La renovación verbal de Guardiola: para contentar a Laporta y callar a la prensa

El técnico culé no tenía en mente dirigir a otro equipo que no fuera el Barça. Su primera opción siempre fue la de renovar, pero no quería hacerlo ahora, justo cuando el equipo está en plena competición, disputando la Liga con el Madrid y clasificado en octavos de la Champions. Su ‘precipitada’ decisión se debe en gran medida para contentar a Laporta y darle la foto que tanto anhelaba, y para callar a la prensa.

 

El presidente del Barça era consciente de que la clave para seguir sumando puntos de cara a su incursión a la política pasaba por renovar a Pep. Lo dejó claro durante la rueda de prensa en que anunció la renovación verbal del entrenador. "Es un título más, el octavo. El séptimo fue el 2-6, para quién no lo haya entendido". ¿Cómo puede un presidente comparar lo que significa ganar un título con la renovación de su técnico por más bueno que éste sea?

 

Porque, entre otras razones, tampoco quería que sus detractores se atribuyeran el mérito de haber renovado al mejor técnico del mundo. Para Laporta era importantísimo resolver este asunto, tanto, que lo considera su séptimo título. Habrá que ver si finalmente se lleva a cabo y Pep continúa la siguiente temporada. No sólo dependerá de él, sino de si el próximo presidente es continuista o no.