El Vaticano, molesto con la RFEF, pospone para agosto la visita de la Roja

El Vaticano no está demasiado contento con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La Santa Sede iba a ser el lugar donde el Papa Benedicto XVI recibiera a los jugadores de la selección española el próximo lunes, pero finalmente no será posible. La falta de previsión en el calendario de los jugadores ha hecho que la cita haya tenido que ser aplazada. Finalmente, el encuentro tendrá lugar en agosto.

La federación que preside Ángel María Villar, precisamente alguien con una fuerte fe católica, no midió bien los tiempos a la hora de cerrar esta visita al papa, uno más de los agasajos y premios que se han sucedido desde la conquista del Mundial de Sudáfrica. Atendiendo a las fechas, el próximo lunes era totalmente imposible que los 23 campeones del mundo pudieran viajar a Roma, debido a la cercanía de los diversos partidos que deben afrontar horas después con sus respectivos clubes. Aun así, para salvar el compromiso, se intentó que viajarán la decena de ellos que sí podían, los del Real Madrid incluidos. Pero finalmente, la Santa Sede ha preferido posponer el encuentro, no sin cierto malestar, para poder recibir a la totalidad de los campeones.