El Real Madrid ya espera al Barcelona en las semifinales de la Champions
El Real Madrid, lo dicen los nombres de unos y otros jugadores, es mejor equipo que el Tottenham. La duda ofende, que dirían algunos. Pero si
Redknapp inició el partido jugando al ratón y al gato. Por un lado Lennon se cayó del once titular cuando su nombre aparecía en la alineación, para después colocar a Bale en la banda derecha, buscando sorprender a la espalda de Marcelo. No sabremos si la táctica estaba acertada o no porque Crouch se encargó de terminar con ella. La tarjeta roja significó que Bale volvió a su banda, para sufrimiento de Sergio Ramos y Pepe. Era el único argumento de un Tottenham que decepcionó y que sólo buscó no salir goleado del Bernabéu algo que no consiguió.
Durante las horas anteriores al partido se habló, y mucho, de si Mourinho debía arriesgar con los jugadores 'tocados'. Los que el viernes estaban descartados, según los médicos, cuatro días después pasaron a ser titulares. Marcelo, Di María y Ronaldo tienen plaza fija cuando el Real Madrid debe buscar goles y más cuando su equipo viene de perder la Liga de manera definitiva. El club y los aficionados necesitaba un golpe de moral, recobrar la autoestima y era el día de dar el paso, de arriesgar y de tirar del once en el que más confía Mourinho.
La apuesta salió bien
Marcelo volvió loco a Corluka, Di María selló el pase y gambeteó como tiene acostumbrado y CR7 fue el de siempre tirando a puerta todo lo que pasaba por sus alrededores hasta que marcó su golito, muy bueno por cierto. El portugués es así y no va a cambiar. Lo que ya no tiene comprensión alguna es que Ronaldo jugara todo el partido y menos aún que pidiera el cambio cuando su equipo ya había hecho las tres sustituciones. O no está en el partido o está a lo suyo.
Redknapp inició el partido jugando al ratón y al gato. Por un lado Lennon se cayó del once titular cuando su nombre aparecía en la alineación, para después colocar a Bale en la banda derecha, buscando sorprender a la espalda de Marcelo. No sabremos si la táctica estaba acertada o no porque Crouch se encargó de terminar con ella. La tarjeta roja significó que Bale volvió a su banda, para sufrimiento de Sergio Ramos y Pepe. Era el único argumento de un Tottenham que decepcionó y que sólo buscó no salir goleado del Bernabéu algo que no consiguió.