"El día que se retiren los Alonso, Hamilton y Vettel, la F1 ya no será lo mismo"

“Estaba de bajón. Mal. Esperaba ir bien en agua pero con la penalización nada más empezar… Así que me mentalicé para, al menos, demostrar que en agua era el más rápido en pista. Me centré en eso y mi carrera, siendo último, empezó de cero en ese momento”. Los impulsos nerviosos de Roberto Merhi reaccionaron antes de tiempo cuando se apagó el semáforo el pasado fin de semana en la última carrera del año en DTM. La temporada no había salido como se esperaba y, bajo la lluvia, el de Castellón quería desplegar un talento que en seco no le había permitido el coche durante la temporada. Pese a su drive through inicial, acabó segundo en Hockenheim, siendo el mejor resultado de un español en la historia de la competición. Lo importante, más allá de este logro, es que “volví a demostrar que soy un buen piloto”, como asegura a El Confidencial.

No es sencillo pelear en el lodo durante dos temporadas para alguien que en un año se subió once veces a lo más alto del podio. Fue en 2011 y era el indiscutible número uno de la F3 Euroseries. De ahí saltó a la DTM “para conducir un coche, digamos de clase ‘B’; y este año he tenido uno clase ‘A’ pero las cosas no han salido como esperaba. Hemos tenido algún problema en el coche que no se ha resuelto o ni se ha llegado a encontrar. En un coche como el de DTM es más difícil detectar y cambiar algún defecto que en un Fórmula”.

Pese a la compleja temporada del piloto de 22 años, durante la charla con este periódico se notaba aliviado y “tranquilo”, además de “contento” por el desenlace final, repitiendo el “feeling de 2011”, cuando dominaba a sus rivales. Es la demostración de que por mucho que intervenga la tecnología o las máquinas, es deporte y todo puede cambiar en una carrera.

Mentalmente más fuerte cuando se superan “momentos duros”

Desde el punto de vista deportivo, estos dos años en la competición alemana le han aportado más bien “poco” por los discretos resultados a los que aspiraba, pero mentalmente ha crecido al pasar por “momentos duros de la vida. Esto te ayuda a ser más regular, más frío… No pensar que todo es muy bonito, como cuando ganaba casi siempre en 2011”. Fernando Alonso apuntó el año pasado que las dos temporadas en Renault -tras su paso por McLaren- fueron claves para ser el piloto completo que es hoy.

Fuera del coche, Roberto indica que con los que mejor se lleva en DTM es con Dani Juncadella y Miguel Molina, los otros españoles a los que ha batido en la clasificación general, un hecho al que no da importancia porque simplemente intenta ser “el mejor piloto de todos. No tengo esta rivalidad como tienen algunos desde el karting. Es más, les deseo lo mejor y si uno de ellos hubiera quedado primero yo estaría más contento aún”. Barre para casa y se aleja de peleas locales.

En principio, el año que viene continuará en DTM aunque su “objetivo final, el sueño, sigue siendo la Fórmula 1”. Y eso que está un tanto desencantado con la actual política de fichajes y las últimas incorporaciones a la competición que dirige Bernie Ecclestone. “Viendo la gente que está entrando en F1, no me parece que sean los mejores. Ahora parece que van a entrar dos rusos, uno pagando no sé cuánto y el otro igual (Daniil Kvyat ya es oficialmente de Toro Rosso). Es una cosa triste. Cuando se retiren los Alonso, Hamilton y Vettel ya no será lo mismo. Si sigue así, dentro de diez años se parecerá más a una parrilla de GP3 u otra donde se puede entrar pagando”.

Pagar por correr o cobrar por correr

La reflexión de Merhi invita a pensar en la autenticidad y profesionalidad de lo que se denomina comúnmente como el pináculo del automovilismo. Y, en efecto, nadie pondría la mano en el fuego al asegurar que en la salida de un gran premio de F1 están los mejores pilotos del mundo. “En DTM todo el mundo está pagado. Cobra por correr, no porque un patrocinador ponga dos millones o lo que sea sobre la mesa…”. Roberto Merhi puede estar tranquilo, al igual que Dani Juncadella y Miki Molina, de disputar una de las competiciones más prestigiosas del mundo por méritos propios y no por lo que lleve en la mochila.

Antes de pensar en las vacaciones, Merhi afrontará alguna reunión con Mercedes para planificar la temporada que viene. Allí, frente a los alemanes, respirará con la misma seguridad de hace dos años, sintiendo que es “un buen piloto” y teniendo el sólido argumento de la última prueba: “Más rápido que toda la parrilla durante el 95% de la carrera, siendo un segundo por vuelta más veloz que el resto”.