Una 'manita' para finiquitar el absurdo debate

Debate finiquitado. Del Bosque tiene razón. Lo dice el juego y la ‘manita’ que se ha llevado Bélgica hasta Bruselas. La convivencia Torres-Villa es posible y hace mejor a España. Ante Bélgica quedó demostrado que el jugador del Liverpool y del Valencia saben, pueden y, sobre todo, quieren jugar juntos defendiendo a La Roja. No hay duda posible y menos aún debate alguno. Hasta el Mundial, que nadie dude de que España va a estar en la cita de Sudáfrica y podría sellar el pasaporte el próximo miércoles, se terminó la falsa polémica. El debate de si Villa y Torres eran compatibles o si España jugaba mejor con un sólo punta se abrió a raíz del fiasco ante Estados Unidos en la Copa de las Confederaciones, se alimentó tras el amistoso ante Macedonia y tomó cuerpo durante la semana de manera absurda. Y digo absurda porque sólo en España es posible poner en solfa a una campeona de Europa y a dos de los mejores delanteros del mundo. Ver para creer.

 

Si existía alguna duda, ellos dos solitos se encargaron de desmontar la teoría de conspiración. Ante Bélgica uno y otro se buscaron y se encontraron en los 66 minutos en los que ambos coincidieron en el terreno de juego. Nada de celos. Los dos son ambiciosos, ganadores y saben que si a su lado tienen a un jugador de la categoría de Villa o Torres pueden seguir creciendo como futbolistas. Es cierto que hasta el primer gol, España  se atascó y hasta Villa falló un penalti, pero la aparición de Silva sirvió para que romper el marcador y abrir la mente de los dos delanteros. Tras el primer gol de Villa, el asturiano asistió en dos ocasiones al ex del Atlético. Daba la sensación de que el asturiano quería que su compañero marcara, y si podía ser con un pase suyo, mejor. Buscaba acabar con el debate, pero Villa puede dormir tranquilo porque el debate ha terminado. Del Bosque ha demostrado ser más sabio que nadie.

Villa, cada más cerca de igualar a Raúl con la selección 

A Villa algo diferente le acompaña cuando juega con la selección. Tiene entre ceja y ceja los 44 goles de Raúl y ayer se acercó un poco más para convertirse en el máximo goleador de la selección. No le importa fallar un penalti. Le da lo mismo. Y todo porque sabe que cuando se pone La Roja es otro. Ayer dos goles, dos asistencias y Raúl más cerca, a once goles. Parece que no le importa que por segundo verano consecutivo los dirigentes del Valencia le hayan 'castigado' sin traspaso al Real Madrid o al Barcelona. Es un ganador y lleva el gol dibujado en la frente. Raúl se quedará muy pronto sin récord. Seguro.

Otro que puede respirar tranquilo es Casillas. Por fin ya sabe lo que es ganar en Riazor en partido oficial tras innumerables derrotas y alguna goleada sufrida con el Real Madrid. En esta ocasión no fue goleado y vio como los de blanco fueron otra vez los que se llevaron un montón de goles a casa. Lo bueno para Iker es que los de blanco eran los belgas y no madridistas. Con el de ayer, Casillas ya suma 56 partidos sin recibir tanto alguno con la selección.

Horas antes del partido, comida oficial con Lafita como protagonista. No es que el jugador de no se sabe qué equipo apareciera por A Coruña. Para nada, pero a Lendoiro no hicieron otra cosa que preguntarle por Lafita y algunos pensaron que con Villar presente podría recibir algún favor que otro, pero como el que decide en esta ocasión es la LFP y Astiazarán no estuvo en Riazor, nada que rascar. Por cierto, el Real Madrid vuelve a los partidos de la Federación. Butragueño estuvo en A Coruña. Ya falta menos para la reconciliación.