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Prostitutas, 'narcos' y alcohol, en el atentado a Cabañas
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UNA DE LAS HIPÓTESIS DE LA POLICÍA MEXICANA

Prostitutas, 'narcos' y alcohol, en el atentado a Cabañas

Todo son suposiciones. Sólo se sabe que a Salvador Cabañas, estrella del fútbol mexicano, le dieron un balazo en la cabeza en el baño de un

Foto: Prostitutas, 'narcos' y alcohol, en el atentado a Cabañas
Prostitutas, 'narcos' y alcohol, en el atentado a Cabañas

Todo son suposiciones. Sólo se sabe que a Salvador Cabañas, estrella del fútbol mexicano, le dieron un balazo en la cabeza en el baño de un bar de la Ciudad de México. Subió a los servicios acompañado de su esposa, y bajó en ambulancia y con una bala incrustada en el cerebro. Las primeras versiones señalaban que se trataba de posible un intento de asalto. Horas más tarde se hablaba de un ataque premeditado. Hoy, la última hipótesis, es que se trató de un lío de faldas en el que también estaban involucrados dos narcotraficantes.

 

Según el procurador general de justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, los dos presuntos agresores son José J. Balderas Garza, alías el ‘JJ’, también conocido como ‘El Modelo’, y otro sujeto identificado como Francisco alias ‘El Contador’. El primero tenía acento sinaloense, estado en el que el narcotráfico ha sembrado el pánico por las miles de muertes que se han producido en la región durante los últimos tres años. El segundo era su guardaespaldas. 

Ambos iban acompañados por tres ‘bailarinas’. En las imágenes que difundió la policía (ver vídeo), se observa como antes de que el jugador paraguayo entre al baño, había un hombre con una mujer, presuntamente cubana, hablando fuera. Minutos después, la chica se va, el hombre entra al baño donde estaba Cabañas. Tras unos instantes llega un agente de seguridad del lugar, se asoma, pero al ver algo ‘extraño’, se arrepiente y da media vuelta. En ese momento salen dos hombres, el primero empuja al agente de seguridad, el segundo sigue al primero, ambos salen como pedro por su casa del centro nocturno a pesar de que los miembros de seguridad del lugar se habían dado cuenta de los acontecimientos. En la calle, ambos sujetos caminan hacia un coche aparcado. Se suben y el coche avanza. Detrás sale un segundo automóvil.

Las autoridades policiales tampoco descartan que la agresión al futbolista haya sido producto de un mal entendido, sin embargo, lo cierto es que la mesa de Cabañas estaba al lado de los presuntos delincuentes. Al parecer, “los narcotraficantes acudían a ese lugar al menos una vez al mes. Gastaban una buena cantidad de dinero. De hecho, la noche del atentado, el ‘Bar – bar’ les dio una cortesía por ser clientes frecuentes. La cuenta que debían pagar era de más de 800 euros”, señala un periodista a El Confidencial que prefiere que no se revele su identidad.

Los empleados del bar borran las pistas

 

Según señala esta misma fuente, tras la huída de los agresores, el bar permaneció cerrado un tiempo, los empleados limpiaron la sangre del jugador y la policía no encontró ningún casquillo. La policía baraja la posibilidad de que los empleados fueran cómplices de los presuntos narcotraficantes.

La incertidumbre en torno al lamentable suceso que tiene a Salvador Cabañas con una bala en cerebro, en estado grave, pero estable, es cada vez mayor. Hasta 16 personas han rendido declaración, incluidas las tres ‘bailarinas-prostitutas’. Los médicos aseguran que el crack de la liga mexicana está mejorando favorablemente, no obstante, antes de 72 horas, no podrán conocer las secuelas y los daños que pudo causar el proyectil.

Por cierto, como ya informó ayer El Confidencial, lo raro de todo este asunto es que el Bar en donde se produjeron los acontecimientos es uno de los más reconocidos en la Ciudad de México. Suelen acudir actores, actrices, futbolistas y políticos, así como gente famosa y del espectáculo.

Todo son suposiciones. Sólo se sabe que a Salvador Cabañas, estrella del fútbol mexicano, le dieron un balazo en la cabeza en el baño de un bar de la Ciudad de México. Subió a los servicios acompañado de su esposa, y bajó en ambulancia y con una bala incrustada en el cerebro. Las primeras versiones señalaban que se trataba de posible un intento de asalto. Horas más tarde se hablaba de un ataque premeditado. Hoy, la última hipótesis, es que se trató de un lío de faldas en el que también estaban involucrados dos narcotraficantes.