Alain Prost señaló el camino y Verstappen cogió el volante: el nerviosismo de McLaren es real

A la vuelta del verano y tras el Gran Premio de Países Bajos, 104 puntos separaban a Max Verstappen de Oscar Piastri, líder del campeonato. 70 respecto a Lando Norris. Tres carreras después, esa diferencia se ha reducido a 63 y 41 respectivamente. Desde Zandvoort, McLaren no ha vuelto a ganar, por dos triunfos y dos segundos de Verstappen.

Con seis carreras y tres sprint para terminar el certamen, 104 puntos se reparten por las victorias. ¿Protagonizaría el neerlandés una épica remontada con la tendencia de las últimas carreras? Los resultados de Verstappen responden a un salto cualitativo de Red Bull, genio del piloto aparte.

Aunque Piastri y Norris dependen de sí mismos, la rivalidad interna podría terminar con un "1986", cuando Alain Prost aprovechó la guerra civil entre Nigel Mansell y Nelson Piquet en Williams. Sobre el papel, a Verstappen le faltarían carreras, aunque un Campeonato de Pilotos que parecía finiquitado aún podría reventar las expectativas para repetir de una de las páginas más dramáticas de la Fórmula 1.

Algo ha cambiado

En 1986, Mansell y Piquet arrasaban con el FW11 mientras Prost les seguía toda la temporada al rebufo. La dura pugna personal y deportiva entre aquellos erosionó su ventaja. En la última cita de 1986, Australia, el neumático de Mansell reventó a pocas vueltas del final cuando ya era virtual campeón. El equipo paró a Piquet por seguridad. Prost ganó la prueba y el título.

McLaren y sus pilotos deberían boicotearse con saña para que Verstappen erosionase su ventaja, ya que necesitaría recortar unos 11/12 puntos por fin de semana, incluyendo las carreras esprint. Es la tendencia mantenida desde Países Bajos. Desde ahora, McLaren afronta una delicada gestión de sus reglas de igualdad, las papaya rules, para que sus pilotos no pierdan el título. En Marina Bay, Norris jugó agresivamente y cabe esperar una respuesta similar del australiano en próximas carreras.

La remontada de Verstappen se apoya en la inesperada evolución del RB21 desde Italia. Tras las victorias en Monza y Bakú, dos pistas baja carga aerodinámica, llegaba la prueba del algodón de Marina Bay, un circuito de características opuestas y donde, como recordaba Helmut Marko, el coche botaba "como un canguro" en ediciones anteriores. Verstappen superó siempre a los McLaren y terminó segundo.

El RB21 mejora en todo tipo de trazados, como confirma el rendimiento en Monza y Singapur, dos de las peores pistas para el monoplaza austríaco en estos últimos años. En Monza, este año, Verstappen ganó con 40 segundos de ventaja sobre McLaren, mientras que en 2024 fue sexto y 20 por detrás. ¿Cómo ha logrado el equipo austríaco semejante salto cualitativo?

Las causas de la resurrección

En primer lugar, Red Bull no ha renunciado a evolucionar su monoplaza, mientras que Andrea Stella reconocía recientemente que McLaren ya no trabaja en el MCL36. Con el título de Constructores encarrilado -se cerró en Singapur- y la ventaja de sus pilotos, el equipo británico ya trabaja en el reglamento de 2026. No así Red Bull. "Es fundamental que confirmemos con el coche de este año que nuestra forma de analizar los datos y de desarrollo es correcta. Si logramos ese nivel de rendimiento, nos dará confianza para el coche del año que viene en invierno", explicaba Laurent Mekies.

Se trata de una línea similar a la de Aston Martin en 2025: validar herramientas y métodos de cara al próximo reglamento ante los errores de este último año. Así, Red Bull introdujo un fondo plano en Monza y un alerón en Singapur que ha insuflado nueva energía al RB21. "Por supuesto, esto tiene un costo para el proyecto del 26, pero creemos que es la compensación justa para nosotros, sin juzgar lo que hacen los demás", explica Mekies. Efecto colateral inesperado sería que Verstappen se encontrara con armas y opciones al título.

En segundo lugar, con Laurent Mekies ha llegado un líder que "sabe hacer las preguntas correctas", apunta Verstappen. Su formación y experiencia técnica le confieren poder para reenfocar la filosofía de trabajo con conocimiento de causa. De aquí que, y tercero, Max Verstappen ha adquirido un papel protagonista en la evolución del RB21 que podría considerarse inusual en estos tiempos de dictadura de los ingenieros.

Helmut Marko explicaba en Monza esa línea, mantenida desde entonces. "Laurent es un ingeniero excelente, así que ahora la idea es aprovechar lo que nos muestra la simulación, pero combinarlo con la experiencia de Max y la de nuestros ingenieros de carreras. Así es como queremos crear un coche más predecible y manejable".

"Os lo dije, ha funcionado"

En los libres de Monza se escuchaba a Verstappen por la radio una suerte de "os lo dije, ha funcionado", cuando los responsables técnicos sugerían otra línea de puesta a punto. El piloto decidió el uso de novedosos perfiles de alerón delantero y trasero que le daban una gran confianza y rendimiento, fruto de una querencia distinta a la que los datos indicaban.

"Mi contribución sigue siendo nula, y lo digo con la misma seriedad que les dije en Monza. La mejora en el rendimiento se debe básicamente al trabajo de todos en el equipo, con aportaciones muy contundentes y claras de Max". Mekies echaba balones fuera, pero la guinda última converge hacia el piloto para tejer el cesto con los mimbres que le ofrece su equipo.

"El progreso en las últimas semanas ha sido espectacular, y el mérito es de todos. En la fábrica nunca se rindieron. Y el mérito es de Max quien, con su sensibilidad, nos ha impulsado a explorar diferentes caminos, y finalmente encontramos uno que nos permitió mejorar nuestro rendimiento", resumía Mekies tras Singapur. Desde la vuelta de verano, Red Bull ha tomado la iniciativa.

Superior rendimiento en mayor variedad de circuitos, el mejor piloto de la parrilla aún más empoderado si cabe, frente a un McLaren que ha perdido pegada en las últimas carreras, y cuyos pilotos serán difíciles de frenar a pesar de las discutidas papaya rules. ¿Cómo gestionarán Stella y compañía esta lucha interna que solo puede intensificarse en esta recta final del campeonato? Cuidado, que a Max Verstappen se le puede poner cara de Alain Prost.