Psicosis en Méjico: pistolas para evitar que aficionados capitalinos entren a los estadios

Psicosis. Esa es la palabra que define el sentimiento de la sociedad mexicana en estos momentos. La epidemia de gripe porcina, que ha provocado hasta el momento la muerte de 149 personas en Méjico, se ha trasladado a todos los niveles, y el fútbol no es la excepción, en donde tres partidos de la jornada 15, que se disputaron en recintos de la capital y cercanos a ella (zona del país más afectada por la epidemia), tuvieron que jugarse a puerta cerrada. Las autoridades mexicanas decidieron prohibir la entrada al público por una medida sanitaria federal, evitando que se continúe propagando el virus.

 

Y es que el miedo se ha apoderado del país. Los jugadores del equipo Tecos llegaron a la Ciudad de Méjico con cubre bocas. Los aficionados del conjunto Toluca, del Estado de Méjico (población cercana a la capital), que viajaron a Guadalajara para acompañar a su equipo, no pudieron bajarse del autobús, ya que la policía los contuvo dentro del vehículo con arma de fuego en mano para evitar su entrada al estadio. “La policía, con pistola en mano, no dejó que una parte de los aficionados de Toluca bajara de sus autobuses, ya que las autoridades temían que se propagara el virus en ese estado” comenta a El Confidencial Alonso Cabral, periodista y presentador de televisión en Méjico.

 

Hasta el momento, ningún jugador de Primera División ha sido infectado. Tampoco fue necesario que los deportistas utilizaran el cubre bocas durante los encuentros. No así los periodistas, que realizaron sus retransmisiones con todas las medidas de seguridad que les exigieron las autoridades. “Era raro ver a los locutores de radio con el cubre bocas puesto mientras hacían la retransmisión, pero así nos lo exigieron”, comenta esta misma fuente a este diario.

 

Por su parte, la selección mejicana de fútbol que dirige Javier Aguirre, ha reducido su contacto con el exterior. Las autoridades han pedido a los periodistas que acudan a las rueda de prensa general con cubre bocas, en donde sólo unos pocos jugadores hablarán ante los medios de comunicación. Pero el problema no solo está en Méjico. Los deportistas mejicanos que viajan al exterior para afrontar sus compromisos internacionales deben cumplir ciertos requerimientos. La plantilla del equipo Chivas de Guadalajara, que viajó a Chile para disputar un partido de fútbol de la Copa Libertadores, fue sometida a un estricto control sanitario. Pasaron por un escáner de fiebre, recibieron un curso sobre lo que deben de hacer en caso de presentar algunos síntomas y debieron resolver un cuestionario.

 

La gripe porcina paraliza el deporte mexicano

 

Al menos 13 mil niños de todos los estados del país estaban en Baja California (norte de Méjico) para participar en la Olimpiada Nacional, pero el vento ha sido cancelado ante la emergencia de la gripe porcina, según informó la CONADE (Comisión Nacional del Deporte). Los entrenamientos deportivos en sus instalaciones se han reducido casi en su totalidad. La Serie Mundial de Clavados de la FINA ,que se está desarrollando en la capital del país, se llevó a cabo sin público. El equipo mexicano de béisbol Diablos Rojos, llegó a un acuerdo con sus rivales y en lugar de jugar como local en el Foro Sol de la Ciudad de Méjico jugará en otros estados del país.

  

Lo cierto es la psicosis se ha apoderado de los mejicanos. Las calles capitalinas lucen vacías, la rumorología sobre el supuesto origen de la epidemia, siembra el miedo a la población. Todos los transmutes que se atreven a salir a la calle van con cubre bocas para evitar el contagio. Las clases, en todos los niveles educativos, se han suspendidos hasta el 6 de mayo. Probablemente también se suspenda el transporte público y las actividades laborales. Ya se han cancelado más de 553 eventos públicos. Cines cerrados, restaurantes cerrados, centros comerciales cerrados. Muchas personas se han abastecido de alimentos para varios días en caso de que también cierren los comercios. Méjico vive un momento delicado, y el deporte no es la excepción. Van 149 muertos y más de 1 mil 600 víctimas contagiadas con el virús porcino, y por si fuese poco, ayer se registró un seísmo de 5.7 en la escala de Ritcher.