El desliz que permitió a Massa ir a por el Mundial de 2008 y 62M de libras con el abogado de Palou

"Nunca había perdido el control de mí mismo desde que era pequeño". Toto Wolff recordaba recientemente aquel famoso Abu Dabi 21', cuando Lewis Hamilton perdió el octavo título en la última vuelta por la gestión del coche de seguridad del director de carrera, Michael Massi. ¿Y si años más tarde el austríaco, Hamilton y Mercedes litigaran contra la FIA para recuperar ese título? Así, Felipe Massa, casi 16 años después.

Estos días se ha iniciado en Londres el juicio contra FOM, Bernie Ecclestone y la FIA, a través del cual el brasileño pide que se le declare campeón de 2008 y 62 millones de libras en compensación por daños y perjuicios. Según Massa y su equipo legal, el famoso Gran Premio de Singapur 2008, donde tuvo lugar el famoso Crashgate que facilitó la victoria de Fernando Alonso, debió ser anulado y, por tanto, el título hubiera sido para el brasileño.

¿Por qué casi dos décadas después? Como el delincuente que comete un desliz cuando su delito estaría a punto de prescribir, una entrevista de Bernie Ecclestone en 2023 abrió las compuertas por las que han entrado en tromba Massa y el mismo abogado al frente con el que Álex Palou pretende batir a McLaren fuera de los circuitos.

El boomerang

Massa y el mundo de la Fórmula 1 siempre sospecharon que aquella carrera fue amañada por Flavio Briatore y Nelsinho Piquet, cuando el brasileño accedió a accidentarse en el momento propicio para que Fernando Alonso se colocara en cabeza y ganara finalmente aquella prueba. En 2009, el padre del piloto, Nelson Piquet, desveló despechado el complot como venganza contra Briatore por despedir a su hijo.

En el juicio, Massa recordó sus intentos desde aquel mismo año para que la FIA hiciera justicia, sin renunciar nunca a sus reivindicaciones, aunque sin sólidas armas legales para fundamentar su causa. Hasta que en 2023 Bernie Ecclestone recordó aquel episodio de forma sorprendente en una entrevista. Un boomerang que ahora se le ha vuelto en contra y que Massa cogió al vuelo.

"Contábamos con información suficiente a tiempo para investigar el asunto. Sin embargo, según el reglamento, probablemente habríamos tenido que cancelar la carrera de Singapur en esas condiciones", declaraba Ecclesonte. "Es decir, para la clasificación del campeonato, nunca se habría celebrado. Entonces Felipe Massa se habría proclamado campeón del mundo y no Lewis Hamilton", explicaba Ecclestone. "Todavía siento pena por Massa, ganó la final en su carrera de casa, en São Paulo, e hizo todo bien. Le robaron el título que merecía, mientras que Hamilton tuvo una suerte increíble y ganó su primer campeonato".

Con semejante y sorprendente reconocimiento público, Massa contrató al mismo abogado que Álex Palou, Nick de Marko, el mejor especialista británico en el mundo del deporte, implacable triunfador en numerosos casos del fútbol británico y un auténtico sabueso, como el propio Zak Brown pudo comprobar en su primer enfrentamiento con el abogado de Massa.

"Tortuosas y ambiciosas"

Como en su alegato inicial en el juicio del piloto español, De Marko entró a por todas en la primera audiencia del juicio, la pasada semana. "Tras muchos años, en esa entrevista el Sr. Massa se percató por primera vez de que se había ocultado deliberadamente una conspiración conocida. Los acusados ​​están muy interesados ​​en impedir que el tribunal examine sus graves delitos", explicaba el abogado, conclusión fruto de los contactos preliminares al juicio entre las partes. Es decir, la FIA evitó abrir una investigación, obligada según sus estatutos, para no terminar implicando a Max Mosley, el presidente por entonces, y al propio Ecclestone, responsable de FOM.

Para los abogados de la FIA, las pretensiones del brasileño, son "tan tortuosas como excesivamente ambiciosas", contestaba el equipo legal de la FIA en su primera exposición. El abogado de Ecclestone atacó, por otro lado, defendiendo que fue el pilotaje del propio Massa en Singapur (sin puntos y con errores en boxes) el que le privó del título. No solo en Marina Bay, sino también en otras carreras de aquella temporada. El equipo legal de Massa tendrá que emplearse a fondo en un tema de gran complejidad jurídica y sin precedentes.

Por un lado, Massa busca una declaración formal que le confiera la condición de campeón en 2008, su principal objetivo de carácter moral. Una pretensión compleja, ya que actúa como brasileño ante la jurisdicción británica, contra una institución privada, la FIA, con sus propios estatutos, y bajo jurisdicción francesa. El brasileño demanda también una compensación de 62 millones de libras, una elevadísima cantidad basada en los bonus perdidos en su contrato con Ferrari por no haber logrado el título, así como el salario actualizado como campeón, además de patrocinios y acciones comerciales, todo ello actualizado desde 2009 con los intereses correspondientes.

Los numerosos errores de Massa en 2008

El caso de Felipe Massa es extraordinario, tanto en términos legales, como por su complejidad jurídica. Sería la primera vez que se cuestiona un título en la Fórmula 1, objetivo a priori muy complejo en ese entramado de jurisdicciones que se entrecruzan en este caso. Sin embargo, según la defensa de Massa y en función de los contactos preliminares al juicio entre las partes, se espera que aflore material que la FIA habría querido evitar, ya que el juicio ha sido la consecuencia final de contactos previos infructuosos para un acuerdo previo, señal de que ambas partes confían en su victoria.

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Por otro lado, la defensa de la FIA y Ecclestone también quieren ampliar el tiro a la actuación global de Massa en aquella temporada, con numerosos errores de pilotaje como para conferir al Gran Premio de Singapur la naturaleza decisiva que se le atribuye. Massa debe sentirse muy confiado en su victoria, porque las consecuencias económicas de lo contrario serán muy onerosas.

Sin embargo, el abogado del brasileño confía que no sea el caso, gracias a esa inesperada oportunidad concedida por Bernie Ecclestone. "Aunque todavía no puedo hablar de ellos, hay muchas posibilidades de que uno o ambos de mis casos actuales en el automovilismo se conviertan en algunos de mis favoritos", afirma el abogado de Felipe Massa. El otro se llama Álex Palou.