parte cubierta en parte por Ali con el dinero puesto a su llegada a Santander.

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